HOMILÉTICA I. Introducción general a la Homilética.

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Homilética, también se deriva del griego ομιλετικος y ομιλεος (homiléticos - homileos) que significa: Omilétikos: reunión, y homileos: conversar). Es una rama de la Teología Pastoral, la cual se encarga del estudio del sermón bíblico o discurso religioso. Trata de manera principal sobre la composición, reglas de elaboración, contenidos, estilos, y correcta predicación del sermón bíblico. Homilética es, entonces, la habilidad de exponer en público o en asamblea los contenidos y los temas de religión o política. Sin embargo, homilética propiamente dicha desde el plano religioso, es: el arte de preparar y exponer o predicar sermones bíblicos correctamente.

En este sentido, la predicación o el arte de saber predicar, está determinado por la buena homilética. Cuando predicamos o exponemos un sermón bíblico debemos regirnos por principios homiléticos, tanto en la elaboración de la metodología del sermón, como en el discurso al momento de exponerlo frente a una congregación o frente a un grupo determinado de personas, lo que comúnmente se conoce como PREDICAR, lo que homiléticamente puede llamarse EXPOSICIÓN DEL SERMÓN BÍBLICO. Esto implica que cuando predicamos, al menos se debe hacer lo siguiente:

Predicar:

- Publicar, hacer claro y patente un mensaje (mensaje o sermón bibliocéntrico).

- Pronunciar un sermón → discurso religioso o sermón bíblico.

- Anunciar y transmitir un determinado mensaje bíblico: en la mayoría de las veces esa transmisión se realiza por vía oral, aunque no hay que olvidar que el buen testimonio de la vida de quien predica también es una forma de proclamar el mensaje.

La Homilética es parte de la Oratoria. La oratoria es el arte de hablar en público con elocuencia y buena coordinación de las palabras, la oratoria a su vez pertenece al género literario que se concreta en distintas formas, como el discurso, la disertación, la conferencia, el sermón, etc. Esto nos indica que cuando predicamos o exponemos un sermón bíblico, no solamente se trata de exponer correcta y claramente los conceptos y contenidos bíblicos según su contexto histórico, sino también de hablar bien, de hacerse entender bien, de utilizar adecuada y correctamente la gramática. La buena pronunciación de las palabras es muy importante a la hora de exponer un sermón bíblico. Eso es parte de la homilética y al mismo tiempo es parte de la oratoria.

Por otro lado, la homilética, en teología, es el género discursivo mediante el cual se realiza la predicación bíblica. Como tal, homilética designa, a la vez, el arte de la predicación y la disciplina que se encarga de su estudio. En este sentido, la homilética es una disertación a través de la cual se explica, aplicando los principios generales de la retórica, una doctrina bíblica determinada, principalmente la cristiana.

La Homilética es parte de Retórica. La retórica es el conjunto de reglas o principios que se refieren al arte de hablar o escribir de forma elegante y con corrección con el fin de deleitar, conmover o persuadir a la audiencia. La retórica es la disciplina que estudia la forma y las propiedades de un discurso. Lea la obra, Retórica del filósofo griego Aristóteles.

Según la Biblia, la predicación o el sermón homilético fue la forma principal utilizada por Cristo para comunicar la fe durante su ministerio terrenal, que sería seguida por los apóstoles para trasmitir a otros los principios generales de la religión. Existen dos tipos fundamentales de homilética, dependiendo de sus intenciones. Ministerio y Magisterio. Por un lado está el Ministerio, que es aquella práctica pastoral destinada hacia la ministración y guianza espiritual de la grey del Señor, y por el otro se encuentra el Magisterio o enseñanza bíblica, que es la parte de la práctica pastoral asociada con la didáctica, la pedagogía y la enseñanza de los fundamentos y principios bíblicos tanto a creyentes en la fe de Jesucristo como a los no creyentes. En este sentido, la homilética no solamente tiene que ver con la predicación propiamente dicha, es más amplia todavía. Tiene que ver también con la dimensión de lo que implica el ejercicio ministerio pastoral.

Como disciplina de estudio, la homilética trata sobre la composición, la elaboración y los contenidos apropiados para la correcta predicación del sermón bíblico. Tres elementos, como tal, destacan para su composición:

- la formulación, determinación o elección de un tema,

- una estructura (bosquejo), y

- un estilo discursivo (forma y metodología de presentar el sermón).

- Los temas, en la doctrina bíblica evangélica, deberían versar sobre la fe, las doctrinas fundamentales de la Biblia y la historia del cristianismo.

- La estructura clásica, puede ser la lectura de un pasaje para su interpretación y explicación según sus puntos doctrinales.

- El estilo o metodología que podía ser un diálogo simulado entre un sujeto imaginario, a la manera de un debate, etc.

- Historia de la Homilética.

El nacimiento de la Homilética de ninguna manera tiene que verse como un evento post cristiano. Una lectura rápida de la historia nos notifica y nos señala las raíces de la homilética, en la predicación hebrea y en la retórica antigua. De manera que la predicación, tal como la conocemos hoy, bebió inicialmente de dos fuentes. En la primera fuente, los profetas juntamente con los escribas, deben de ser considerados como los exponentes más elevados de la predicación hebrea. El legado de ambos es innegable. Por su lado, la retórica antigua empezó a gestarse en Sicilia alrededor del año 465 a.C. con Corax y Tisias, su discípulo.

La retórica griega también tiene mucho que ver en la formación de la homilética. En este punto, Aristóteles (384-322 a.C.) y su Retórica, tienen una gran cuota de aportación. La obra del filósofo griego fue una de las más grandes en el mundo antiguo. También debe de resaltarse la contribución de los retóricos latinos. Entre ellos encontramos a Cicerón (106-43 a.C.) y su obra De Oratore y Quintiliano (35-95 d.C.) con Instituciones Sobre Oratoria. De la simbiosis de ambas fuentes del ‘arte de hablar’, en un proceso que duró algunos siglos, emergió la Homilética Cristiana, llegando a convertirse en el arte de la predicación bíblica y cristiana (Turnbull, 1968, p.50).

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