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VIVAMOS CON BUEN JUICIO EN UN MUNDO PERVERSO

Enviado por   •  1 de Noviembre de 2017  •  1.307 Palabras (6 Páginas)  •  1.292 Visitas

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Debería ser reverente, que significa aquello que es adecuado en personas, acciones o cosas consagradas a Dios. Este consejo es muy apropiado en vista de la influencia que las hermanas mayores ejercen en otros, en especial en las hermanas jóvenes de la congregación.

- Las hermanas manifiestan buen juicio mediante su ejemplo y amando a los miembros de su familia. Igualmente tiene que cumplir con ciertas responsabilidades, para desempeñar bien su papel en la congregación.

- Es digna de elogio la mujer que piensa y actúa en armonía con la voluntad de Jehová y que procura el bienestar de su esposo e hijos. (Pr 31:10-31)

Hemos hablado de asuntos doméstico; ahora ¿cuál debería ser la actitud de las hermanas hacia los asuntos materiales? No deben irse al extremo y permitir que los intereses materiales dominen su vida; más bien han de ser de juicio sano, castas, buenas y sobre todo estar listas para apoyar el orden de jefatura cristiana, por eso es un gran placer ver a tantas mujeres jóvenes fieles trabajar arduamente para atender sus muchos deberes de manera equilibrada y además, arreglárselas para poner en primer lugar los intereses del reino, algunas incluso sirviendo en el ministerio de tiempo completo como precursoras auxiliares o regulares. Verdaderamente son dignas de encomio.

Es importante arreglarse con modestia. Pablo indicó que los cristianos han de ‘adornarse en vestido bien arreglado’, así que nuestra apariencia no debe ser desaliñada ni descuidada. Tanto jóvenes como hermanos mayores deben mostrar buen juicio al cumplir con dichas normas razonables asegurándose de que su ropa esté bien arreglada, limpia y presentable. (1Ti 2:9, 10)

Los varones jóvenes manifiestan buen juicio mediante obras excelentes y habla saludable. (1Ti 6:18, 20)

En contraste con los jóvenes del mundo, el cristiano joven debe ser de juicio sano y ejemplo de obras excelentes. Pablo explicó que los que adquieren buen juicio y madurez mental no son los que sencillamente estudian, sino los que mediante el uso tiene sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.

Por eso es impresionante ver a jóvenes ofrecer de buena gana su tiempo y sus energías para participar de lleno en los muchos deberes de la congregación cristiana, en vez de desperdiciar su fuerza juvenil yendo tras metas egoístas.

- Han de poner de manifiesto su adelantamiento al procurar alcanzar mayores privilegios de servicio. (1Ti 3:1; 4:15)

Todos debemos tener buen juicio, seamos jóvenes o mayores.

- Hemos de ser prestos en aplicar en todo aspecto de nuestra vida la dirección que da Dios mediante su organización. (Sl 119:60)

Nuestro estilo de vida debe revelar que reconocemos la urgencia de los tiempos en que vivimos. (1Pe 4:7)

- Sería un error ir egoístamente tras los placeres personales con la idea de que hay suficiente tiempo para corregir nuestro proceder.

¿Andamos en “sabiduría para con los de afuera” evitando, en lo posible, el compañerismo con el mundo? (Col 4:5; 1Co 15:33)

¿Reflejan buen juicio las diversiones que escogemos?

Debemos ser ‘celosos de obras excelentes’, principalmente en la obra de hacer discípulos. (Tit 2:14; Mt 28:19, 20)

VIVAMOS CON BUEN JUICIO Y VENZAMOS AL MUNDO

Satanás y su organización quieren que nos amoldemos al mundo. (Ro 12:2)

Podemos resistir los ataques de Satanás.

- Para ello debemos estudiar atenta y constantemente la Palabra de Dios, acercarnos a Jehová, perseverar en la oración, asistir a las reuniones de congregación y participar en ellas, tener una participación plena en la predicación, tener fe y confiar en Jehová.

Si vivimos con buen juicio, el mundo de Satanás no nos tragará, sino que nos guiarán la Palabra y el espíritu de Jehová.

- No se nos destruirá con la organización de Satanás, sino que disfrutaremos del Don de Jehová de la vida eterna por haber llegado a conocer y hacer Su voluntad revelada.Diremos, al igual que Jesús: “Yo he vencido al mundo” (Jn 16:33)

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