Observaba quieto esas familias de blancos disfrutando del breve momento en que Phoenix permite a sus residents poder salir al parque
Enviado por Ledesma • 12 de Diciembre de 2018 • 976 Palabras (4 Páginas) • 336 Visitas
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A Puerta cerrada, soy el vivo ejemplo de un adulto victimizandose de maltrato en todos su tonos, viviendo las mieces de una familia disfuncional donde el machismo y el alcoholismo de mi padre hacian tregua a diario con los miedos y la ignorancia de mi madre y su mutuo interes de no demostrarse a si mismos y a la sociedad que tenian un matrimonio fallido.
Ante el mundo mostraba entereza e integridad, siempre con mucha elocuencia lograba hacer evidente el exito economico de la familia y me divertia jugar con la envidia de los demas. Era un nino adulto que buscaba robarle la infancia a su vida, para pasar a asuntos mas relevantes que un trompo y unas canicas.
Ante mi, era un impotente mocoso que vivia con miedo de vivir, que fantaseaba con la idea de tener una vida normal, una familia unida que pudiese disfrutar de unas vacaciones, o de un dia sin patanerias o violencia. Era dificil pretender educacion, teniendo un padre que no se sacaba la verga de la boca. El rencor, el miedo y la impotencia de saber que mi madre era maltratada en manos de un alcoholico dejaba mi infancia en veto. La escuela era mi refugio, un lugar donde podia poner mis problemas en pausa. No es dificil imaginar porque ocupe los mejores lugares de generacion por mas de 17 anos.
2000 anos pasaron y el mundo decidio cumplir anos. Mi vida mudaba de piel entre dos milenios, la infancia y la pubertad. Esperaba ansioso poderme vestir de joven adulto para largarme al que seria mi Paraiso. Mi plan de vida estaba disenado y no permitia prueba de error. Seria de lo mejor en toda mi educacion pre universitaria y tomaria el tronco comun en matematicas y diseno y desarrollaria conocimientos a nivel tecnico en dibujo arquitectonico, trazo y sistemas de cargas. Mi camino a la Gloria de la arquitectura estaba trazado en autocad, solo era cuestion de empezar la obra. Los cimientos serian boletas impecables y multiples premios de concursos de matematicas , ciencias y oratoria.
La obra negra seria educacion pre universitaria de alto nivel para asi aspirer a entrar al tecnologico de Monterrey, lo que para aquel pueblerino de aquella isla ajena al mundo era la mejor oportunidad de llegar al exito professional. Me lo merecia, tendria la beca ofertada a jovenes por merito academico y me largaria con la bandera de estudiante de ese pantano de violencia, mediocridad bullying y marginacion social, entre simios que caminaban de pie.
El contrato era claro y no daba margen a obscuridad alguna. No tenia clausulas ambiguas ni una estrategia de salida. Solo debia de ejecutarse a la plena satisfaccion y consentimiento de ambas partes, un estudiante e hijo modelo y unos padres trabajadores y aguerridos.
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