LA RELACIÓN LABORAL ESPECIAL DE LOS SERVICIOS DEL HOGAR FAMILIAR
Enviado por klimbo3445 • 3 de Septiembre de 2018 • 10.343 Palabras (42 Páginas) • 493 Visitas
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Además de todos los avances mencionados, nos gustaría hacer especial alusión a un último cambio, está íntimamente ligado al artículo 12 del Real Decreto objeto de análisis y consiste en que las empleadas que realizan el trabajo doméstico, además de estar obligadas a estar dadas de alta en la Seguridad Social, lo cual, implica tener que encontrarse en una situación regular o legal pueden sus relaciones laborales ser objeto de inspección por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de acuerdo al artículo mencionado en líneas anteriores.
Mediante estas inspecciones entendemos que se pretende evitar que haya infracciones en el ámbito del servicio doméstico y que se abogue por el buen cumplimiento de la legislación. No obstante, atendiendo a los datos que reflejan la realidad de este sector en España, creemos que el cumplimiento de este objetivo se encuentra lejos de ser conseguido. Tal y como hemos expuesto anteriormente, la demanda de este tipo de servicios ha aumentado en nuestro país en los últimos años debido a las causas expuestas, lo cual ha traído consigo el resurgimiento de este sector con población principalmente inmigrante y altamente feminizado. Desde nuestro punto de vista, y como desarrollaremos posteriormente, la mayoría de estas mujeres procedentes de distintos países se encuentran en situación irregular y la mayoría de estas no encuentran amparo en la legislación española actual.
Tras llevar a cabo esta breve introducción exponiendo la procedencia del trabajo en el seno del hogar y la regulación a la que se encuentran sujetas las relaciones laborales derivadas de ella, continuaremos con el análisis más detallado de los distintos epígrafes recogidos en el índice.
- SITUACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA
El empleo del hogar, en muchas ocasiones, denominado como trabajo doméstico, abarca un conjunto de tareas domésticas o labores del hogar, como pueden ser la limpieza de la vivienda, el cuidado de personas dependientes, el cuidado de niños, las compras para el hogar, la preparación de alimentos, etc. El trabajo doméstico puede ser realizado por el propio propietario de la vivienda o bien por una persona ajena que ha sido contratada para realizar los servicios domésticos. Por lo tanto, el empleado del hogar es aquella persona que realiza las labores domésticas o del hogar a cambio de un salario. Estos empleados pueden ser internos, en caso de que el trabajador viva en la casa del empleador, o externos, cuando el trabajador es contratado para una jornada laboral determinada.
A principios del siglo XX, los empleados del hogar eran, en la mayoría de las ocasiones, mujeres que recibían el nombre de “sirvienta” o “criada”. Durante el pasado siglo, lo más común era que los empleados del hogar residieran en las viviendas donde prestaban servicios domésticos y generalmente, consistía en un trabajo no remunerado.[2]
Sin embargo, los tiempos fueron cambiando paulatinamente y la economía de las familias también. En consecuencia, se produjo un mayor poblamiento de la clase media y los ingresos de las distintas familias se fueron igualando. Durante el transcurso del siglo XX, el servicio doméstico a tiempo completo se hizo infrecuente y los empleados del hogar empezaron a ser contratados para jornadas laborales de diversa índole.
En la década de los noventa, se produjo un crecimiento económico en España, por lo que se convirtió en un país atractivo para los extranjeros. Actualmente, se ha producido un envejecimiento en la población del país, debido a la incorporación de la mujer al mercado laboral y la evolución que se ha producido dentro de las familias.
Tal y como hemos mencionado, se ha producido la incorporación de la mujer al mercado laboral pero en contraposición a esto, podemos apreciar que no se da la conciliación de la vida familiar y la vida laboral. Ante esta problemática de la conciliación, hoy en día las familias están optando por la contratación de los empleados del hogar para la realización de los servicios domésticos, como pueden ser realización de las tareas del hogar, el cuidado de personas dependientes o de niños.
Por otro lado, tal y como iremos exponiendo, se trata de un sector en el que predominan las mujeres y cada vez son más las inmigrantes que están trabajando como empleadas del hogar. Una de las razones de su inmigración es que estas personas extranjeras podían venir a España a trabajar como empleadas del hogar con un contrato de trabajo. Teniendo en cuenta la situación de crisis económica y política que estamos viviendo hoy en día, se considera que el grado de cumplimiento de las condiciones laborales de estas trabajadoras ha disminuido de manera más que considerable.[3]
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TIPOS DE EMPLEADAS DEL HOGAR
Actualmente, podemos encontrar dos tipos de trabajadoras del hogar, las internas, y las externas.
3.1- Empleadas del hogar internas[4]
En lo que a las empleadas internas se refiere, son aquellas que se alojan en la casa en la que desempeñan sus labores. Estas, se ocupan de tareas como, la limpieza de la casa, la cocina, la colada, los recados y el cuidado de los niños, ancianos y/o mascotas si los hubiere. Estos últimos cuidados implican en el caso de los niños, la atención continua a éstos, darles de comer, bañarles, llevarles al colegio o a diferentes actividades e incluso jugar con ellos en casa o en la calle, entre otros muchos. En el caso de los ancianos, implicaría atender a sus necesidades, dónde si fueran discapacitados necesitarían una mayor atención probablemente.
En relación a las ventajas, distinguimos entre el provecho que supone para la familia que la contrata y para el propio empleado.
En lo que a la familia se refiere, la interna se ajusta en todo momento al horario de la familia, está en casa las 24 horas del día para cualquier necesidad que tengan. Esto suele ser común actualmente, en familias donde ambos miembros de la pareja trabajan y necesitan que alguien lleve el cuidado de los niños o ancianos que estén a su cargo, lo que les permite cierta tranquilidad dado que siempre habrá alguien haciéndose cargo de la casa. Sin embargo, como desventajas, podemos puntualizar la poca intimidad que supone tener a una empleada del hogar durmiendo en casa, por no hablar del coste que supone mantener a una persona trabajando todo el día (respetando sus horas libres), se le debe de administrar un sueldo y además proporcionarle el resto de necesidades, como una habitación y comida entre
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