El estado indispensable y el mito de la incompetencia del estado.

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nacionales guarden su parte del mercado mundial. Eso implica la utilización de subvenciones para la exportación, directas u ocultas. Hay dos medios para que las empresas domiciliadas en un país poderoso puedan desarrollar sus exportaciones a países menos ricos. Por una parte el estado debe ejercer una presión y cuando proceda presión militar, con el fin de obtener un liberalismo comercial, eliminar a sus competidores.

Por otro lado, puede conservar su monopolio de hecho en el mercado mundial, prohibiendo la venta de tecnologías avanzadas y estratégicas al exterior.

“Aumentar el precio en un mercado relativamente cerrado beneficio. Otra manera de llegar al mismo resultado consiste en minimizar los costes de producción”, según (El estado indispensable, Immanuel Wallerstein). El estado también desempeña un papel importante sobre el costes de los inputs (Elemento de producción, como un terreno o una materia prima; RAE, edición 22ª, 2001)

Por último, el tercer coste, el de los impuestos que sin duda alguna hoy es mayor que hace años, su explicación es simple: la democratización del mundo. ¿Cómo ha aumentado en todo este tiempo? Ya que la gente ha ejercido poder al estado pidiendo educación , servicios sanitarios, jubilación, salario mínimo, seguro de desempleo…

Segundo texto: EL MITO DE LA INCOMPETENCIA DEL ESTADO

Hoy en día el debate sobre la incompetencia del estado sobre resolver los asuntos de máxima importancia flojea pero en este artículo propaga una visión positiva por la inversión de desarrollo y tecnología.

Como dijo Keynes en su ensayo The end os laisezz faire, “Lo importante no es que el Gobierno haga las mismas cosas que los individuos ya están haciendo, que las haga un poco mejor o un poco peor; lo importante es que haga aquellas cosas que nadie está haciendo en el presente. Eso es lo que hicieron algunos gobiernos empezando por el estadounidense, que es uno de los más activos cuando se trata de apostar e invertir por sectores estratégicos, la mayoría de ellos relacionados con la innovación y las nuevas tecnologías. Ocurre lo mismo como en el sector farmacéutico, nanotecnológico y biotecnología.

La confusión del Estado viene principalmente de la veneración ciega y absoluta por lo que se conoce como capital de riesgo. Detrás de la mayor parte de los éxitos y descubrimientos más importantes está la mano invisible del Estado. El capital es fundamental para desarrollar ideas, impulsar nuevas industrias y generar riqueza pero de la misma manera el capital riesgo público es el que suele germinar el proceso y establecer la plataforma común amplia.

La conclusión de este texto se puede centrar en que ese mito es completamente falso en la manera de la que el Estado enfoca incluso en tiempos de crisis una fomentación de la innovación y de la estructura.