El pecado ensayo
Enviado por Jillian • 26 de Diciembre de 2018 • 2.094 Palabras (9 Páginas) • 703 Visitas
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Cuando el ser humano vive en el pecado en esa oscuridad dominado por sus pasiones se siente miserable, oprimido; ¿tu cómo te sientes? Yo sé muy bien cómo puedo saber si estas feliz o triste……..hermanos solo no salimos del pecado dile al alcolico que deje de tomar podrá hacerlo solo, creo que no verdad, ustedes tienen la opción de seguir con tus instintos de borrachos, de seguir abusando de tu sexualidad, de seguir robando, de seguir engañando a tu pareja, pueden seguir haciendo lo que quieran pero como dice san pablo NO TODO APROVECHA. Estamos en esa parte en donde tenemos que despejar la mesa para colocar después la bajilla, tiene mucha mugre la mesa tus tendencias, tu vanidad, el dominio a los demás, la envidia, el querer desear lo de otro y sabes que eso es lo que quiere satanás que hagas y si no dominas la tendencia al pecado lo que vas a obtener la muerte espiritual eso es lo que quiere satanás y tú y yo hemos estado allí (ejemplo de fumar) dice el salmo TODOS HEMOS PECADO, pero no todos hemos tomado la decisión de no volver a pecar y si estás aquí hoy tienes que reflexionar sobre esto, vuelves a fumar, vuelves a robar, vuelves a engañar, vuelves a tomar, vuelves a abusar de tu sexualidad o tú dices YA NO QUIERO, voy a pedir perdón a las personas que he ofendido, en este día hermano vas a tomar una decisión y en eso se va a mirar si ya eres una persona madura no importando la edad que tengas (ejemplo de la muchacha con parálisis cerebral) decisiones cuando se presente la oportunidad vas a pecar o vas a perseverar la realidad es que nadie está exento de tentación, nadie está libre del cansancio, nadie te prometió que esta vida fuera para disfrutar, solo satanás al engañar te propones exactamente eso y te dice: disfruta lo que se te antoje, señor yo soy pecador me he dejado dominar, no he sido santo, tengo malas tendencias, me he dejado engañar, Dios sabe todo pensamiento que tú has pensado y tú ya los has olvidado pero Dios no, lo que Dios quiere de nosotros en este retiro es que despejemos la mesa y con un acto de humildad reconocernos pecadores, pero reconócete y no eres menos hombre menos mujer por haber pecado, todos hemos pecado y con la sencillez del corazón poder decir señor no fui bueno perdóname, pero antes debes de entrar en tu cabecita y tomar decisiones, obviamente la decisión que debemos tomar el día de hoy es no volver a pecar, la firme resolución de salir del engaño de satanás de que yo sea feliz cuando me alejo de DIOS porque la lejanía de Dios solo trae tristeza, satanás quiere eso lejanía de Dios, solo buscar el propio provecho a causa de los demás, seguir mis pasiones desordenadas, ridiculizar, aplastar, creerme el mejor, creerme el más bonito, el más inteligente aplastando a los demás, esta charla hermanos nos propone llevarnos a la conciencia de que yo y tu somos pecadores por dos motivos porque tenemos malas tendencias porque satanás me engaña con sus propuestas.
Que la propuesta de Dios es llevarme a la vida espiritual y que satanás quiere que nos quedemos más alejados de Dios…… hemos explicado la diferencia entre pecado venia y mortal, recuerda materia grave, plena advertencia, se lo que hago y plena libertad nadie me obliga, eso es pecado mortal.
En una confesión debemos decir todos los pecados mortales y si son mortales debemos decir las veces que los hemos cometido,,,,,,,,,,,,,,, y que no te dejes engañar por la tendencia de satanás que te de vergüenza confesarlos, que esta platica te lleve a tomar una decisión, muchas decisiones, claridad en la mente yo sé lo que quiero y lo persigo y para lograr la meta hay que vencer el obstáculo de la pereza, la flojera, el desengaño, del fracaso.
Toma tus decisiones hermano, siéntete hijo amado de Dios ningún sacerdote te va a regañar por tus pecados, te va a acoger como amigo, te va a acoger como hermano y te va a decir una palabra de ánimo, eso sí humíllate tú mismo para que Dios te levante a la dignidad de hijo de Dios. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amén
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