A que se da el Informe de lectura del libro Me perdieron

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En la parte de las relaciones hay un problema muy sencillo que necesita atención. Los jóvenes tienen deseo de ser asesorados para hacer grandes cosas y también quieren hacerlo por su propia cuenta. Hay diversidad de dones y vocaciones y la iglesia tiene que saber aprovecharlos, desarrollarlos, instruirlos para que se pueda aprovechar justo en esto tiempo de hay mucha creatividad y hacer todo posible para que los jóvenes tengan sus dones guiados para trabajar para él Señor.

Los jóvenes tienen mucha creatividad: desean inventar, construir, desenvolver y crear y miran la iglesia como un contrapunto a la creatividad. En su pensamiento creen que para la iglesia “…correr riesgos o involucrarse en los asuntos de la cultura es un anatema”.[3]

En el pensamiento de los jóvenes, los adultos de la iglesia tratan de siempre tener el joven debajo de su mirada no para ayúdalo a desarrollar su potencial y sus ideas, si no que para censúralos y decir que son soñadores, no saben nada de la vida y que no tienen experiencia para juzgar lo que es correcto y lo que está mal. Aun que eso sea en parte verdad lo que debería ser hecho es ayudar ara que el joven pueda crecer, exponer sus ideas, tener fundamento el alguien con más experiencia para decirlos: “Eso se puede mejorar así.”, y sumar fuerzas para el crecimiento de la iglesia. Los jóvenes son la parte creativa y la fuerza de la iglesia, mientras que los adultos son la parte de planificación, experiencia y medios de cómo se van a realizar estas ideas.

Características de una generación diferente

La generación de nuestra época no es la misma de algunos años atrás. Eso nos toca porque nuestra cultura cambia discontinuamente y constantemente. Todos estamos debajo de la influencia de estos grandes cambios actuales, pero los que nascieron en ella sufren más su influencia y eso se comprueba por ejemplo mirando uno de 50 años con un celular y otro de 12, el que tiene 12 está mas enterado, sabiendo todo lo que pasa e incluso hay los que dicen que no pueden vivir sin eso, mientras lo mayor solo usa el celular como herramienta. La fuente del saber antigua estaba en los mayores, en los libros, en la experiencia; hoy simplemente se acede a una página de internet y hay un montón de información hecho por cualquier persona, confiable o no. En esta generación hay el desafío de tratar de traducir la fe y el discipulado a estos jóvenes.

El acceso no es malo de todo porque están siendo creado algunos escenarios para el evangelio a través de los medios de comunicación y debe ser usado también para mostrar a esa generación sobre el amor de Dios. El problema consiste en una alienación el convivio social, familiar, falta de base sólida para los relacionamientos, el relativismo y la adultez precoz de los jóvenes provocados por las fuentes imprecisas de información.

Creo que el autor describió mucho bien la relación de los jóvenes que salen de la iglesia con el motivo que lo hace salir. En unos momentos su manera de redacción es muy repetitiva y habla de los mismos puntos varias veces repitiendo las mismas ideas.

En una síntesis de lo que he leído en su libro lo que pudo captar fue que en la gran mayoría de los jóvenes que se alejan a la iglesia son por motivos externos (nómadas y exilados), sea porque están aburridos con la manera de reaccionar la iglesia en diversas situaciones o porque se sienten perdidos en medio de este mundo cambiante. En la minoría se agrupan los jóvenes que dicen haber perdido su fe.

Hay que trabajar en el máximo para que los jóvenes tengan una voz activa en la iglesia, a ellos les gusta trabajar, tener responsabilidad, tomar decisiones (que pueden ser orientadas), y esto si debe enseñarlos desde chicos: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (RVR1960). Y hay también que intentar a través de los jóvenes que hay en la iglesia, buscar los que están alejados, porque cuando un joven busca a el otro, eso le oye y viene mas fácil. Una prueba de eso son los miles de testimonios que hay principalmente en Brasil por parte de la generación 148, yo incluso soy uno de estos.

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