SEXUALIDAD Madame Edwarda

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Y asi sucedió, un tercer personaje apareció, y fue entonces cuando aquel pobre desgraciado solo pudo ser testigo del goce de ella, pero siendo solo espectador. Otro hombre fue el afortunado en turno, quien pudo saborear la miel amarga de Edwarda, quién pudo gozar del placer carnal que ella ofrecia. Sin importar quien veia, que sentia o que pasaria cuando el sol asomara de nuevo. Solo placer, solo una noche, solo ese momento, sin ningún freno o cohibición, sin ningun sentido racional.

Y aún asi, el miedo a perder la utopia permanecia en aquel hombre que tantas veces la habia idealizado, aún después de haber presenciado la entrega de ella a un desconocido, volvia a parecer la angustia y el miedo a no verla más, a no saber de ella jamás. Es cuando la pregunta entra, ¿es amor? O será tanta la soledad que se necesita de crear a un fantasma tan idealizado como para pasar por alto todos los códigos éticos y morales que puedan dar paz y tranquilidad a un individuo.

Durante la descripción de eventos de aquella noche, y después de saber que aquel pobre infeliz habia sido usado solo como apoyo presencial, cabria la posibilidad de burlarse de su “inocencia” o quizás “estupidez”, pero sin dejar de sentir pena por el.

Definitivamente cada cabeza es un universo lleno de fantasias, mundos y sueños propios, cada uno de los seres humanos se crean ideas sobre otras personas que a la larga van creando sentimientos tanvariados como lo son: el miedo, la angustia, el gozo, la alegria, o felicidad, en el mejor de los casos.

Para éste personaje aún queda sin aclarar certeramente cual será su desenlace, aún queda en duda cuales son sus verdaderas intensiones con Edwarda. Aún no se sabe que vaya a ser de la vida de ella, ni mucho menos que la orilló a convertirse en la mujer que ella cree ser.

Cada ser humano busca tener un beneficio personal. En este relato se nota que cada uno de los personajes obtuvo el placer que mejor le acomodó en aquella noche, cada uno de ellos experimentó el miedo que causa la incertidumbre, el vacio que queda al no saber que sigue, asi como la risa que provoca el infortunio de laguien más.

Personalmente durante la lectura de este fragmento me senti un poco confundida e intrigada por la descripción de los personajes, e incluso me causó conflicto el estructurar una sola idea concreta acerca del contenido de la lecura. Para ser honesta, le pedi a mi mejor amigo que leyera el fragmento tambien y fue a partir de su punto de vista que pude ver el tras fondo de esta historia, que para este momento me pareció interesante y con un contenido muy subjetivo pero que nos invita al analisis profundo ya sea de sentimientos escondidos o personalidades fingidas,

Biografia del autor.

Georges Bataille nació en Billon, Francia, en 1897 y falleció en Malmaison en 1962. Autor y ensayista francés, Georges Bataille estudió en l´École de Eparnay, y en 1916 sirvió en el ejército, siendo baja por sufrir la tuberculosis. Se licenció en l´École des Chartres de París. Perteneció al movimiento surrealista, del que fue expulsado, y fundo y editó varias revistas, como Documents y años más tarde Critique.

Hombre a quien gustaba trabajar en la sombra, pasó a ser sin embargo uno de los pensadores europeos más innovadores e importantes de entreguerras. De 1922 a 1944 trabajó en la Biblioteca Nacional de París, y fundó la sociedad secreta Acéphale, que debería ser el origen de una nueva religión.

Posteriormente fue bibliotecario en Carpentras y Orleáns, muriendo cuando iba a volver a la Biblioteca Nacional. De entre su obra habría que destacar títulos como Historia del ojo, El culpable, La literatura y el mal o El azul del cielo.

Si bien en su momento, Bataille no fue considerado un autor relevante por otros pensadores de su época, en el último tramo del siglo XX fue reivindicado por Foucault o Derrida. Escribió ensayos como La littérature et le mal, El erotismo (Marginales 61), L’expérience intérieure y La part maudite y, en el terreno de la narración erótica, textos extraordinarios, como Historia del ojo, Mi madre seguido de El muerto, Madame Edwarda y El azul del cielo (La sonrisa vertical 10, 19, 25 y 44). Para él, toda creación es un proceso mediante el cual el hombre se supera transgrediendo todos los tabúes, en particular los relacionados con el erotismo y la muerte.