¿Cómo es el adolescente?

...

diferencias acumuladas. Diferencias personales, familiares, sociales, escolares, acumuladas a lo largo de las etapas infantiles y, a

menudo, transformadas en dificultad y conflicto.” ( Jaume Funes Artiaga) es evidentemente imposible que el maestro logre comprender

por lo que está pasando cada alumno, y es algo que no se le pide; pero sí es necesario que el docente comprenda y sobre todo conozca

los cambios, tanto biológicos como emocionales y cognoscitivos, porque es algo por lo que todo adolescente pasa; ¿Qué si se ven

afectados por el contexto de cada alumno? Claro que sí, pero a pesar de ser un individuo con diferente cultura, criado de distinta manera,

tiene los mismos cambios como adolescente.

Es falso que todos los adolescentes sean rebeldes y difíciles, pero es cierto que necesitan ser tratados con respeto, que se reconozca y

aprecien sus diferencias y se les trate como personas. Aunque los adolescentes quieran ser tratados como adultos, siguen haciendo cosas

de niños.

Una de las cosas que he aprendido es que el adolescente no te cuenta sus problemas, o no habla cuando se los ordenas, sino cuando se

siente en confianza para hacerlo. Así que, no le pidas a un adolescente que se desahogue contigo, primero hazte su amigo, brinda

confianza y hazle saber que no será juzgado sino escuchado y comprendido. Tampoco hay que ponerles demasiadas reglas, no hay que

limitarlo abruptamente, pues el adolescente cuando se siente encerrado tiende a buscar salida a como de lugar.

Una de las cosas que los maestros deberían de tener en cuenta para propiciar un ambiente favorable para la enseñanza, es el estar en

tendencia; es decir, el conocer los gustos e intereses del alumno, crea un foco muy grande de atención para el alumno, si aunado a la

enseñanza, están los intereses del adolescente, tendrá mayor efectividad el aprendizaje. También el mostrarse como parte de ellos, sin

dejar fuera que es el docente el que decide, sin perder el respeto, se puede crear un lazo excepcional.