Reflexión espiritual

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¿Pero alguno disfruta el despertar cada día y tener una nueva oportunidad para hacer el bien?

No es fácil ver la diferencia, pero es posible. Y no TODO es posible amigos, existe límites y es algo con lo que debemos lidiar. A mí incluso me cuesta comprender, pero sé que podré hacerlo. Quiero abarcarlo todo, pero no tengo un motivo para hacerlo, es por ello que entiendo mi yerro. No es andar por andar, ello se llama inercia. Y no somos máquinas, somos seres humanos.

Si reflexionas sobre tu papel en este mundo te darás cuenta que debe haber algo más, pero para aceptarlo y conservarlo debes tener paciencia.

Por ello, piensa antes de actuar y siente, más aun, antes de juzgar. Toma el tiempo que requiera para aprender de tus errores y cuando lo hayas efectuado, alégrate de sentir la Luz.

Incluso la oscuridad, tiene sentido para mí. No les invito a conocerla ni mucho menos a formar parte de ella, pero considero que si nunca la has sentido, nunca podrás diferenciarla de la Luz. Si no has sentido dolor no puedes saber cómo es su ausencia. Repito no es una oferta hacia ese camino que ha sido creado sólo por nosotros y es aprovechado por aquel que aún no comprende qué hermoso es el amor de Dios.

Todo ha sido creado con un fin, pero nuestra mente incluso crea otros fines que no forman parte del Original. Nos hacen temer a Dios, pero en realidad lo que le debemos a Él es respeto, gratitud y amor. No imagino un dios que desee esclavos, esos dioses son paganos, eso que piden algo a cambio son falsos y no merecen nuestra consideración y menos aún nuestro odio. Porque odiar es el peor pecado que podemos cometer, desde que lo probamos nos contaminamos y sólo conseguimos ser infelices. No esperemos a que nuestros pastores nos digan que es pecado y que nos condenaremos en las llamas del Averno, percibámoslo desde el momento en que nuestro espíritu decae ante tan funesto sentimiento. ¿Y por qué no hemos de odiarles?, porque simplemente están perdidos como nosotros. ¿Es que acaso no sería todo hermoso si justos regresáramos al Padre arrepentidos?

Probablemente esté blasfemando y con mi poco criterio haga una conjetura de algo imperdonable e inamovible. Pero es sólo esperanza, ESPERANZA en que el Verdadero Dios es dulce en perdón y dadivoso en misericordia. No busco la Salvación por unas cuantas palabras, pero deseo que todos aquello que lean estas palabras comprendan y escuche mi voz. Probablemente antes no he hecho real mis conjeturas y cavilaciones, pero creo que no es tarde. Es una parte de una VERDAD más grande de la que puede comprender hasta el momento. Pero perseveraré en ello. Sé ahora y sinceramente siempre lo supe aunque no quise abrir los ojos que nosotros podemos ser el cambio. No nos invitan a ser líderes religiosos o políticos. La VIDA nos invita a ser Felices aunque todo parezca perdido y esta frase siempre la hemos usado, pero no la hemos analizado. El parecer de cada uno es superflua apariencia. Creemos que no hay una solución y pensamos que todo está perdido, pero si fuese así, ¿por qué continúa la vida?

Morimos lo sé, pero así mismo cada día nacemos y no me refiero a la llegado de los bebé únicamente. Me refiero que al aprender una enseñanza que no hace crecer como personas nacemos a la bondad, al bienestar y al respeto.

Nazcamos entonces a la libertad del dolor físico y preocupémonos por el dolor de nuestro espíritu ante el libertinaje en el que incurrimos.

Busquemos la paz y encontrémosla en cada valioso hecho del día a día.

No perdamos la Fe en las personas, no somos mejores ni peores y si actuamos con rencor, interés y soberbia, ayudémonos a repara en el error sin lastimarnos, porque lo que buscamos es seguir el Único y Verdadero camino.

Encontremos a Dios, sin que las religiones nos obliguen a buscarlo.

Y seamos humildes, reconociendo que hay un poder más allá, al cual hemos de aceptar y amar.

Una conclusión… más que ello, una clave: AMOR; VERDAD Y ÚNICO.

Son una TRINIDAD que reconocemos más allá de una religión.

No conformo un decálogo ni transmito mensajes nuevos. Conocemos lo escrito, pero lo olvidamos al perder la fe.

Tengo sentimientos de paz al escribir y mi deseo es trasmitírselos. Comparto un poco de mí y estaré feliz de recibir aquello que a su vez me confíen.

Seamos felices y sobre todo sintamos felicidad, disfrutando de cada pequeño detalle. Cada uno tiene su forma de llegar, lo importante es encaminarse con entusiasmo y gratitud.

Hasta una próxima y no muy lejana.