Facultad de Teología Capitulo II

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“se manifiesta tanto en el relato de Abraham y Faraón (Génesis 12:13-20) como en el intercambio entre Abraham y Abimelec (Génesis 20:1-10). El rey tenía la intención de apropiarse de esposa de Abraham y Dios se lo impidió porque era una mujer casada. El mal de la codicia se observa también en la intriga de Jacob para obtener la primogenitura y la bendición perteneciente a su hermano (Génesis 27)”.[2]

Finalmente Génesis 26:4,5 “Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes”, alude a la existencia de los mandamientos antes del Sinaí.

La presencia de Dios

La palabra en hebreo פָּנִים cuya raíz significa faz o rostro[3], hace alusión de alguna forma a presencia. Lo que aquí nos interesa es encontrar como la presencia de Dios se ha manifestado a lo largo de toda la historia antes de Moisés quien guiado por Dios hizo el arca con el propiciatorio que tenía que estar en el segundo compartimiento en donde Dios se iba a manifestar: “Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel” (Exodo 25:21-22). Contrario a la posición deísta de que Dios luego de haber creado el mundo se olvidó de él y de sus criaturas creadas, la biblia presenta continuamente un dios que interviene en la historia y su presencia se hace notar. En los siguientes versículos encontramos la palabra hebra presentada que hace alusión a la presencia de Dios (Génesis 4:16,17; 19:13; 19:27; 33:10). Es interesante que Génesis 5:22,24 menciona en dos veces que Enoc camino con Dios, una alusión de la vivencia espiritual que Enoc vivía y las evidencias de la presencia de Dios en la vida de este personaje bíblico. Finalmente otro argumento a favor de lo que aquí estamos exponiendo lo encontramos en Ezequiel 28:13; 31:9 parte del texto dice: “En Edén, en el huerto de Dios estuviste” “Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios” (cursiva añadida). De esta forma se concluye que cuando Adán y Eva fueron expulsados del Edén, estuvieron fuera de la presencia de Dios por causa de pecado registrado en el capítulo 3 y que como consecuencia no le permitía al matrimonio edénico y posteriormente a toda la raza humana estar cara a cara con Dios. Sin embargo como se mostró más arriba luego de la entrada del pecado la presencia de Dios se hizo presente, ya no en la forma edénica pero si por medio de la fe. (Génesis 4:1-6).

El juicio

El concepto de juicio es algo que el hombre conoce desde los comienzos de la historia cuando Adán y Eva por causa del pecado fueron expulsados del Edén. Un elemento crucial en los servicios del santuario terrenal era que el pueblo aprendiera acerca de los juicios de Dios para el hombre, que no necesariamente tiene una carga negativa, por el contrario era para redimir, sin embargo este fin podría no concretarse tornándose en condenación si la persona se hallaba en falta. Desde el tabernáculo en el desierto (inclusive hasta la actualidad en comunidades judías) los judíos celebraban la purificación del santuario (Yom Kippur) – el día de la expiación- como el gran día del juicio. Juicio, arrepentimiento, confesión de pecado son la esencia del Yom Kippur, el día de la expiación. Era el día en el que el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo y ofrecía el animal para purificación del santuario y reconciliar al pueblo con Dios por los pecados cometidos[4]. En ese día el pueblo estaba afuera orando para que Dios aceptara el sacrificio pero también escrudiñando cada uno su corazón, confesando sus faltas y confiando en las misericordias de Dios. Clifford Goldstein citando al rabino Yachiel Eckstein describe al Yom Kippur como “nuestra oportunidad final de venir delante de Dios para rogar por un juicio misericordioso ( Judios y Judaismo [ Word Books: Waco, Texas, 1984], p. 125)”[5].

En ocasión de la inminente destrucción de Sodoma y Gomorra, y posteriormente del diluvio universal a causa da la continua maldad de los moradores de esos tiempos Dios tuvo que intervenir con Juicio llevando a la destrucción masiva salvándose solo aquello que aceptaron el salvavidas ofrecido por Dios, en el caso de Sodoma y Gomorra salir de estas ciudades sin mirar hacia atrás en el ejemplo de Lot y su familia, o entrar en el arca en el caso de Noé. Si bien es cierto que el juicio que se llevaba a cabo en el Yom Kippur era para el pueblo de Dios y no para los impenitentes (como el caso de Sodoma y Gomorra y el diluvio), como también es el caso de las profecías de Daniel capítulos 7,8, y 9 que hacen alusión al juicio investigador para el tiempo del fin para “los santos del altísimo” (Daniel 7:22) con el fin de redimirlos y no para los malvados quienes tendrán su juicio después del milenio, lo que aquí se quiere resaltar es el concepto de Juicio y sus resultados ya sea para los que eligieron la verdad o el error.

El conocimiento de los ángeles y su participación

Otro concepto importante está en relación con los ángeles. Ya desde antes de Moisés el hombre conocía de ellos y de su obra ministradora a favor de los que se salva. “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (Hebreos 1:14). Esto se hace presente dentro del segundo compartimento (Lugar Santísimo) sobre el arca encontrándose dos querubines que “deberán tener las alas extendidas por encima del propiciatorio, y cubrirlo con ellas. Quedará el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio.” (Éxodo 25:20 NVI). Lo cierto es que la figura de los ángeles también se hace presente en el primer compartimento en el (Lugar santo) bordadas en las cortinas que separa ambos sectores del lado del Lugar Santo. Por lo tanto al estar la figura en los dos departamentos se hace alusión a la presencia o ministerio continuo de los ángeles harán con el hombre. Argumentando bíblicamente se encuentran varias vivencias antes de Moisés con la intervención de ángeles en la vida humana. Citando algunos versículos como ejemplo tenemos:

“Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardín del Edén querubines, y una espada ardiente que se movía por todos lados, para custodiar el camino que lleva al árbol de la