El poder de la sangre de cristo

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La deuda era imposible de saldar, y solo un acto supremo la podía pagar, bien podía Dios destruir por completo a la humanidad como en los días de Noé, pero Juan 3:16 comienza con una hermosa frase: porque de tal manera amo Dios al mundo… somos una creación de Dios, estamos hechos a imagen y semejanza de él, nada hay en el universo que se pueda comparar con el valor que el ser humano tiene sobre la creación de Dios. Él padre nos amó y envió a su hijo unigénito para que por medio de él obtengamos la vida eterna.

Se necesitaba sangre divina para pagar el precio de la humanidad, y Jesucristo siendo Dios decidió nacer en el mundo en forma humana para predicar la buena nueva a los hombres. Llamó a los pescadores, a las prostitutas, a ricos, a pobres, a recaudadores de impuestos y todo aquel que se encontró dispuesto le siguió fielmente hasta la muerte, pero el mensaje fue sellado con sangre y sacrificio, con una muerte indigna para el Hijo de Dios, pero necesaria para salvar al pecador. En la última cena el Señor dijo las siguientes palabras expresadas en Lucas 22:20…Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Con el derramamiento de la sangre de nuestro Salvador una nueva esperanza nace para la humanidad, viendo como en la cruz del calvario, Jesús toma con una mano al hombre y con otra a Dios para reconciliar al creador con la creación por medio de la muestra más sublime del amor, Jesucristo mismo.

Cristo, por medio de su sangre otorga el perdón de pecados como lo estipula Efesios 1:7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, la sangre que Jesús es hermosa, pues como ella no hubo antes ni después, sangre sin macula, divina y capaz de lavar pecados. Hemos sido comprados por precio de sangre, Colosenses 1:14 dice: en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados, más adelante en el versículo 20 del mismo declara; y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. La sangre de Jesús no es cualquier sangre y no merece ser tomada a juego como algunos grupos carismáticos la usan atañéndole méritos metafísicos, comparándola casi como un remedio para el dolor de huesos.

El poder de la sangre de Jesucristo consiste en la salvación, en esa sangre hermosa debemos lavar nuestras vestiduras para estar entre la multitud vestida de ropas blancas que relata Juan en Apocalipsis 7:14 Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. El cántico que escuchó decía: …Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación (apocalipsis 5:9). El inicio de Apocalipsis en el capítulo 1 versículo 5 comienza con una declaración importante…al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su Sangre.

Cada uno de estos pasajes demuestra no solo el poder que tiene la sangre de Cristo para salvar, sino también la gran supremacía que Cristo posee al ser el Hijo de Dios, como mensajero de amor para demostrar la gran misericordia que Dios tiene aún para la humanidad. Somos comprados por sangre divina, eso quiere decir que tenemos un gran valor para Dios, es la misma humanidad la que haciendo caso a los pensamientos que Satanás implanta en el corazón del hombre, lo que hace que el ser humano se desintegre en una baja moralidad. Sin embargo, Cristo, al igual que ayer está dispuesto a aceptar a todo aquel que abra la puerta de su corazón, como lo marca Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Solo acepta el precio de sangre por el que fuiste comprado en la cruz del calvario.