Manejo de desastres naturales Juan Diaz
Enviado por Rebecca • 24 de Noviembre de 2018 • 5.520 Palabras (23 Páginas) • 502 Visitas
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Si bien las estadísticas y las bases de datos sobre ocurrencia de desastres muestran a la República de Panamá como un país con una ocurrencia y un nivel de impactos de desastres relativamente menores en comparación con el resto de Centroamérica; el país no está exento de ellos y el ritmo acelerado de desarrollo e intervención sobre el territorio que viene evidenciando Panamá, tiende a aumentar la exposición física y vulnerabilidad de las comunidades al impacto de amenazas naturales y tecnológicas asociadas.
De acuerdo a su posición geográfica y sus características geo-tectónicas el país está expuesto a algunas amenazas hidrometeorológicas y geofísicas. De acuerdo a su extensión territorial, Panamá se ubica en la posición 14 entre los países con mayor exposición a múltiples amenazas. Según el estudio del Hotspot del Banco Mundial, el país tiene un 15% de su área total expuesta y un 12.5% del total de su población es vulnerable a dos o más amenazas. El mismo estudio ubica a Panamá entre los 35 países con el mayor porcentaje de su población con un riesgo de mortalidad a múltiples amenazas “relativamente alto”.
Según estudios de la Universidad de Panamá, el país se puede dividir en cuatro regiones o zonas de amenazas según la presencia e intensidad de sismos, vientos huracanados, inundaciones y deslizamientos. Estas regiones son: región de Azuero (sequías, inundaciones, sismos y vientos huracanados); región Occidental (inundaciones, sismos y vientos huracanados); Región Metropolitana (inundaciones, vientos huracanados y sismos); y Región Oriental (sismos e inundaciones).
Panamá está caracterizado por precipitaciones intensas y de larga duración, tormentas, fuertes descargas eléctricas, inundaciones, incendios de masas vegetales, trombas marinas, terremotos, y episodios El Niño-La Niña. Por otro lado, modelos Globales de Cambio Climático indican que Panamá estará sujeto a cambios climáticos severos, tales como incremento de la temperatura, sequías, precipitaciones más intensas, tormentas más frecuentes, y elevación del nivel medio del mar.
El país forma parte del bloque o Microplaca Panamá, que es un área sísmica activa, y las fallas geológicas más importantes son la de Tonosí, Zona de Fractura de Panamá, Falla de Gatún y el ‘cinturón deformado del norte de Panamá’. Por tanto pueden ocurrir terremotos, como: el de la provincia de Los Santos (1913), Bocas del Toro (1916), Veraguas (1941), Panamá (1971), Darién (1974) y el más grave ocurrido en Bocas del Toro en 1991, que dejó un saldo de 23 muertos, 337 heridos y 720 casas destruidas. Más reciente, se han producido fenómenos como los movimientos sísmicos en Chiriquí (2001), Colón (2003) y las trombas marinas en la Bahía de Panamá (2002).
También se han registrado maremotos o tsunamis como el que se registró en 1882 en la región de Kuna Yala, al igual que en Chiriquí en el año 1934.
El 6 de julio de 1992 se registró un tornado en el área de Juan Díaz con vientos de más de 300 kilómetros por hora. Con una población de aproximadamente 28.6% en condición de pobreza, incluyendo la pobreza urbana, existen concentraciones poblacionales en áreas altamente vulnerables. Estas zonas se asocian a patrones de desarrollo urbano espontáneo, que no contemplan las normas de construcción y con un impacto muchas veces negativo sobre el ambiente (acumulación de residuos en fuentes de agua y basureros informales).
En la última década el Gobierno de Panamá realizó 12 declaraciones de emergencia de alcance nacional/regional. El 7 diciembre de 2010 dio inicio “La Purísima” la mayor tormenta de tres días registrada en la Cuenca del Canal de Panamá, prolongadas precipitaciones provocaron serias inundaciones, 500 deslizamientos que impactaron seriamente al país y llevaron a declarar la emergencia nacional. Estas inundaciones dejaron a gran parte de la ciudad de Panamá sin agua potable por semanas y obligaron al cierre del tránsito en el Canal de Panamá. La asignación de fondos por sector para la respuesta y rehabilitación después de estas inundaciones superó la cifra de US$ 149 millones.
Durante el año 2012 el Banco Interamericano de desarrollo aprobó un préstamo de 100 millones de balboas los cuales fueron dirigidos al apoyo en los procesos de reducción de la vulnerabilidad ante los desastres naturales y efectos climáticos.
Dicho programa está diseñado para mejorar la gestión de riesgos, reducir eventuales pérdidas económicas causadas por fenómenos naturales, y colocar al país en una posición de ventaja frente a la adaptación al cambio climático. Incluyendo fortalecer al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para desarrollar una estrategia financiera que incluya el dimensionamiento de un fondo de reservas que permita una cobertura adecuada para eventos recurrentes. También incluye la formulación de políticas y planes de gestión de riesgos que contribuyan a mejorar los indicadores que miden el desempeño del país en este sector.
Han contribuido a la creciente vulnerabilidad en el área de la ciudad el crecimiento urbano acelerado, el desarrollo de infraestructura en zonas de riesgo, el cambio intensivo en el uso de la tierra y la degradación ambiental de las cuencas hidrográficas.
1.1.1Áreas más vulnerables de Panamá
Las comarcas Ngäbe Buglé, Emberá -Waunaan y Guna Yala, corresponden a las regiones de mayor vulnerabilidad ante desastres naturales. No obstante, al realizar el análisis por corregimientos se pudo identificar que los más vulnerables a desastres naturales corresponden a, Juan Diaz (33.74), en la provincia de Panamá, Guabito (27.5) y Punta Laurel (12.5) en Bocas del Toro. La vulnerabilidad en las comarcas indígenas se caracteriza mayormente por condiciones precarias de la vivienda, mientras que en las áreas urbanas se relaciona con una elevada ocurrencia de desastres y personas y viviendas afectadas por los mismos, junto a un elevado porcentaje de población migrante.
1.1.2 Situación Institucional
De acuerdo con la Ley del 11 de febrero de 2005, le corresponde al Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) el establecimiento y ejecución de todas las políticas y planes de acción dirigidos a prevenir los riesgos materiales y psicosociales de los desastres naturales y antropogénicos.
De esa manera, le corresponde recopilar y mantener un sistema de información, promover un plan nacional de gestión de riesgos, formular y poner en marcha estrategias y planes de reducción de vulnerabilidades y de gestión de riesgo, confeccionar planes y acciones orientados a
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