“Quien actúa sobre los hombres para, adoctrinarlos, adaptarlos cada vez más a la realidad que debe permanecer intocada, son los opresores”.

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Posteriormente comenzó a impartirse, ahora ya, la asignatura de Formación Cívica y Ética que correspondería a los planes y programas 1999-2000. El programa estaba constituido por diversos aspectos: enfoque, organización de la asignatura, organización de los contenidos, pautas pedagógicas y didácticas, y evaluación. El objetivo general del programa era que los jóvenes desarrollaran la capacidad de análisis y discusión necesaria para tomar decisiones personales y colectivas que contribuyeran al mejoramiento de su desempeño en la sociedad; el enfoque de esta asignatura radicaba en siete adjetivos: formativo, laico y no-adoctrinario, democratizador, nacionalista, universal, preventivo y comunicativo.

Actualmente está presente el plan y programa de estudios 2011 siguiendo con el mismo nombre con la asignatura de Formación Cívica y ética, el cual ha sido una restructuración de los programas antes mencionados y que conforme a la RIEB se pretende la unión de la educación básica, siendo preescolar, primaria y secundaria para lograr la calidad educativa. Pero enfocándonos principalmente a la asignatura y en el nivel de secundaria, algunos de los propósitos de estudio son que los alumnos se reconozcan como sujetos con dignidad y derechos, comprendan que los derechos humanos y la democracia son el marco de referencia para tomar decisiones autónomas que enriquezcan la convivencia, reconozcan que las características de la democracia en un Estado de derecho les permiten regular sus relaciones con la autoridad, las personas y los grupos, al participar social y políticamente de manera activa en acciones que garanticen formas de vida más justas, democráticas, interculturales y solidarias. El enfoque de la asignatura va encaminado en cuanto a lo formativo, centradas en el desarrollo de la autonomía del alumnado y en la adquisición de compromisos ciudadanos teniendo como marco de referencia los principios y valores democráticos, el respeto a las leyes y a los principios fundamentales de los derechos humanos.

Como lo hemos analizado, la asignatura de formación cívica y ética, también tiene su historia, que comenzó desde la separación de la instrucción religiosa con la educación pública, y que es así como surgió la moral; hasta actualmente con la enseñanza de la cívica, la moral y la ética en las escuelas.

La moral paso a ser un tema importante para la sociedad, pues según esta consistía, que en las escuelas se impartiera, para formar personas responsables y útiles para la sociedad, anteriormente la gente era sumisa, acataba las reglas y normas y no podía estar en contra de las costumbres y tradiciones de su sociedad, es aquí en este punto de la integración primeramente del Civismo, el formar ciudadanos, pues se refiere al comportamiento de la persona que cumple con sus deberes de ciudadano, respeta las leyes y contribuye así al funcionamiento correcto de la sociedad y de acuerdo a los planes 1992 y 1993, se pretendía lo antes mencionado, que los alumnos tuvieran conocimiento acerca de sus derechos como obligaciones, se empezaba a hablar de la organización política de su comunidad como de su país y de la democracia.

La moral tenía un fuerte peso tanto en las escuelas, como fuera de ellas, pero con eso de las nuevas tecnologías, la moral paso de moda, es decir, se dejaron de fomentar los valores y actitudes correctas ante los demás y hasta con uno mismo, es por eso que los planes y programas se van reestructurando de acuerdo a la situación social y es aquí donde está presente el plan de estudios 2011 pues se concluye en que la importancia de la asignatura de Formación Cívica y Ética vigente en el plan de estudios 2011 es que los alumnos desarrollen un pensamiento crítico, que sepan argumentar, que sean reflexivos de sus actos, que practiquen los valores, que sean participativos para el bienestar de su sociedad, que conozcan el valor de la democracia en sí mismos y en su alrededor, y además de ello, que se conozcan a sí mismos, tengan toma de decisiones firmes ante situaciones de conflicto, posean conocimiento de sus derechos, obligaciones y otras leyes, para poder defenderse de otras personas u de otro órgano social.

Bibliografía

Latapí Sarre, Pablo, “La laicidad escolar y la formación moral en México”, en la moral regresa a la escuela. Una reflexión sobre la ética laica en la educación mexicana, México; CESU – UNAM/Plaza y Valdés (Educación), 1999, pp. 69-110.