¿Por qué el autor establece que el estudio científico sobre Jesús, no logra dar con el verdadero Jesús de Nazaret?

...

La Teología supone Ia fe de la Iglesia, Ia fe del Pueblo de Dios. No Ia crea. En todo caso Ia explicita, Ia aclara. No diluye en palabras y razonamientos Ia seriedad de Ia fe, no oculta sus problemas, sino que los pone sobre el tapete. La Teología sirve a Ia fe como sirve a Ia Iglesia. Es parte de Ia Iglesia. La Teología no complica las casas con crucigramas, sino que en cada época debe poner en claro las paradojas del cristianismo y presentar su Cruz con claridad.

¿Cuál es el interés de conocer quién es Jesús de Nazaret en la Iglesia? Explica haciendo una inferencia inteligente.

El conocimiento de Jesucristo no depende ya de las preguntas que se hace el hombre (científica, existencial, misionera); sino que depende de una revelación, de una comunicación: depende, en realidad, de la pregunta que nos hace el mismo Jesús. Nuestras preguntas son respuestas a la interpelación de Jesucristo. Antes que nosotros hagamos una pregunta, Dios nos ha comunicado una respuesta sobre Jesucristo. Nuestro trabajo ha de ser el de asimilar y hacer nuestra esta respuesta de Dios. Mientras no lleguemos a comprender este aspecto no hacemos cristología; estaremos dando vueltas sobre nosotros mismos.

Por último, ve a la página 29 del libro y observa que el autor hace un resumen interesante sobre lo dicho. ¿Qué infieres tú sobre lo que el autor mismo resume? Explica.

Si hay algo claro en los Evangelios es que las contestaciones del Señor van continuamente superando las expectativas de sus interlocutores y discípulos (ver como ejemplo Mc 10,17-22). Los Evangelios de Marcos y Juan están construidos a base de esta dimensión de desconcierto y confusión de los discípulos y de Ia gente que nunca acaban de comprender lo que Jesús les dice, sin embargo, Jesús no deja a sus discípulos en el vacío, en Ia duda o en el desconcierto; desde su misma vida les va mostrando cómo se puede ir aceptando Ia contestación que él les ofrece y cómo se rehace el hombre de manera insospechada cuando Ia acepta. Por eso sus discípulos permanecen con él (Mc 9,5).

Bibliografía Consultada

• Material de clase.