Las Respuestas de las preguntas de la epopeya La Odisea

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Ella y sus criadas lo conducen a la cuidad de los feacios, y Odiseo cuenta a los reyes feacios cómo estuvo cautivo durante siete años en la isla Ogigia, a merced de Calipso. Pronto permaneció a la deriva en la balsa edificada por él mismo, hasta que llegó a Esqueria y se hubo auxiliado por Nausica. Dos de las presentes costumbre en la rapsodia fueron el cobijo hacia los huéspedes y hacer tragos en decoro de los dioses.

Alcínoo reúne al ágora con el fin de presentar a Odiseo ante los feacios y opinar que deben remitir al forastero a su hogar lo antes posible. Odiseo rompe en llanto al escuchar el canto del aedo Demódoco. Los feacios practicaban diversos de portes como el lanzamiento del disco, pugilato, lucha y carreras, y Odiseo sobresale en el lanzamiento del disco, llamando la atención de los espectadores y de los feacios. En el país de los feacios eran doce los príncipes los que gobernaban en país de los feacios, cada uno obsequia a Odiseo con un manto, una túnica y un talento de oro. La cuidad de Troya termina cuando los griegos salieron, unos de las naves y otros del caballo de madera construido por Epeo, y devastaron la ciudad.

Posteriormente de matar a diversos cícones, hurtaron algunas mujeres y tesoros. Si bien Odiseo les aconsejó marcharse, ellos tomaron mucho vino y se emborracharon. Así que los cícones supervivientes yacieron a traer a muchos más, apostaron en escape los aqueos y mataron a 6 de ellos. Los lotófagos eran hombres comedores de flor de loto, y los hombres de Odiseo consumen la flor y olvidan sus ganas de volver a su patria, por lo tanto él solventa que la mejor elección es trasladarlos a la fuerza y atarlos a su embarcación. Luego de hostigar cabras en las islas cercanas, Odiseo con su tripulación transitan a la isla de los cíclopes. Aquí hallan rebaños, requesones y leche. Los hombres disipan apoderarse en contra de los ambiciones de Odiseo. En aquel momento emergió el cíclope al que concernía todo aquello para coleccionar sus rebaños en la cueva en que se hallaban las provisiones. Odiseo sale ante el cíclope Polifemo, de monstruoso aspecto, y le suplica hospitalidad. Polifemo se burla y señala que él no se resguarda ni siquiera de Zeus y los dioses. Se comió a dos de los tripulantes de Odiseo y aprisiono a sus hombres junto con él. Al sucesivo día el cíclope sale, no sin antes comerse a otros dos compañeros de Odiseo. Éste zanja que cegará al cíclope con una tranca que han preparado. Al volver Polifemo, Odiseo lo confunde: lo emborracha con el vino que llevaba consigo, le explica que su apodo es “Nadie”, espera a que se quede dormido y le perfora el ojo con la gran estaca. Exasperado el cíclope clama en pos de ayuda pero no la recibe. Todavía se encuentran prisioneros en la cueva y para prorrumpir sin ser descubiertos por el cíclope; Odiseo y sus compañeros salen sujetados de la lana de los ramiros. Luego de aventarse, Odiseo se burla del cíclope y le dice su auténtico nombre. Polifemo pide a Poseidón que condene a Odiseo. Polifemo era un monstruo de aspecto temible, enorme, con una fuerza sobrenatural, y tenía solo un ojo en el medio de su cara, el que Odiseo sega con una estaca. Odiseo contaba con valentía, inteligencia, fuerza y juicio, que le ayudan en su aventura con el cíclope, y que salga intacto de ello.

Eolo tenía 12 descendientes, seis hombres y seis mujeres, que casó a cada uno de sus hijos con cada una de sus hijas. Eolo regala a Odiseo odre con los vientos englobados, que lo tutelaría hasta su morada. Odiseo debe volver a Eolo ya que sus tripulantes soltaron de la bolsa a los vientos y eso les hizo ir de regreso hasta allá. Posteriormente fallecieron los que tripulaban las naves ayudantes de Odiseo gracias a que los lestrigones les arrojaron enormes pedruscos que arruinaron las embarcaciones de los mismos. En la isla de Circe, los acompañantes de Odiseo son encerrados en pocilgas, convertidos en cerdos y drogados, mientras que Odiseo se salva gracias a la advertencia de Hermes y la hinca de moly que le concedió para que la consumiera.

Odiseo llega al reino de Hades, que es donde deben ir todos los difuntos, y habla con el adivino Tiresias el tebano. La madre de Odiseo, Antíclea, le pregunta el por qué ha bajado hasta allí, .y él le cuenta que fue en busca de Tiresias y le pregunta que ha sido de su hogar y su familia. Antíclea le dice que Penélope lloriquea infatigablemente y Laertes está en el campo entre los esclavos, anhelando su regreso. En el reino de hades, Odiseo pudo ver a otros personajes, tales como Tiro, Alcmena, Yocasta, Leda, Aquiles, Minos, entre otros.

Al llegar a la isla Eea, todos realizan el funeral de Élpenor. En seguida Circe los recibe, les da despensas y algunos consejos para su marcha; dice que es preciso que tengan cuidado al pasar por la isla de las sirenas, y después deberá optar entre dos caminos: el que lo lleva por las rocas Erráticas; o el de los escollos de Caribdis y Escila, también que en Trinacia no coma el ganado del Sol porque perecerá. Escila y Caribdis son seres que moran sobre las rocas y con un semblante monstruoso y luego debajo el mar, chupando el agua y expulsándola tres tiempos al día. Odiseo mandó a sus hombres a que se taparan los oídos y que lo ataran a él al árbol para poder oír los himnos de las sirenas sin perder la vida. La tripulación de Odiseo es castigada porque desobedecieron al consejo dado por Circe, y comieron las vacas del Sol. Odiseo fue arrojado a Ogigina, la isla donde habitaba ninfa Calipso.

Odiseo llega a Ítaca por medio de un barco dirigido por feacios, destinado por el rey Alcínoo. Poseidón, enfadado con los salvadores de Odiseo, decide destruir la nave prestada a él en su regreso a Esqueria, colocando frente a los ojos de la población un gran peñasco frente a las costas, de manera que todos lo vieran y descifraran como una señal del cólera de Poseidón hacia la costumbre de transportar forasteros por el océano. Odiseo reconoce donde se encuentra a la diosa Atenea, quien va deja ver ante sus ojos los sitios que desde hace mucho tiempo no veía. Atenea, con el propósito de proteger a Odiseo de los pretendientes de Penélope, le da un aspecto de un viejo mendigo, y Odiseo emprende su camino hacia el encierro de Eumeo.

En la casa de Eumeo, es recibido hospitalariamente, que inocentemente lo cree un mendigo miserable. El porquero le cuenta como su señor marchó a Troya y ahora numerosos príncipes acaban sus bienes e acosan a la reina Penélope. Odiseo le dice a Eumeo que su señor volverá ese mismo año al terminar el mes. Le dice un nombre y una falsa historia. El porquerizo le informa inconscientemente acerca del viaje de Telémaco y la asechanza de los pretendientes.

Al llegar a Ítaca, Odiseo puso a Teoclímeno