ORACION Y AYUNO. Síntesis de la Serie de predicas del apóstol y la profeta Bogaert.

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Materia

Sanidad Interior y Liberación

Fecha

Lunes 24 de Noviembre 2014

HISTORIA DE MI VIDA.

Nací en un hogar cristiano, soy el segundo de cuatro hijos de los pastores Mariano y Celeste Ramírez. Cuando tenia la edad de 5 años fui abusado sexualmente por un familiar, y esto se repitió hasta los 7 u 8 años. A consecuencia de eso perdí la inocencia de la niñez, y quede marcado con incredulidad, resentimiento, y era incapaz de dar y recibir amor.

Desde niño estudié música y a los 14 empecé a componer música para Dios y decidí utilizar los elementos juveniles urbanos para llegar a la gente como yo. La iglesia de mis padres es de una denominación tradicional y religiosa y cuando fui todo emocionado a cantar en un servicio la mitad de los asistentes se salieron del templo y menospreciaron lo que hice. Eso me marcó también y mas adelante satanás lo usó para seducirme a cantar música para el.

A consecuencia de mi abuso, me convertí en adicto al sexo. Practicando obsesivamente la masturbación, la pornografía, la fornicación, todo tipo de inmoralidad sexual, y mas adelante el adulterio. Estaba atormentado por muchos demonios, en ocasiones me sentía poseído de ellos pues hacia cosas y luego me daba cuenta de lo que hice. Mas de 3 veces intente suicidarme tratando de lanzarme de la azotea del edificio donde vivo, pero cuando me paraba en el borde una brisa fuerte de parte de Dios me echaba para atrás.

Alguien que debo mencionar que me hirió repetidas veces en mi vida es mi papa natural. Me apena decir algo así de el porque lo honro como papa y además lo honro por su manto pastoral, y con lagrimas pero con amor le serví a su visión e iglesia por toda mi vida hasta este año.

Pero es que mi papa viene de la extrema pobreza y de una relación disfuncional con sus padres, donde no había expresión de afecto, no había cariño. Y así era nuestra casa.

Tengo 3 hermanos mas y creo que nunca escuché a mi papa decir un te amo a ninguno de nosotros, incluyendo a mi mama. Y como el era pastor, y actuaba muy diferente con las personas de la iglesia, eso afectó mi visión del ministerio. Pues no entendía como una persona podía herir constantemente a los suyos y sin embargo ser un héroe espiritual para muchos otros.

Recuerdo que mi plan de vida incluía entrar en la academia militar pues amaba la milicia y quería ser el primer militar de mi familia. Pero me dijo: “No quiero militar en mi casa, eso es para el que no sabe hacer nada mas”.

Y terminé pasando 5 años estudiando una carrera que aunque me gusta no era mi plan.

En otra ocasión me dijo: “la razón por la que yo no tengo nada son ustedes, tu y tus hermanos me han hecho que yo no tenga una mejor situación económica ahora, porque lo que me entra tengo que estar resolviéndoles”. Eso me hirió en aquel momento.

Me casé en el 2008 y unos años después mi esposa y yo nos sentimos impulsados a empezar un discipulado en la iglesia, algo que no se practicaba allá pero nosotros habíamos adoptado la visión de Rey Jesús y queríamos contagiar al liderazgo y la iglesia para que se convirtieran en odres nuevos.

Dios nos respaldó sobrenaturalmente, y de una congregación que era de 120 personas mas de 45 personas estaban siendo discipulados por nosotros y las llevamos a retiro de liberación. Sus vidas empezaron a cambiar positivamente. Muchos fueron sanos de enfermedades, decenas fueron libres de ataduras y todos fueron encendidos en el fuego y la pasión de Dios. A tal punto que aunque en esa congregación no se imparte el bautismo del Espíritu, y tampoco se cree en la lengua como evidencia de esto, la mayoría fueron bautizados por el Espíritu Santo con la evidencia de las lenguas.

Desde ese momento, muchos se empezaron a levantar en contra mía y de mi esposa, alegando que teníamos doctrina falsa, que estábamos en contra de los principios de la denominación, que no teníamos capacidad ni autoridad para ministrar y hasta que hacíamos brujería. Y mi papá, como pastor me convocó a una reunión con otras 4 personas que se habían levantado en mi contra y aunque yo no había respondido a ninguna de las acusaciones que me hacían, simplemente seguíamos ministrando a las personas que sí recibían de lo que teníamos, me culpó de traer malestar a la iglesia, de crear enemistad y amenazó con disciplinarme. Todo esto, sin nosotros haber hecho nada.

Tengo que confesar que es una de las cosas que mas me ha dolido en mi vida.

Porque lo sentí como cuando estas esperando respaldo de alguien y al contrario se une a tus enemigos. Pero de esta y otras tantas cosas mas he podido perdonar a mi papa, y lo amo tal y como el es, y oro todas las noches para que Dios tenga misericordia de el y se deje moldear, se arrepienta de muchas cosas pero sobretodo de vivir una religión que oculta la realidad de su familia, iglesia y toda su vida.

Algo que se que incidió muchísimo en mi vida emocional y espiritual fue el abuso sexual del que fui victima.

Cuando eso sucedió, ya no quería jugar con los niños de mi edad sino con los más grandes. Empecé a ver las niñas y mujeres como objetos sexuales y no como personas. Cuando ya era adolescente llegó un momento que empezaban ya a correr por mi mente pensamientos de homosexualismo, y muy dentro de mi sabia que estaba pronto a convertirme en un abusador igual que la persona que abusó de mi.

Soy casado, mi esposa se llama Ana Ramírez. Y esta situación me llevó a serle infiel a mi esposa hace unos años, porque los espíritus que estaban en mi dominaban totalmente mi vida sexual.

Ese fue el momento más oscuro para mí, y a la vez fue esto lo que me llevó a clamar y buscar por mi liberación como nunca antes, porque perdía a mi esposa y mi hijo por algo que había sido sembrado en mi niñez.

Gracias a la poderosa mano de Dios y su misericordia, después de confesarle a mi esposa todo lo que había en mí, y lo que había hecho, ella me perdonó y en ese mismo instante el Señor me liberó. Amo a mi esposa porque además de ser la mujer para mi, también escuchó la voz de Dios que la convenció a perdonarme. Y esa fue la llave a mi libertad.

Recuerdo que estábamos en el cuarto y una presencia bien pesada nos cubrió y yo podía sentir como todo ese dolor y el peso de los pecados ocultos que tenia y de las vidas múltiples que viví