Del Cristo Evangelizador a la Iglesia evangelizadora
Enviado por Helena • 24 de Septiembre de 2018 • 3.612 Palabras (15 Páginas) • 391 Visitas
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a la utilización de los medios modernos.
Se explicita tener en cuenta principalmente:
Liturgia de la Palabra
Aprovechando la reforma litúrgica del concilio, se valora la homilía alentando al sacerdote a utilizarla como fuente de vida para la comunidad parroquial siendo en algunas ocasiones la única. Siempre que sea clara, fiel al evangelio y al magisterio.
Catequesis
Entendida esta como el contenido vivo de la verdad que Dios ha querido transmitirnos y que la Iglesia ha ido aprendiendo a transmitir de manera pedagógica.
Se trata de una enseñanza no solo intelectual sino vivencial que debe darse en los distintos ámbitos educativos de la persona: familia, escuela y parroquia.
Para este fin es muy necesaria la formación de catequistas, padres y educadores que profundicen de manera vivencial los contenidos de la fe que deberán transmitir.
Medios de comunicación Social
No se puede prescindir de ellos y deben ser utilizados para llegar al máximo número de personas y además hacerlo de tal manera que no solo informen sino que formen, ahondando en el hombre y provocando su adhesión y compromiso.
Contacto personal indispensable
Resulta imprescindible la transmisión persona a persona, trasladando a otro la propia experiencia de fe. Desde el punto de vista del sacerdote es un llamado al acompañamiento personal que alienta, exhorta y dirige.
La religiosidad popular
A pesar de sus límites como puede ser la superstición, el sectarismo o simplemente la propia superficialidad de la fe que no cala y transforma, es una expresión de la sed de Dios que albergan los sencillos, la cual bien dirigida puede llevar a un verdadero encuentro con Cristo.
V Los destinatarios de la evangelización
La evangelización a la que llama Pablo VI debe tener un destino universal y desarrollarse sin miedo y a pesar de los obstáculos.
Ese es el deseo de Jesús y tiene fundamentación bíblica. Desde sus inicios la Iglesia ha encontrado obstáculos tanto externos como internos a la hora de realizar su labor evangelizadora que ya en la Iglesia primitiva fueron el impulso para la dispersión y evangelización de todo el mundo conocido. También a lo largo de la historia han sido muchos, desde los más violentos, como las persecuciones, a los más sibilinos, como imposibilitar la labor comunicadora de la Iglesia por parte de los estados. De igual forma también se han encontrado obstáculos internos que de alguna manera han intentado limitar el mandato de Jesús solo a algunos.
Se abordan ahora los distintos ámbitos y destinatarios de la evangelización dando nombre y concretando el aspecto universal de esta misión:
Primer anuncio a los más alejados
Fue el programa fundamental de la iglesia primitiva y también ahora cuando sale en busca de aquellos que todavía no han conocido el evangelio.
Anuncio al mundo descristianizado
Se trata aquí de la atención a los niños o para bautizados que se han desligado de toda vida cristiana o bien para fundamentar la fe tanto de los más sencillos como los intelectuales que, de forma distinta, necesitan robustecerla y profundizarla.
Religiones no cristianas
Se parte de la base del respeto y reconocimiento en ellas del valioso camino de búsqueda de Dios que han supuesto para tantas personas. Sin embargo, esto no debe acallar el anuncio también para estas gentes a las que hay que ofrecer la oportunidad de encontrar respuesta completa a sus inquietudes y búsquedas.
La fe de los fieles
Es la labor evangelizadora que proporciona el alimento y aliento para combatir el asedio secularista y ateo. Para robustecer y profundizar la fe de aquellos que siguen un crecimiento fiel y comprometido.
El secularismo ateo
La marca más señera del mundo moderno es su secularismo. No el secularismo justo que se esfuerza por deslindar la reconocida independencia de la cultura y de las ciencias, sino el que prescinde de Dios y hace del mundo un ente auto-explicable y autosuficiente. Este “olvido de Dios” junto con una civilización del consumo y el hedonismo hacen un hombre con un momento vital que de alguna manera exige ser evangelizado.
Los que no practican
Se trata aquí de cristianos totalmente al margen de su bautismo muchas veces excusado en nombre de una personal religiosidad y autonomía, que enarbolan sostenida por la autenticidad interior.
Junto con el secularismo ateo forman un tándem de oposición a la evangelización y por tanto un reto para encontrar continuamente los medios y el lenguaje para llegar a ellos.
Anuncio a las muchedumbres
En el contexto eclesial de los setenta, una preocupación ya no incipiente era el anuncio a las muchedumbres, la real pluralidad de hombres que siguen a Jesús para quien es una obligación su atención sin caer en particularismos, élites ni grupos de privilegiados.
Comunidades de base
Entendidas como conjuntos de fieles que tratan de vivir más intensamente la vida de la Iglesia y que nacen a su abrigo, son las llamadas “comunidades de base”.
Sin embargo se advierte que frente a estas, otras nacen como oposición y crítica a las estructuras de la Iglesia y dicen fundamentarse solo en el Evangelio. Esta línea deviene rápidamente en ideología y son fácilmente instrumentalizables.
Las primeras son una riqueza para la Iglesia en tanto que, ajenas a ideologías, buscan su fundamento en la palabra de Dios, evitan la contestación sistemática, permanecen unidas a la Iglesia sin cerrarse en sí mismas, en comunión con sus pastores dados por la Iglesia y asumen no ser la única forma de encarnación de la Iglesia, aceptando la pluralidad de esta para evitar el sectarismo.
VI Agentes de la Evangelización
Aquí se responde la pregunta del sujeto, del “quién”, sobre el que
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