El caracter del obrero de Dios.

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Así que en el servicio al señor estar dispuestos a padecer es un factor decisivo. Si estás dispuesto a padecer podrás estar de pie y decir al demonio seguiré trabajando para el señor y no importa lo que pueda venir.

Solo aquellos que verdaderamente se han consagrado al señor tienen la disposición de padecer, esta disposición no conoce medidas ni limites puede ir a un lugar y dormir en el suelo ese es el amor para servir.

Todos los que servimos al señor debemos ser fieles hasta la muerte, debemos estas dispuestos a padecer que podamos decir señor no tengo problema en morir por ti sin importar en lo más mínimo cual sea la situación.

Para medir la bendición no debemos usar ninguna otra medida que no sea la disposición para padecer, y con esa disposición ilimitada vendrá también una bendición sin límites.

SOMETE SU CUERPO

Servir con nuestros cuerpos

Nuestro cuerpo debe ser redimido y un día tendremos un cuerpo glorificado. Por eso cuando Pablo menciona este tema de someter al cuerpo para tenerlo bajo control.

Debes cuidar tu cuerpo pero también controlarlo. Someter el cuerpo no significa que te niegues a comer cuando tengas hambre simplemente significa que en algunos momentos podrás no comer aunque tengas hambre, debes cuidar bien tu cuerpo. También reconocemos que el cuero es el templo del espíritu santo.

Algunas personas no han disciplinado su cuerpo por tanto tiempo lo que necesitaran un periodo más largo para lograrlo.

Recordemos que la obra del evangelio y cualquier otro servicio al señor es como corre una carrera. Sin un entrenamiento habitual por el medio del cual dominemos al cuerpo no podremos correr cuando DIOS nos exija un esfuerzo extra para el cuerpo, y ser personas de dominio propio.

Cuando salgamos a trabajar con este cuerpo haremos que nos obedezca a pesar del dolor o la enfermedad.

DILIGENTE NO PEREZOSO

En este camino del servicio vemos muchos jóvenes que crecen y llegan a ser muy útiles, llevan semilla y en su momento darán fruto, pero también hay de los que son confiados en sí mismos y presumidos y después caen del camino del señor, hay personas que no muestran ser grandes promesas, pero al final manifiestan cada vez más su valor para el señor.

Servir con diligencia es un requisito del obrero de DIOS, la persona perezosa no se busca trabajo para hacer aunque vea el trabajo. Muchos hermanos son de muy poca utilidad porque no les gusta trabajar, quieren menos trabajo no son aptos para servir a DIOS porque son holgazanes.

Diligencia es no ser perezoso, es decir no tener miedo de trabajar, es no esperar que las desaparezcan sino en cambio buscar cosas que hacer y preguntarle a DIOS que quiere que hagamos.

El diligente tan pronto como termina una obra, espera delante del señor una nueva tarea para realizar. Dios se mueve en muchas formas y en muchas direcciones y si alzamos los ojos las descubriremos.

Tu y yo deberíamos alzar los ojos y mirar para ver si hay alguna siega y si los campos están blancos mirando y buscando verdaderamente encontraremos obras para hacer.

REFRENAR SU LENGUA

Controlar su modo de hablar muchas personas podrían ser usadas en gran manera por dios podrían ser vasos útiles en sus manos pero no son usadas por el o no son efectivas.

Muchos no son usados, o usados solo limitadamente por dios porque de sus bocas salen dos cosas opuestas lo dulce o lo amargo sus bocas pronuncian muchas palabras que no son de dios y al mismo tiempo pronuncian la palabra de dios lamentablemente el poder de muchos creyentes se a perdido por lo que hablan.

Algunos otros tienen el potencial de ser usados poderosamente por el señor pero pronuncian palabras que no son de Dios y por consiguiente pierden su poder interior mientras hablan.

Ten muy en cuenta que una fuente puede dar una clase de agua.

Una vez que tu boca anuncia la palabra de dios debes darte cuenta de que de allí en adelante ya no tienes autoridad para decir lo que no es de Dios.

Debemos tener cuidado delante de Dios en cuanto a las palabras que escuchamos con frecuencia porque lo que escuchamos demuestra la clase de personas que somos.

DEBE SER ESTABLE

El obrero de Dios también debe ser emocionalmente estable y no fluctuante. Debemos ser perronas fundamentadas en la roca, y no sobre la arena que cuando soplan los vientos son derribadas.

Cuando estamos bien afirmados en Cristo la tempestad vendrá pero no nos podrá derribar, porque la roca es Cristo y él nos hace estar firmes, por eso la iglesia está edificada en la roca. Un obrero que no está firme no puede servir a Dios porque ni el mismo sabe a dónde se dirige o que quiere hacer.

Los siervos de Dios deben ser estables hablando palabra de Dios y no del diablo, como la experiencia de Pedro, si no hubiera sido por la transformación de Pedro en "Piedra" la iglesia hubiera tenido pocas esperanzas.

NO DEBE SER SUBGETIVO

¿Subjetividad?

Es insistir en nuestra propia opinión al tiempo al que nos negamos a aceptar la opinión de otros. Estas personas son las que conciben un pensamiento y no hay quien las haga desistir de ellos incluso si es Dios quien les habla, no lo aceptaran porque su pensamiento es el que vale y esto es debido a que el "yo" no ha sido quebrantado por lo cual mantiene firme su prejuicio que no corrige ni olvida fácilmente.

Las personas subjetivas no saben escuchar a otros. Les resulta difícil aprender algo porque ellos piensan que lo saben todo. No debemos ser subjetivos ante Dios sino abiertos en nuestro espíritu aprender de él y estar sensibles a las cosas que él quiere enseñarnos.

Debemos ser personas a las que Dios pueda mover a allá para acá sin ningún esfuerzo e impedimentos, no debemos ser subjetivos.

UNA ACTITUD CORRECTA HACIA EL DINERO

Nosotros como cristianos nos oponemos a Mamón el ídolo del dinero porque sabemos que es opuesto a Dios.

Debemos tener una actitud correcta para el dinero para que Dios pueda usarnos con personas que tienen problemas con el, si no estamos claros en este concepto no