QUE ES LA ESPIRITUALIDAD.
Enviado por poland6525 • 11 de Abril de 2018 • 1.595 Palabras (7 Páginas) • 336 Visitas
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“Jesús le contestó: —Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: “Todos tienen que nacer de nuevo.” El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu” (Juan 3:5-8)
La conversión en algunos puede darse como un evento, en otros puede ser un proceso.
La conversión es necesaria también para los que son creyentes
La conversión no es el fin del camino, es el comienzo de un largo trayecto que dura toda la Vida. NOS CONVERTIMOS Y NOS SEGUIMOS CONVIRTIENDO.
”Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo” (2Corintios 5:17)
LA PALABRA
La espiritualidad cristiana se fundamenta en la Palabra de Dios. No está basada en experiencias místicas o suposiciones humanas, se basa en la revelación que hemos recibido de Dios.
Es necesario LA MEDITACIÓN, pero esa meditación a diferencia de la práctica de otras religiones, consiste en la reflexión, interiorización y aplicación de la Palabra de Dios.
Lo que se busca es que nuestra mente sea renovada, transformada con los pensamientos de Dios, pues, SI CAMBIA NUESTRA MANERA DE PENSAR, PODRÁ CAMBIA NUESTRA MANERA DE VIVIR.
Es imposible la espiritualidad si es que no se da este proceso de transformación mental, en la que la cosmovisión de la vida es renovada por la Palabra de Dios. SIN PALABRA DE DIOS NO SE PUEDE CONSTRUIR LA VIDA ESPIRITUAL.
Por eso es necesario que cada creyente tome su tiempo para “RUMIAR” el mensaje de Dios. No es solo leer, sino reflexionar, aplicar, VIVIR LA PALABRA, eso es lo que produce la espiritualidad.
No es intelectualizarse tratando de entender o dar respuestas a todas las dudas, consiste en acercarse a la Palabra de Dios para buscar alimento, dirección e inspiración. MEDITAR NO ES TEOLOGIZAR, MEDITAR ES ADQUIRIR SABIDURÍA PRÁCTICA PARA LA VIDA.
LA ORACIÓN
La oración es el tercer fundamento para la construcción de la espiritualidad. La Biblia nos ayuda a recibir de Dios, a entenderlo, a saber qué hacer, a adquirir sabiduría, pero es necesario una acción complementaria, que nos ayude a vincularnos con Dios, a dialogar con Él, a expresar y descargar nuestra vida en las manos de nuestro Señor.
La oración es el medio poderoso que tenemos, por medio del cual nuestra relación con Dios se profundiza. Orar es DIALOGAR con Dios, no es solo hablar con Él como si fuese un monólogo, orar es entrar en una conversación en la que decimos cosas a Dios, y percibimos su voz en nuestro corazón.
Como cualquier tipo de comunicación, la oración tiene niveles. Hay niveles muy básicos y superficiales que ayudan a iniciar el camino, pero que no nos llevan a alcanzar el fin supremo, que es encontrarnos con Dios.
El rezo, o la repetición de oraciones pre elaboradas, son muy buenas para preparar el corazón y la mente, pero no ayudan a generar un vínculo real y personal, pera eso es necesario entrar en un dialogo propio, en el que se exprese las emociones, deseos y pensamientos propios.
La oración verbal es un nivel superior en la oración, que logra grandes avances en el proceso, sobre todo si se hace abriendo sinceramente el corazón, y no solo quedándose en el discurso vacío. NO ES CUESTIÓN DE DECIR ALGO, SINO DE ABRIR EL CORAZÓN, DESNUDAR EL SER INTERIOR. A veces, para alcanzar eso no se necesita decir mucho, pero si expresar mucho.
Sin embargo, la oración verbal con todo lo bueno que es, no es suficiente. Hay niveles superiores de oración, en la que la palabra deja de ser el medio principal de la comunicación, y se convierte solo en la “llave” que abre la puerta que nos une a Dios. En ese nivel, aunque la palabra aún está presente mínimamente, es el alma, los afectos los que desarrollan el dialogo. A este nivel de oración muchos lo llaman Adoración. En ese momento ya no eres tú el centro, ni tu necesidad, sino Dios y tu encontró con Él, allí se da el encuentro de amor.
Finalmente, hay un nivel aún más profundo de oración, que en la tradición cristiana se le llama “contemplación”, en el que las palabras cesan; donde la quietud, el silencio, es el vínculo poderoso que nos une a Dios. Es un tiempo en el que Dios toma toda la acción y nosotros asumimos una actitud pasiva, receptiva, y Él nos llena de su amor y su infinita gracia. Este nivel de oración es la plenitud del encuentro con Dios.
Lo importante es avanzar en nuestro proceso, no quedarnos solo en los niveles más básico y tratar de buscar una verdadera intimidad con Dios. LA ORACIÓN TRANSFORMA LAS EMOCIONES, LA VOLUNTAD, NOS VINCULA ESTRECHAMENTE CON DIOS.
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