CUMPLIENDO EL LLAMADO DE DIOS EN NUESTRA VIDA

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(Génesis 12:2-4) “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. Abram decidió ir a la tierra mostrada por Dios, creyó en la promesa de Dios que sería el comienzo de una gran nación y él sería de bendición para estas naciones, hablaba que la bendición de estos hombres sería gracias a Abram, fue llamado a ser luz en medio de la maldad, y expandir el Reino de Dios. No tuvo ese miedo de pensar ¡qué pasa si dejo todo!, tenía esa plena confianza que si va con el respaldo de Dios simplemente todo lo que haga será de bendición, tuve fe en las palabras de Dios y sabía que estaba bien acompañado.

Analizando todo lo expuesto con anterioridad es fácil darse cuenta que pocos realmente estamos dispuestos a dejar nuestra zona de confort, muchos no quieren moverse de la banca, mucho menos dejar su estilo de vida para crecer en el ministerio, e inclusive detienen que su relación con Dios crezca, sea por el temor de dejar la comodidad o por no tener mayores responsabilidades que nos conlleve un esfuerzo mayor y vamos más allá estar dispuestos a obedecer a alguien, ya que muchas veces Dios nos llama y queremos solamente escuchar sus voz audible, cuando hay ministros de Dios ya establecidos en la tierra y a los que debemos rendir cuentas y pocos estamos dispuestos a aceptar.

Si bien es cierto se busca como aplicar el ejemplo de Abraham a dejar todo, ir donde nos mande Dios, saber escuchar su llamado y tomar decisiones que nos permitan alcanzar la nueva tierra, y en base a esta muestra de Abram, reconozco que si Dios lo escogió a él fue porque era un hombre capaz de cumplir lo encomendado, tenía un corazón enseñable y además era un hombre obediente. Y tengo la plena seguridad que cuando Dios nos escoge y pone su mirada en nosotros, nos llama a cumplir sus propósitos y en la mirada de Dios seguro que ve las mismas capacidades que hallo en Abram.

CONCLUSIÓN

Abram fue un hombre sencillo y después de ser llamado por Dios fue el padre de la fe y Dios nos está buscando continuamente para ser hombres de fe, diferentes al resto, que marquemos la diferencia y nos levantemos ya que gozamos con el mismo respaldo que tuvo Abram, entonces el miedo no tiene cabida y podemos hacer grandes cosas para el Reino de Dios dejando a un lado la comodidad para crecer en fe.

Dios no nos llama a ser perfectos, nos pide un corazón enseñable, obediencia y Dios mismo nos equipara con las formas de cumplir su llamado, porque para Él somos capaces y solo debemos estar dispuestos, confiar en sus promesas, y siempre tendremos su respaldo, solamente teniendo esa fe que nos aleja de los cuestionamientos. Algo he aprendido en estos pocos años de seguir al Señor y es que si Dios me da la visión también me dará la provisión, muchas veces esperamos tener algo seguro para hacer algo, cuando con Dios todo lo que Él me mande ya es seguro y eso no quiere decir que no haya dificultades en el camino, pero gozo con la bendición de Él.

BIBLIOGRAFÍA

- VILA Escuain, Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Editorial CLIE, Galvani, 113, TERRASSA (Barcelona) 1985

- SCHULTZ Samuel, Habla el Antiguo Testamento. Editorial Portavoz, Kregen Publications1976.

NETGRAFÍA

- http://estudiobiblia.blogspot.com/2012/06/genesis-12-llamado-de-abram.html

- http://www.escuelabiblica.com/estudio-biblico.php?id=22