Crisis de valores en la sociedad peruana actual

...

Otro de los titulares que más me asombra es el siguiente:

“Hombre mata a su esposa a cuchilladas en San Borja” (Diario La República, 17 de Noviembre de 2016).

¿De verdad el amor puede causa la muerte? No lo creo. Uno siente y practica el valor del amor para con el prójimo, estableciendo una relación, formando una pareja, para el ayudo mutuo, para el respeto entre ellos, para ofrecerle fidelidad y lealtad, para cuidarse el uno al otro en cada una de las etapas del enamoramiento, desde ser una pareja no formal hasta formalizar mediante el matrimonio, una unión que se encuentra dentro del concepto de luchar contra todo para encontrar la felicidad juntos y ¿así es como termina? Caóticos casos, no solo uno sino miles que se registran dentro de nuestro país, los cuales a pesar del aumento de leyes que protejan a la mujer, han aumentado estas noticias sobre feminicidio. Carencia de respeto como pareja y ausencia de valores morales en el agresor.

“Confiesa que mató y quemó a su madre” Cometió asesinato luego de discutir con la víctima. La golpeó, estranguló y asfixió con una almohada.

Estoy seguro que el presente titular causó asombro o un lamentable y profundo silencio o, ambos a la vez. Llegar al punto de matar a tu progenitora ya no solo vincula a la pérdida total de valores-o quizá nunca se le inculcó- sino a trastornos psicológicos que al juntarse con el deseo y libre desarrollo de este hombre, causaron dicho homicidio. ¿El amor a su madre? Desaparecido al 100% en este caso, aborrecible por completo. Tiempo atrás, no sucedía caso como estos.

A medida que voy mencionando este tipo de casos, me causan rencor, repudio hacia esas personas agresoras así como cada vez se profundiza el interés en mí por saber las verdaderas causas de estos hechos así como el interés por indagar la respuesta hacia esta pregunta esencial: ¿Qué es en lo que falló la familia con respecto a la educación de los causantes de dichas problemáticas?

Terminando con la mención de los casos, tenemos a la muy conocida y mencionada corrupción. “La corrupción es uno de los temas de agobio contemporáneo en el país, haya o no escándalos mediáticos de por medio. Los porcentajes no son desdeñables: miles de personas alegan haber estado cerca de actos de corrupción” (Corrupción: Mal que agobia a miles de ciudadanos, Perú21, Domingo 19 de febrero del 2017). Sabemos que la corrupción no es un tema que hoy en día se desconozca. Precisando en el concepto, considero que corrupción es el acto, el abuso del poder a través de un funcionario público o privado para la obtención de un beneficio personal, una ventaja ilegítima.

Según el diario la república, “la gran corrupción organizada en el poder de la década del 90 hizo perder al Perú 1800 millones de dólares. Saque la calculadora, pues con todo este dineral que los altos funcionarios nos robaron se pudieron haber construido 36 modernos hospitales o 180 colegios con moderna infraestructura así como también generar 100 mil puestos de trabajo”. Cifras impresionantes pero ciertas ¿Qué es lo que faltó en ellos? Valores éticos, que al practicarlos, se defienda la democracia del país y se invierta en la nación para su desarrollo, pero no fue así

Casos de corrupción conocemos demasiados, por tanto, quiero relacionar a la corrupción con respecto al tema: los valores, precisando que no solo existen los ya mencionados sino también los contra (anti valores) los cuales son generadores de este gran y enorme problema que viene desde mucho antes y que nadie asegura la desaparición de este “virus” en algún momento de nuestra vida.

Los anti valores que considero que originan que una persona cometa actos de corrupción son:

- La Ambición: Deseo de poseer riqueza, fama, poder u honores.

- Codicia: Apetito ansioso y excesivo de bienes o riquezas.

Dichos anti valores, tienen forma de combatirlo, señor lector. ¿Cómo? Con el valor de la modestia. La modestia refiere a obtener solo lo necesario y de esa forma ser feliz, correlacionándose también con los valores de sencillez y humildad.

Otros problemas no menos importantes, como la prostitución, drogadicción, todo tipo de delincuencia son también efectos de una mala formación en la persona, en la falta de atención y educación en base a valores de las personas.

Conclusión:

Habiendo desarrollado el tema poniendo riguroso estudio en los casos presentados y mencionados, quiero responder las interrogantes propuestas al inicio del ensayo.

¿Ocurrían antes aquellos actos?

Definitivamente no. Antes la educación que imponían los padres era más rigurosa, formadora en valores, es por ello que casi nunca- por no decir nunca- sucedían este tipo de problemas a excepción de la corrupción que es un mal que siempre ha existido y, para mí, existirá siempre. Si en aquellos tiempos se hubiera escuchado una noticia como “hombre golpea y mata a su madre” la noticia se hubiera expandido escandalosamente por todo el Perú; hoy en día, escuchamos dichos titulares y no es un hecho que nos llame la atención, muchas veces –por no decir siempre- pasa desapercibido hoy en día, en la población peruana.

¿Dichas frases solo son para hacer creer a las personas que se vivió antes en una mejor época?

No. La población tiene razón. Antes se vivió en una mejor época, no existía el desorden en el ámbito moral, psicológico y sociocultural como el que hoy se vive, nos atrasa como país.

¿Realmente han desaparecido los valores en la sociedad peruana actual?

Los valores no desaparecen, solo se nos olvida practicarlos o preferimos practicar los valores superfluos antes que los más importantes. Como en la bolsa de la economía, unos bajan mientras que otros suben.

La crisis de valores que vivimos en la actualidad, se manifiesta en todos los aspectos de la vida humana: en el modo de hablar, de relacionarse, de vestirse, en la forma en que se quiere acumular todo, ya sean posesiones materiales, información o hasta gente, y también en el ambiente laboral.

Las novelas y series compiten con la educación impartida en los colegios y en los hogares, creando patrones de falta de respeto a los padres y profesores inculcando anti valores como la envidia, promiscuidad, deslealtad y mentira.

¿Cómo