La sociedad teledirigida Giovanni Sartori
Enviado por Jerry • 22 de Julio de 2018 • 1.076 Palabras (5 Páginas) • 444 Visitas
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El aprendizaje mediante una pantalla no es miserable siempre y cuando se haga a través de una interacción, donde el aprendiz es activo en lugar de pasivo, es decir, tiene la capacidad de interactuar y no solo recibir y almacenar.
Es en esto donde el ciberespacio tiene su gran triunfo en contra de la televisión: ambas son proveedores de información, la diferencia es que la televisión dicta e impone ésta lo cual nos reduce a meros receptores de información “programables”. En la contraparte, el ciberespacio habilita la discusión y el diálogo entre sus usuarios, nos abastece de información necesaria para profundizar en temas de interés y nos permite hacerlo de manera rápida y eficiente; además se debe tomar en cuenta que la información del ciberespacio no solo es información proporcionada por imágenes, sino palabras escritas.
La televisión afecta de manera negativa facciones fundamentales de nuestra vida y es un factor determinante en la apreciación de la vida política.
Debe ya quedar claro que la televisión irrumpe y asedia nuestra vida desde todos lados y en todo momento, como un francotirador preciso y sin descanso, ocupado en implantar información agradable y fácil de “comprender” desde que nacemos y hasta que morimos u optamos por la palabra escrita. En la política y su manera de percibirla es donde los medios de comunicación, especialmente la televisión y cadenas de noticias, al ser el instrumento de mayor difusión social, juegan un papel esencial en la determinación de la opinión publica, ya que ver es creer, aparentemente.
Sartori nos advierte de tres herramientas extremadamente útiles para adecuar la “verdad” a los intereses de cada cadena televisiva y del candidato que apoyan y es fácil que estas herramientas convenzan pues al perder la capacidad de abstracción se pierde la capacidad para identificar y separar lo verdadero de lo falso: en primer lugar la desinformación o subinformación, que no es más que una edición de la información original, consiste en ajustar y preparar la información para proteger sus intereses; en segundo lugar los sondeos y las estadísticas, es cierto que las matemáticas no mienten pero si su interpretación; asimismo la forma de plantear las preguntas tiene un efecto determinante en las respuestas obtenidas por “el pueblo”, por lo que se puede confiar ciegamente en ellas; y por ultimo el video-poder, que es la personalización del candidato y no de sus ideas, oír pensamientos y argumentos es algo tedioso y aburrido, lo cual conlleva a poca audiencia y por lo tanto pocos electores, en cambio ver al candidato de personalidad fuerte y con discursos enigmáticos donde cada quien oye lo que le conviene, observar sus acciones compasivas y su carisma palpable es interesante y entretenido.
Para concluir me siento con la responsabilidad de presagiar un obscuro y monótono futuro si el ser humano sigue basando la mayoría de su tiempo y aprendizaje en lo contemplado en la televisión. Es indudable que no hay nada más cómodo que contemplar, que leer y buscar es cansado y requiere esfuerzo, sin embargo ayudémonos de las sabias palabras de Anna Frank, “La pereza puede parecer atractiva, pero solo el trabajo te dará satisfacción verdadera”. No debe sorprendernos que esta niña haya escrito esto a los trece años, pues ella no veía la televisión, sino leía y escribía. Honremos y optemos por la palabra escrita.
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