El precio de mañana

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También está el hecho de que la sociedad, el gobierno, pretende disminuir el exceso de población quitándole el tiempo a la gente que menos tiene. Suben las tarifas en los servicios, en las comidas, conscientes de que habrá gente que tendrá que morir por no poder alcanzar los estándares de tiempo que se requieren.

En la vida real, no creo que sea posible hacer realidad el tema que se trata en la película. Este mundo se rige por el dinero que tengamos, sin importar el tiempo que inviertas para ganarlo. Existen muchas similitudes de acuerdo al valor que se le da al dinero en la vida real con el valor que se le da al tiempo en la película, pero solo eso. Hay gente que mata para conseguir dinero, hay gente que trabaja todo el día para conseguir solo lo suficiente para sobrevivir, pero no es algo que te quite la vida literalmente; te roba gran parte de ella en el intento, pero seguimos en la lucha, solo que nuestro interés está en las cosas materiales, en cosas tangibles, que podamos tocar.

CONCLUSION

Pienso que no estaría de más estar más pendientes de nuestro tiempo, sin llegar a los extremos como en la película, claro. Pero definitivamente, si administráramos mejor nuestro tiempo, lo valoráramos mas, tendríamos un mayor aprovechamiento en nuestras actividades diarias, seriamos más responsables y tendríamos un mayor rendimiento. Pensamos que el tiempo no es importante, lo derrochamos, incluso días enteros sin hacer nada, pero es cuando somos mayores que nos damos cuenta que pudimos haber hecho muchas cosas si solo nos hubiéramos organizado mejor, o si no hubiéramos desperdiciado el tiempo en cosas que no eran importantes o no valían la pena. Es numerosa la cantidad de gente que menciona que les faltó tiempo en su vida para hacer lo que quisieron, para viajar, para conocer, para estudiar, incluso para vivir, sin darse cuenta que la vida es el día a día, que pudieron haber hecho lo que ellos querían, hubieran podido viajar, conocer, hacer lo que quisieran, pero malgastaron su tiempo en cosas que no eran tan importantes, malgastaron el tiempo que ahora reclaman, sin siquiera haberse dado cuenta de ello.