Gino Germani investigacion isla maciel.
Enviado por poland6525 • 2 de Abril de 2018 • 1.759 Palabras (8 Páginas) • 386 Visitas
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Las pésimas condiciones económicas que caracterizaron a la más reciente ola de migración interna repercutieron en el tipo de residencia conseguido. Clausurada la opción de pagar un alquiler, las familias arribadas se veían en la obligación de construir sus propias casas en una zona carente de los servicios esenciales –agua, electricidad y cloacas- y, por tanto, propicia para la aparición de enfermedades. La precariedad de los materiales utilizados volvía a las moradas vulnerables a los incendios y las inundaciones. En consecuencia, la vida en la villa resultaba más difícil que en la “isla”, a pesar de que aquí predominaban conventillos acechados por graves dificultades,como la falta de higiene, el hacinamiento y la ausencia de intimidad.
En este contexto, se desenvolvían familias migrantes recientes que presentaban diferencias con las de los nativos y los inmigrados de mayor antigüedad de residencia. En efecto, entre aquéllas había una proporción más elevada de uniones libres. Según Germani, un dato semejante ponía reservas a la imagen de la familia rural o de áreas menos urbanizadas con un apego inquebrantable a los valores tradicionales. Lejos de ella, el sociólogo italiano conjeturaba que la adquisición de la pauta del matrimonio legal constituía un síntoma de la integración a la ciudad. Ciertamente, su asunción indicaba que comenzaba a funcionar como un símbolo de respetabilidad ante la sociedad urbana, que la veía con buenos ojos, lo que, a su vez, suponía la transformación de ésta en el grupo de referencia predilecto.
Asimismo, las familias de inmigración más reciente tenían, en promedio, mayor cantidad de hijos que las pertenecientes a los otros dos grupos. Combinado con la información precedente, este dato mostraba la alta proporción de nacimientos ilegítimos en aquéllas.
Otro de sus atributos residía en la menor predisposición a la limitación voluntaria del número de hijos. En modo alguno esto era desdeñable, por cuanto reflejaba la ausencia de una pauta de vida vinculada con la previsión. Tal carencia resultaba un signo de la falta de integración a la sociedad moderna, caracterizada por la expansión de esquemas y valores asociados con la racionalidad.
Idéntica conclusión extraía el sociólogo italiano del comportamiento económico de las familias que ocupaban el centro de su atención. La ausencia de previsión se debía, en buena medida, a tres factores de índole material: en primer lugar, la percepción de remuneraciones inferiores; en segundo lugar, el carácter diario de la paga; por último, la menor proporción de integrantes que aportaban, originada, en parte, por el mayor tamaño de la familia. Con todo, Germani subrayaba que la situación económica de quienes llevaban más tiempo viviendo en la ciudad no era muy distinta de la de los arribados recientemente, a pesar de lo cual sus actitudes hacia los gastos variaban, lo que mostraba cierta adquisición de las pautas de previsión y regularidad.
Por otro lado, una alta proporción de los habitantes de la villa que recibía un ingreso no lo destinaba en su totalidad al mantenimiento de su familia. Este dato, sumado al hecho de que la zona precaria de Maciel registraba el porcentaje más elevado de jefe único concurrente a espectáculos –cine, eventos deportivos-, hacía pensar que la porción restante de la remuneración se disipaba con frecuencia en consumos individuales, lo que señalaba la ausencia de actitudes de cooperación que, según Germani, configuraban un clima familiar más abierto y democrático.
El abandono y la deserción escolar, el trabajo infantil y la conformación de pandillas juveniles completaban el panorama desolador que condujo al sociólogo italiano a concebir la “Villa Maciel” como un área caracterizada por un elevado nivel de desorganización social. Algunos de sus síntomas habían llegado junto con el grupo de inmigración reciente. Por caso, el alto porcentaje de uniones libres, la falta de actitudes racionales y la gravitación de un clima familiar poco democrático. Otros fueron ocasionados o se vieron agravados por el impacto de la vida urbana sobre aquél. En este punto, la desorganización se expresó también en altas tasas de prostitución y alcoholismo.
Por lo demás, el deterioro de los mecanismos de control en los planos de la intimidad, la comunidad local y la sociedad global, garantizados respectivamente por la familia, la participación en diversas asociaciones –clubes, mutuales, sindicatos- y el acceso a los medios de información –diarios, revistas y radios-, sin la construcción de formas sustitutas, no hacía más que perpetuar tales condiciones de vida.
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