Tatuajes: El cuerpo como templo del Espiritu Santo

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Según presenta Meneses (2012), en la actualidad los tatuajes siguen siendo un medio de comunicación y de moda. Aunque en algunas culturas, quizás aquellas descendientes de tribus esto aun es algo cultural, lo cierto es que en la actualidad los tatuajes se han convertido más en una forma y estilo de vida. Hay seguidores de todo el mundo que hacen sus tatuajes por moda, por querer experimentar o simplemente sentirse que son parte de esos movimientos que se dan en algunas partes del mundo. Uno de los problemas esenciales es que la sociedad moderna, al menos en sus principios tenía unos valores muy estrictos, uno donde todo lo que era distinto lo veían como malo o diabólico. Por ende, la entrada de los tatuajes tanto como los piercings tardó en propagarse ya que no eran aceptados en la sociedad o eran vistos como algo de bandidos o presos. Pero lo cierto es que según ha pasado el tiempo estos tatuajes se han comenzado a aceptar, tanto así que quizás un porciento alto de la población puertorriqueña tiene o piensa hacerse un tatuaje. A esto se debe añadir el hecho de las problemáticas en salud que se han encontrado con los tatuajes, donde a través del uso de equipo contaminado y no esterilizado se pueden pasar enfermedades tales como la hepatitis B. Meneses también hace hincapié en las nuevas técnicas de remoción de tatuajes y en formas estéticas del uso de estos. En cuanto a lo estético, menciona la autora, se han utilizados los tatuajes por lo menos para reconstruir senos de mujeres con cáncer. Donde el seno literalmente está perdido y lo reconstruyen y la aureola del pezón es tatuaje. Un aspecto que debe destacarse es que la historia del tatuaje y el piercing se ha convertido en una especie de show, donde semana tras semana existe alguna convención, y van todos a enseñar sus tatuajes y hasta compiten con ellos.

En el caso de los piercings, según se presenta en revista Tatoo (2012), estos se han convertido en un medio de comunicación, ya que el cuerpo y la belleza estética tienen una gran importancia en la sociedad actual. Por ende el piercing es como si fuera un accesorio de belleza tanto para hombres, como mujeres. También el piercing se relaciona con la manera en que los jóvenes y personas quieren tener libertad de expresión. Es una manera de reconocer que son distintos a los demás, que son especiales, ya que cada uno de sus piercings o tatuajes así lo definen.

Se ha presentado este trasfondo histórico de los tatuajes y otras modalidades de arte corporal como lo son las perforaciones en el cuerpo, porque para poder contrastar con la noción religiosa sobre los mismos, hay que enmarcar la visión social e histórica del mismo. Los autores antes mencionados coinciden en que se trata de un arte corporal, uno que permite a la persona hacerse una modificación corporal permanente que les permita tener algún tipo de recuerdo o distinción en su cuerpo, de manera privada o para que los demás lo observan. Ninguno de los autores establece que se trate de algo negativo o diabólico. Aun así hay que hacer hincapié en que la realización de este tipo de arte corporal puede crear algunos problemas de salud. Como lo podrían ser: (1) reacciones alérgicas; (2) queloides o lesiones de la piel; (3) infecciones; (4) deformaciones; y (5) hepatitis B, C, D, y el SIDA (Tatoo, 2012). Por tanto no se trata solamente de una modalidad, sino de una que puede traer serios problemas de salud.

Ya estableciendo la base histórica y de importancia de los tatuajes se debe presentar la posición de la iglesia, el cuerpo como un templo del Espíritu Santo. Eduardo (2008), reconoce que la forma en que Dios toca a la puerta de las personas a través de un medio persuasivo conocido como el Espíritu Santo. No hay forma de tener una relación de Dios más directa que sea por el Espíritu Santo. Ya que no es algo que el ser humano tiene, o deba tener, sino que es un elemento genuino de Dios, que éste regala a su pueblo, para tener un vínculo único y especial con Él y en Él. El cuerpo del individuo se convierte en el templo donde se resguarda este Espíritu. Para Nelson, la única manera de obtener este Espíritu es a través del culto. Las personas en el culto tienen un líder que dirige todo el culto, pero en realidad a través de este líder emana y existe un elemento invisible, que se conoce como Espíritu Santo. Es un vehículo que permite que la adoración nos acerque más a Dios. En el culto los cristianos esperan esta dirección, están en todo momento adorando y poniendo sus mentes y cuerpo en disposición de Dios, en su fe y en su deseo de ser uno con él, pero para lograrlo esperan a este guía invisible, el propio Espíritu Santo que hace posible que la adoración tenga sentido. Pero no un sentido terrenal, sino uno espiritual.

Un aspecto importante es cómo reconocer que el Espíritu no se está guiando en nuestra adoración. Es muy difícil saber a nivel personal si el Espíritu estaba guiado o no este culto, pero la forma más adecuada es observar el culto y sentir cómo el Espíritu mueve las masas. Ya que se trata del Espíritu de Dios que está entre nosotros, y si todos estamos en una relación de culto, si todos estamos en una adoración colectiva, el Espíritu se manifestará en las masas. La adoración será paralela, conjunta y significativa. Es por esta razón que en el culto las personas se deben sentir cómo en familia, se deben sentir cómodas y en familia. No se trata de que todos piensen lo mismo, actúen igual y demás, sino que sigan los principios de valores cristianos donde nos vemos como iguales, donde nos vemos como un todo, nos amamos y nos cuidamos. Solo de esta manera el Espíritu Santo se manifestará en las personas, por medio de la adoración (Eduardo, 2012). Es importante destacar este aspectos del Espíritu de Dios no se planta en todas las personas, a menos que ellos hagan de sí mismo un templo respetable y adecuado para esta. Las acciones del Espíritu Santo en los creyentes: (1) el espíritu hace que las personas piensen, actúen y llenen su vida de elementos de fe correctos. Para que la persona pueda acercarse a Jesús, (2) el Espíritu y sus funciones se manifiestan en la adoración. Es este el vínculo para que se desarrolle el ejercicio de acercarse a Dios. Ya que nadie se acerca a Él si no es por el Espíritu. (3) El Espíritu sirve como guía, para que no solamente la persona se sienta en Cristo en el momento en que se lleve a cabo la adoración. Ya que no se trata de una pastilla que se tome hoy y ya mañana pierda el efecto, se trata de un espíritu que estará con la persona día a día, por el resto de su vida, siempre y cuando éste mantenga su fe y adoración de una manera correcta. Este se encargará de incorporarse a sus pensamientos y actos, para dirigirlos por el buen camino. El espíritu es invisible