Reseña Capitulo I y II de Las Reglas del Método Sociológico
Enviado por klimbo3445 • 3 de Febrero de 2018 • 2.486 Palabras (10 Páginas) • 887 Visitas
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Por consiguiente, la definición de hecho social que presenta Durkheim para finalizar el primer capítulo y que comprende todo lo definido sobre los hechos sociales, es la siguiente:
“Es hecho social toda manera de hacer, fija o no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior; o también, que es general dentro de la extensión de una sociedad dada a la vez que tiene una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.”
En el segundo capítulo, Durkheim va a desarrollar las reglas relacionadas a la observación de los hechos sociales. La primer y más fundamental regla que presenta nos advierte que los hechos sociales deben ser considerados como cosas.
El hombre, antes de que un orden nuevo de fenómenos devenga en ciencia, ya tiene una representación de esos fenómenos formada por conceptos toscos. No puede vivir en medio de las cosas sin tener ideas de las mismas. Ideas que regulan su conducta. Pero estas ideas terminan tomando el lugar las cosas y terminamos haciendo de ellas la materia propia de nuestras especulaciones. En lugar de ciencia de realidades, se termina haciendo un análisis ideológico. Y aunque no deja de lado toda observación, esta solo se utiliza de manera secundaria y en calidad de ejemplos o pruebas confirmatorias de los conceptos.
En efecto, Durkheim señala que hasta ese momento, la sociología había tratado, más o menos exclusivamente, no de cosas sino de conceptos y en muchos casos, no difiriéndose de las nociones que se hace el vulgo. O ha realizado inspecciones simples que mediante esas ellas, en lugar de definir a la sociedad termina definiendo la idea que él se hace de ella.
Es por ello que va hacer fuerte hincapié en la necesidad de definir y constituir científicamente los conceptos que aparecen en las discusiones sociológicas, como el de Estado, soberanía, etc., ya que se las emplea con seguridad cuando en realidad, al no estar correctamente definidas, no despiertan más que nociones confusas.
Por otro lado, indica que no se puede definir cabalmente estos conceptos sin una investigación que permita reconocerlos y clasificarlos y por lo tanto solo cuando la ciencia estuviera bastante adelantada podría surgir una teoría. Es en base a estos puntos que realiza una fuerte crítica a las teorías sobre distintos hechos sociales existentes hasta ese momento.
De ahí que los hechos sociales deban ser tratados como cosas, ya que es el único dato que puede utilizar el sociólogo. Es cosa todo lo que es dado, lo que se impone a la observación.
Incluso aun si la vida fuese sino el desarrollo de determinadas nociones, no se las puede obtener de otra forma que no sea a través de la realidad fenoménica que las expresa y es preciso considerar estos fenómenos sociales desligados de los sujetos que se los representan. Estudiarlos como cosas exteriores, que se los reconoce como cosas por el hecho de no poder modificarlos con un simple acto de voluntad.
En definitiva la reforma que intenta introducir Durkheim a la sociología en análoga a la que experimentó la psicología para estudiar la cosa en sí y no una determinada idea de la cosa. Es necesario que pase del estadio subjetivo a la fase objetiva.
Es por esto que para asegurar la realización práctica de la verdad que quiere establecerse, es necesario compenetrarse con ella y aplicar una disciplina rigurosa si quiere evitarse caer en antiguos errores y para eso, el auto va establecer las reglas que deben aplicarse.
En primer lugar es preciso evitar sistemáticamente todas las prenociones y liberarse de toda falsa evidencia. Acto que resulta particularmente difícil en sociología por la forma en que nos apasionamos por nuestras creencias políticas y religiosas, a tal punto que toda opinión opuesta es tratada como enemiga y no es admitida, sean cuales fueren las prueba en que se apoya.
Estos sentimientos también se formaron históricamente y son productos de la experiencia humana. Pero de una experiencia confusa y desorganizada y que están bien lejos de poder aportar claridades superiores.
Si bien, esta primer regla es negativa y enseña al sociólogo a evitar las nociones vulgares, la segunda regla va enseñarle como aprovechar estas últimas para estudiarlas objetivamente.
Dado que toda investigación científica hace referencia a un grupo determinado de fenómenos que responden a una misma definición, el primer paso del sociólogo debe dirigirse a la definición de las cosas que trata a fin de que sepa bien de que va a ocuparse.
Conviene subrayar que para que la investigación sea objetiva es preciso que exprese los fenómenos en función de las propiedades que le son inherentes y no de una idea del espíritu.
Ahora bien, en el momento que la investigación solo comienza, las únicas características que pueden observarse son los más exteriores y por ende más visibles. Las que están situados más profundamente son sin dudas las más esenciales pero que en esta fase aún son desconocidos. Por lo que es necesario buscar en las primeras la materia de una definición fundamental que deberá comprender todos los fenómenos que presenten igualmente estos caracteres ya que no se posee ni motivo ni medios para escoger entre ellos.
Dado esto, solo puede definirse como objeto de investigación un grupo de fenómenos ya definidos por ciertos caracteres que le son comunes y comprender en la misma investigación a cuantos respondas a esta definición. Con esto, se arma un grupo sui géneris al cual se le impone una rúbrica común. Así, por ejemplo, llamamos crimen a todo acto castigado y una vez definido, se hace el objeto de una ciencia particular, la criminología.
Procediendo de esta manera, el sociólogo se asegura afirmarse desde el principio en la realidad ya que la manera de clasificar los fenómenos no depende de su voluntad, sino de la naturaleza de las cosas. El signo que cataloga a esos fenómenos de tal o cual forma, puede ser señalarse y ser reconocido por todos.
Se debe agregar que no importa si la noción así constituida no se acomoda a la noción común ya que lo que interesa es constituir conceptos totalmente nuevos, apropiados a las necesidades de la ciencia y expresarlos con la ayuda de una terminología especial.
Vale aclarar que esto no significa que concepto vulgar sea inútil ya que sirve como indicador que, grosso modo, nos indica que dirección investigar.
Otro rasgo a tener en cuenta es la necesidad de evitar la ambigüedad de los términos utilizados en el lenguaje, ya que estamos acostumbrados a usarlos en cada momento y parece inútil
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