La Biblioteca.

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Aun camino a la biblioteca, me detengo un momento a abrochar mi abrigo, pues el clima no es muy bueno en estos lugares, y me encuentro con una escena que se ve a menudo, pero pocos hacen algo para que no ocurra, me refiero a los rayados a los monumentos que posee esta ciudad, una especie de burla de personas insensatas que no tienen cosas más importante que hacer. Y de repente, algo tremebundo se acaba de producir, el busto del fundador de nuestra ciudad fue rayado de forma irreparable. Quizás fue una forma de subvertir a los habitantes de esta población, la cual siente una gran admiración ante la persona, que fue capaz de la abdicación a su trono por quedarse en estas tierras, las cuales consideraba su mayor riqueza.

Quizás una de las características más importantes de esta ciudad sea su gran riqueza patrimonial. Creo que los antiguos gobernantes de esta región no escatimaron con gastos para construir una gran cantidad de edificaciones, que solo al verlas se puede apreciar que no fue un trabajo fácil. Grandes y antiguas catedrales construidas con piedra tallada que datan del año 1.600 D.C. aproximadamente. En su interior se dejan ver grandes estatuas, cada una con un nombre de un santo, las cuales son visitadas por miles de personas, en busca de uno que otro milagro o agradeciendo por los ya concedidos. Tanto es así, que gente inescrupulosa se instala a los alrededores de estos lugares a vender ciertas pociones extrañas y te instan a tomar algún brebaje desconocido que dicen ser milagrosos…lo peor de todo, es que la gente ingenuamente les cree.

Mi travesía acaba de llegar a su fin, pues me encuentro frente a la entrada de la biblioteca, edificación antigua que cuenta con enormes puertas de madera y pequeñas ventanas que dejan entrar la luz necesaria para iluminar su interior, sin necesidad de utilizar luz artificial. En ella se encuentra una bibliotecaria que siempre me atiende de manera gentil y amable, lo cual se contrapone a lo que la gente dice, una mala atención, siempre regañando a la gente o a veces se le ve muy depresiva sentada detrás de su escritorio… ¿será bipolar?, quien sabe.

Hoy he tenido suerte, pues mi sitio preferido está desocupado, no es gran cosa, solo una linda y cómoda butaca y una pequeña mesa en toda una esquina, lo que me permite leer tranquilamente un buen libro. Pero antes tendré que hacer algo, que no a muchos les gusta…mi tarea, y al revisar la bibliografía de mi asignatura, me di cuenta de que tengo que leer un par de libros que, por el título, no parecen interesantes…”La Biósfera” y “Un Planeta Reciclable”. Quizás eso no sea lo que realmente desmotiva el leer estos libros, sino el lugar donde se encuentran…el subterráneo. Mucho se dice de este lugar, en donde se cuentan mil y una historias sobre almas en pena, de libros que se mueven solos y de personas que en un momento ves y luego no están. Se dice también, que este lugar se construyó sobre un antiguo cementerio que pertenecía a la iglesia que se encuentra a un costado…¿será verdad?, creo que nadie lo sabe. Tendré que pedirle a alguien que me pueda subvenir para ir a buscar estos libros y no morir de espanto en el camino. Sin embargo, esta es la parte que realmente hace excitante venir a la biblioteca, pero esa es otra historia.

F I N