PROYECTO: SANIDAD INTERIOR
Enviado por Antonio • 30 de Abril de 2018 • 1.568 Palabras (7 Páginas) • 414 Visitas
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Por último el cuarto matrimonio fue sumamente malo, me arruino económicamente y me dejo en la calle. Me dejo por una jovencita, los cuales se burlaban de mí y me decían vieja, pero yo los llame un día y le pedí perdón, al mismo tiempo lo perdone, lo cual se quedo con la boca abierta, pues él creía que yo lo había llamado para volver con él, pero no. Muchas personas no entendieron y me acusaron de que aun estaba enamorada de él y no era así. A pesar de estar prácticamente en la calle y sin dinero para comer, después de haber sido millonaria. Luego encontré mi tercer esposo que me vio en esa situación muy precaria, me ofreció su ayuda y por esa razón es que vivo en su casa, porque el me agradece que a través de mi el Señor me uso para el poder acercarse a Él.
Para cerrar con los matrimonios estoy segura que no me voy a divorciar con el próximo, pues ese tendrá que ir a Dios para encontrarme, pues estoy bajo la visión de la casa Monte de Dios y sometida a toda obediencia de mis pastores Bogaert. Ya no lo hare en mi propia opinión, pues gracias a esta visión estoy siendo renovada y transformada en Cristo Jesus, bajo la autoridad de mis padres espirituales y la rueda ministerial.
Segunda Falta de Perdón:
Esta falta de perdón la tengo por mis hermanos, sus nombres Jesús Manía Reynoso, ya fallecido, Ángel Concepción Reynoso y Luis José Reynoso y la esposa de Luis, pues ocurrió que cuando mis padres murieron en el 2005 ellos Vivian en una casa que era propiedad de mis tres hermanas y yo, entonces nosotras nos fuimos a Italia a trabajar, para comprarle la casa a mis padres, nosotras los manteníamos de un todo, ya que mi padre ganaba 72 pesos mensuales y lo máximo que alcanzó a ganar fueron 1,114.00 pesos y una de mis hermanas Maritza Reynoso murió en Italia en el 1992 y no dejo hijos, y nosotras no sabíamos que por ley la parte de mi hermana que no tuvo hijo le tocaba a mi madre y mi padre. De saber esto hubiéramos hecho a firmar a nuestros padres a favor de nosotras tres vivas, uno de mis hermanos reclamo la parte correspondiente a lo que le tocaba a el de la muerta, ese fue Luis y también convenció a Ángel a pedir su parte, mientras Jesús María decía que no era justo que la pidieran porque eso nos había costado mucho sacrificio a nosotras y el reconocía que habíamos tenido mucho gasto con el cáncer de mi papa y la enfermedad de mi madre y que el no quería su parte, entonces en presencia mía vino la esposa de Luis y dijo que ella había aconsejado a Luis para que no nos hiciera eso, pero Jesús María luego dijo que pensándolo bien quiero mi parte y ahí la esposa de Luis declaro yo fui la que dijo que reclamen su parte todavía con lagrimas en los ojos estaba ella. Entonces yo realmente me sentí muy mal al ver la mentira y el drama que ella hizo.
Así comenzó legalmente el proceso de determinación de herede, con todos los gastos que comporta, ese proceso duro más de un año, cada uno tocamos RD 30,000.00 pesos, Jesús María que murió lo jugo todo el mismo día, Luis se lo bebió y Ángel lo mujerío y después nos acusaron a nosotras las hermanas de que ese dinero fue de maldición.
No fue por el dinero la herida y raíz de amargura, sino, porque nosotros siempre fuimos una familia unida y de nobles sentimientos, yo sabía que mis hermanos de su propia iniciativa no iban hacer eso, fue la esposa de Luis que era la trabajadora de la casa quien había planeado todo.
Hasta el momento pidió perdón Ángel Concepción Reynoso y el fallecido Jesús María, pero Luis José y la esposa no.
Yo me someto a la obediencia y desde lo más profundo de mi corazón perdono a:
-Jesús María Reynoso
-Ángel Concepción Reynoso
-Luis José Reynoso y su esposa Magui
-Y a Manuela Castellano
Le pido a mi Señor Jesucristo que ensanche mi corazón y que me dé el discernimiento y entendimiento para hacerlo completamente.
En cuanto al rechazo, tuve a personas que creía que eran mis amistades, después que supieron que yo financieramente no tenía, se retiraron, pero eso no ha afectado mi alma, sino que me ha llevado a profundizar mi intimidad con Dios, dando gracias por todo y en todo lugar.
Ahora tengo más gozo que cuando tenía dinero, porque el amor de Dios, Jesús y Espíritu Santo inunda mi vida. Amén.
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