Democracia y pobreza latinoamericana
Enviado por Stella • 28 de Octubre de 2018 • 2.907 Palabras (12 Páginas) • 367 Visitas
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y la aparición de la clase media. La ciudadanía se amplía e incorpora a sectores sociales antes excluidos; por ejemplo, se reconoció el derecho al voto de todos los varones. La segunda etapa comienza después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo queda organizado en dos grandes bloques. Para el bloque occidental capitalista, la democracia y sus formas se convirtieron en elementos para conferir legitimidad al poderío estadounidense, valorando así el poder simbólico de la democracia y no su contenido ni la esencia de la ciudadanía. La tercera , importante especialmente en América Latina, inicia en la década de 1980 posterior a los períodos de regímenes autoritarios. La ciudadanía que aquí emerge se muestra ansiosa por participar en las democracias que se instauraron, pero sufre recurrentes decepciones a causa de diversos factores como por ejemplo la imposibilidad de garantizar condiciones de vida para toda la población.
Actualmente, ocurre lo mismo, con frecuencia la ciudadanía se siente decepcionada porque percibe que el ideal democrático de representación no se refleja en los hechos. Hoy, nos encontramos en presencia de un fenómeno denominado “sociedad de la desconfianza” en la que los ciudadanos ya no confían en sus dirigentes ni en las instituciones políticas, porque los representantes elegidos no cumplen la función de garantes del bienestar general y, así poco a poco, se deja de creer en la democracia. Además, en épocas anteriores, la elección de los representantes se asociaba a las características sociales, económicas y culturales de los votantes que se sentían identificados con los partidos. Pero actualmente, se registra una crisis en la idea de representación, porque los partidos políticos fracasan en el intento de dar respuestas a las demandas de la sociedad y los votantes ya no se sienten identificados con ellos y sus ideologías.
Estos problemas en el funcionamiento de las democracias y en la crisis de representación, originaron los llamados populismos, que son movimientos que se han dado en distintos lugares del mundos y en regímenes políticos de distinto tipo. En ellos juegan un papel fundamental los líderes, los diferentes modos de movilización. y la falta o insuficiencia de los mecanismos de integración como los partidos políticos o sindicatos. En América Latina, la rápida industrialización y urbanización, como la masiva migración desde 1930 provocan una necesidad de participación de los sectores populares en la política sin canales democráticos que los representen; por lo que algunos líderes de sectores con fuerza política
transformándose en conductores de determinadas movilizaciones. Por lo que el populismo es señalado como un proceso de manipulación de masas en disponibilidad y sin conciencia de clase. En América Latina, este proceso se asocia a los gobiernos de Vargas en Perú, Perón en Argentina, Cárdenas en México y Haya de la Torre en Perú en 1924, etc.
Por el contrario, los neopopulismos aplicaron políticas de reducción del Estado y de reformas que implicaron la exclusión de los sectores populares y la desintegración de las sociedades; ejemplos de líderes de este movimiento fue Alberto Fujimori en Perú, Carlos Menem en Argentina y Carlos Salinas de Gortari en México.
Dado que los líderes de estos dos movimientos no tenían una formación democrática sino tendencias autoritarias, se considera que el populismo y el neopopulismo estaban en los márgenes de la democracia.
Ésta última debe ser la encargada de ofrecer las condiciones para evitar el autoritarismo y promover el respeto por el pluralismo, la igualdad, la participación y los derechos, siendo estas las condiciones que determinan la calidad de la democracia. En cuanto a América Latina, prevalece una democracia imperfecta, donde se presentan grandes desigualdades, bajos niveles de institucionalización, ciudadanos pasivos e importantes tensiones sociales; mientras que en lugares como Estados Unidos o Europa se presenta una democracia consolidada, con altos niveles de calidad democrática, tradiciones pluralistas afianzadas, sociedades relativamente homogéneas, capaces de corregir las desigualdades.
A su vez, también , para que la democracia se lleve a cabo se requiere que las sociedades mantengan condiciones de vida dignas a través de una satisfacción de derechos económicos y sociales; los que en Argentina y América Latina en general están muy lejos de cumplirse, ya que los sucesivos gobiernos no pudieron asegurar una calidad de vida digna par los ciudadanos. Por ello, las sociedad critican y cuestionan su funcionamiento, condenan la corrupción y los altos niveles de pobrez, la desocupación e inseguridad, pero continúan apoyando la democracia.
Una de las principales herramientas que debería ser utilizada para mejorar el funcionamiento de las democracias, es la educación. Ésta, actualmente se caracteriza por formar estudiantes pasivos, apáticos, que desconoce sus derechos y responsabilidades; las prácticas escolares tienden a la competencia y al individualismo. A su vez, muchas veces los educadores y directivos crecieron y se formaron en períodos en los que estaba ausente la cultura democrática, causa que desfavorece más aún los ideales educativos para enriquecer la democracia. La escuela debería ser la encargada de formar ciudadanos más activos, que valoren la diversidad y respetan la igualdad, que practiquen los derechos humanos y que puedan expresar opiniones propias y escuchar las ajenas, entre otras cosas.
Todos estos elementos a los que cada vez se les presentan más obstáculos y que no general interés en las figuras políticas que encabeza los gobiernos nacionales se hicieron más visibles y carenciadas en el período de 1960-1990 donde comienzan toda una serie de dictaduras militares, comenzando en 1964 con Brasil, no siendo casualidad que ocurra allí, ya que como opinó un politólogo estadounidense “Lo que ocurra en Brasil primero luego se extenderá por toda América del Sur” y así fue, todo comenzó allí y luego siguió con Pinochet en Chile en 1973, Videla en Argentina en 1976 y con el resto de los países latinoamericanos. En este período las desigualdades se hacían cada vez más grande provocando el aumento de los índices de pobreza, y esta existe por existen pobres quienes son el sustento de los ricos; como sucede en el caso de África, su pobreza y carencias son cada vez mayores porque en alguna parte del mundo hay que gente (unos pocos) que todos los días salen beneficiados de las faltas de otros, los derechos humanos eran sobrepasados como algo totalmente normal, de tal modo que las desapariciones y matanzas de ciudadanos eran muy normales, desatándose un genocidio de estado como sucede con Argentina con los más de 30.000 desaparecidos con la dictadura
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