TALLER ESTUDIOS AMBIETALES

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En la búsqueda de reconocer la casa en común introducen en los receptores la necesidad del cuidado y la preservación de los recursos naturales, creando un sentido de pertenencia con la naturaleza. En diferentes escenarios como sermones, cartas, charlas, publicaciones, encíclicas y demás, buscan transmitir una concepción de la naturaleza como madre y acompañante en nuestro mundo terrenal, evitándola ver como un objeto; de allí esa fuerte influencia introspectiva al momento de observar nuestra relación con el entorno; pues nosotros somos parte de ella, algo que la iglesia recalca invitando a cambiar nuestro modelo de vida y por ende nuestros modelos de producción y sistema económico, no necesariamente directamente tumbar el actual, pero si tomar medidas para modificarlo a favor del ambiente, pues, según la iglesia, se ha desarrollado una cultura del descarte en la que el consumidor se convierte en un devorador compulsivo de recursos que no tiene límites ni alternativas respecto al uso de los recursos naturales.

Pero esto es reciente, debido a la poca participación de la institución en este tipo de debates, aun así el espectro manejado por la iglesia es amplio, enfatizando en la función moral de la misma, como se describe en encíclica sobre la ecología, junio de 2015 Laudato Si', expuesta por el actual Papa Francisco, “El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad... Se destaca así un gran desafío cultural, espiritual y educativo que supondrá largos procesos de regeneración”, que profundiza en cada uno de los ámbitos que la comunidad vive cotidianamente, influyendo en el modo de vida moviendo sentimientos que otras instituciones no han logrado mover, pues es una cuestión de convicción debido a su experiencia y creencia.