MI BIOGRAFÍA LECTORA

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En el colegio, de un momento a otro, se desató un rigor por la lectura, en los pasillos no se veía casi gente corriendo o jugando en descanso, sólo se veía grupos hablando de los libros, y compañeros leyendo, tanto fue que despertaron mi curiosidad, le dije a una compañera que me prestara uno y fue allí donde me tocó entrar en una lista de espera, pero fue leyendo “Volar sobre el pantano” de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, que entendí que todo lo que se quiere se puede lograr. También tuve la oportunidad de leer ,”Juventud en Éxtasis”, “Un grito desesperado I Y II”, del autor ya antes mencionado, libros que en esa época era difícil conseguirlos.

Hubo un momento de mi vida que entre en chock en la lectura, nada me atraía hasta que nació mi hija Daniela, las revistas de bebé y los libros de medicina llamaron mi atención, en estos momentos nada de lo que leía me daba respuesta o me alentaba, cada día me sentía mas confundida; fue en las revistas de relajación y masajes donde encontré un poco de tranquilidad.

Luego pasaron los años y con ellos “La maternidad” de Laura Gutman, “¿Qué le ocurre a mi hijo?”, “La culpa es de la Vaca”, “La culpa es de la Vaca para mujeres”, “El Kamasutra” en todas las versiones, “Te amo…pero soy feliz sin ti” y todos a aquellos libros de dieta que se me atravesaran.

Mucho más tarde, en mi paso por la Normal Superior , leí muchos autores pedagogos. Pero un libro que nunca dejé, durante mi estadía en la Normal, fue “ Educar sin gritar” de Guillermo Ballenato, este libro fue mi guía, en todo, absolutamente todo.

En cierto momento de mi vida, llegó un libro llamado “El olvido que seremos” de Héctor Abad Faciolince, y con él, toda lectura de él que encontré en internet, ya que logró conquistar este corazón lector que estaba un poco desahuciado y fue este libro quien logró conectarme aun más al amor por la vida, por los hijos, por el arte y por la justicia.

Estando en internet, en Facebook, me llamó la curiosidad que mi sobrina mayor María Alejandra Sánchez se hiciera llamar María Alejandra de Grey, fue donde me interesé en esta lectura erótica que logro sentarme por varias noches hasta terminar con esa trilogía.

En la universidad, el hábito lector aumentó considerablemente tanto que desde que inicié esta carrera, siempre hay algo que leer, muchos textos, cuentos y libros. “Si una noche de invierno un viajero”, “Cien años de Soledad”, “Aura” de Carlos fuentes y algunos cuentos como “El gato negro” y “Como se salvó Wang-fo” que está entre las historias que más he disfrutado en este proceso, una historia que me gustó mucho, me sorprendió, me dejó claro que los seres humanos somos capaces de dejar todo para lograr lo que queremos, que nuestra paz y nuestra satisfacción no siempre nos la dan las cosas materiales, que el respeto, la admiración sobrepasa todos los límites, y que la imaginación puede llevarte donde desees, te permite llegar más arriba de lo que alguna vez imaginaste alcanzar.

Mirando esta retrospectiva de mi vida lectora, veo con melancolía mis inicios motivados por mi madre, siento con agradecimiento el haberme inculcado esta hermosa disciplina, ya que gracias a ella pude conocer la importancia de la lectura y lo maravilloso que es viajar por diversos mundos a través de los Libros.

Olga Mercedes Martínez Vergara