Diversidad, “Inclusión e Integración”
Enviado por klimbo3445 • 29 de Mayo de 2018 • 7.000 Palabras (28 Páginas) • 367 Visitas
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La idea del niño como una persona en desarrollo, con necesidades de cuidado y derechos que lo garantiza es, en realidad, bastante reciente. En la antigüedad, la infancia no era considerada como una etapa diferente del resto de las etapas de la vida, sino como una propiedad de los padres. Recién en la modernidad hace aparición la familia nuclear, con lo cual se considera fundamentales los lazos afectivos para la constitución familiar; es entonces cuando los padres empiezan a resignarse con sus hijos y hacer protagonistas de su crianza. A demás, con el surgimiento de las instituciones educativas, el niño comienza a diferenciarse con el adulto, si bien esa concepción todavía está muy alejada de la idea actual de niño.
En sus comienzos, las instituciones educativas surgieron de los senos de los hospicios y de instituciones de caridad como un dispositivo para “contener” a los hijos de los campesinos. Estaban más relacionadas con los aspectos moralizadores que los educativos; su función era de disciplinarlos para evitar la adquisición de “malos hábitos de vida”.
Es justamente a partir del surgimiento de la escuela cuando, de manera inevitable, aparecen niños con capacidades diversas y en consecuencia, la sociedad se inicia en la búsqueda de comprensión y abordajes de esas diferencias. La educación de los niños con deficiencias sensoriales o con debilidad mental fue una de las precursoras en la educación especial, a la que posteriormente se le fueron sumando la de niños con otros tipos de capacidades.
Pedagogos y médicos comenzaron entones a estudiar y determinar lo referente a la capacidad o discapacidad de las personas, a establecer sus derechos y la medida de sus posibilidades.
En el siglo XVI, los habitantes de los monasterios estaban obligados a guardar silencio y se comunicaba utilizando signos manuales. Fue así como el monje Benedicto Pedro Ponce de León comprendió, a partir de su experiencia cotidiana que era posible expresar por otros medio distintos del habla, pues él mismo lo hacía cada vez que manifestaba sus pensamientos por medio de signos monásticos. Entonces, comenzó a emplear un sistema gestual de comunicación, similar al que usaba en el monasterio, con los niños sordos lo que permitió el inicio de su educación y de su reevaluación de las creencias procesadas durante mucho tiempo respecto a las personas sordas. Esto contribuyo a un camino gradual de la idea que se tenía sobre éstas y su lugar en la sociedad.
Así nació el lenguaje de señas, pero también de la escuela especial que, durante siglos, fue la única institución encargada y capacitada para la educación de los niños con necesidades educativas especiales.
Actualmente, nos encontramos en un momento donde debemos desandar este camino que va desde la imposibilidad de la escuela ordinaria para dar respuesta a las NEE, y por ende, a la creación de la escuela especial como forma más adecuada de conocerlas y dar respuesta a éstas- al regreso a la escuela común, ahora inclusiva y abierta a la diversidad de estos niños y adolescentes. Afortunadamente, para ese pasaje, nos encontramos con la enorme ventaja de todos esos años de investigación y experiencia en educación especial, que posibilita el desarrollo de estrategias adecuadas para la exitosa escolarización de niños con necesidades especiales en el ámbito escolar ordinario.
Así pues, este cambio promueve ambas escuelas, ordinaria y especial, un gran desafío: levantar las fronteras e intercambiar experiencias sin perder la especificidad que corresponde a cada una de ellas.
Aprender: Un Derecho de Todos.
Partimos del término diversidad en la escuela para hacer hincapié sobre el concepto preciso de escuela en y para la diversidad. Es muy común escuchar en los pasillos de las instituciones: “somos una escuela abierta para la diversidad”
El adjetivo abierto califica y cualifica un estado, pero lo hace de manera extrínseca y no remite al rasgo de condiciones inherentes o intrínsecas; esta asignación da un carácter accidental a la escuela y le quita, entonces, su lugar esencial.
Cuando la escuela reconoce la diversidad de su población, puede garantizar la posibilidad de que al finalizar el periodo de obligatoriedad de la enseñanza, todos los alumnos pueden elegir su proyecto futuro de vida en función de sus intereses y sus aptitudes.
Aprender: Es una actividad humana que nos acompaña toda la vida, que nos permite conquistar la humanidad, el propio cuerpo, el lenguaje, los conocimientos socialmente validos que nos trasforma en miembros activos de nuestra cultura. Toda persona es capaz de aprender satisfactoriamente si cuenta con los recursos suficientes para poder hacerlo.
Facilitar el aprendizaje de las personas con necesidades educativas especiales es una tarea compleja, pero no imposible. Requiere simplemente de una actitud sensible y cuidadosa de los responsables de su educación; confiar en sus capacidades, aceptar sus virtudes y defectos constituye una experiencia vincular imprescindible para el aprendizaje. Es también necesario el conocimiento exhaustivo y el arriesgo minucioso de sus potencialidades para ofrecer la ayuda que necesita en la forma y momento oportunos. Dicha ayuda trasciende del ámbito escolar, del mismo modo que lo trasciende el aprendizaje.
La familia y la escuela son las encargadas de proveer los apoyos necesarios de ser los facilitadores del aprendizaje para el niño o joven con NEE, brindando la ayuda adecuada para sus necesidades. Sólo es necesario que aprendan a aprender con la complicada simpleza que ello representa en la vida de una persona.
Diferentes Tipos de Familias.
La familia es el punto de partida de todo ser humano; es el espacio amoroso que lo recibe y protege, que nos hace humano y sin el cual no podríamos desarrollarnos y crecer. Este grupo primario es la base de nuestra naturaleza como persona.
La llegada de un bebé, sea éste un hijo biológico o adoptivo, trae consigo un enigma de la vida y del futuro, pero también actualiza en los nuevos padres aspectos de su propia infancia y de la relación con sus padres, junto con la necesidad de hacer cambios en la cadena generacional. Los que hasta el momento eran padres pasaran a ser abuelos, y así sucesivamente.
Estos cambios de estatus implican un desafío, momentos de desconcierto y de ensayos acerca del nuevo papel, pero también puede generar desacuerdos y conflictos que serán necesarios elaborar para logra un vínculo adecuado.
En la actualidad, el modelo de familia está cambiando, las funciones que se asigna a
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