Transformaciones de la industria en guadalajara

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Existen varias semejanzas entre este proceso industrial y el de la frontera norte, sobre todo en la forma en que ha transformado la estructura del empleo y en mucho menor medida los salarios; ambos procesos regionales han presionado hacia el encarecimiento del costo de la vida, especialmente la vivienda, y hacia la concentración de la población. Los problemas de inseguridad son otro de los desafíos que se plantean a estos espacios en los que se trabajan 3 turnos diarios durante siete días de la semana.

Sin embargo, las peculiaridades jaliscienses propiciaron que este sector electrónico presente varias diferencias respecto al de la frontera norte, que se especializa en la producción de equipos audiovisuales. Ante todo, por importante que sea la inversión extranjera en la capital de Jalisco, aún no es predominante en términos de ocupación, aunque sí lo sea en cuanto a exportaciones. Además, el sector electrónico cuenta con una menor proporción de migrantes y su personal ha recibido una mayor escolaridad y calificación que en el norte. Se piensa también que los trabajadores jaliscienses tienen un sentido de identidad regional más acentuado, lo que los lleva a tener mayor identificación con su trabajo; además, no tienen la facilidad que en la frontera para buscar alternativas ocupacionales en Estados Unidos; todo eso repercutiría en un menor ritmo de rotación de personal (la mitad). Por otra parte, la mayor presencia, diversificación y concentración de instituciones universitarias en Guadalajara que en la frontera, facilita la implantación de procesos productivos más complejos y el desarrollo de canales de logística; empresas de Guadalajara envían mercancías directamente a los clientes.

Sin embargo, la articulación productiva de las empresas electrónicas es muy baja, dando lugar así al mismo fenómeno que se observa en el resto del país, no obstante, no se puede negar que se ha subcontratado una gama muy amplia de servicios y de que han surgido muchas fuentes de trabajo a diversos niveles.

Se considera que estas empresas trajeron una nueva cultura de trabajo, con programas para el mejoramiento de la calidad, el fomento del trabajo en equipo, el orden, la limpieza, la búsqueda de vinculaciones con instituciones de educación técnica y superior. No obstante, uno de los grandes desafíos que plantea la nueva estructura industrial de Jalisco es conseguir un acercamiento y una integración entre las empresas locales y las globales.

El futuro de la industria

La industria regional que antes producía bienes de consumo final para el mercado regional y nacional, necesita emprender una profunda transformación en varios órdenes. En el aspecto directivo, la formación del empresariado necesita profesionalización, en el sentido, por una parte, de buscar una separación entre la propiedad de la empresa y la dirección de la misma. Por la otra, requiere calificarse y calificar a sus empresas en el campo de la información y de los servicios de inteligencia empresarial.

En la nueva competencia juegan más los conocimientos que la mano de obra barata. Con el mercado abierto, la toma de decisiones y la acción requieren de análisis continuos de los cambiantes acontecimientos locales, nacionales y mundiales, a partir de información confiable y diversificada.

Es necesario también un profundo cambio en los ámbitos organizativo, en el de la conducción y administración de las empresas, en el tecnológico y en el de la calificación del personal. Dicho en otras palabras, el empresariado y las empresas necesitan transformarse radicalmente para hacer de la necesidad, virtud.

La pequeña industria, que fue la base de todo el modelo de desarrollo industrial regional, requiere convertirse en dinámica, con capacidad de orientarse hacia la especialización flexible. Es decir, hacia la manufactura de una amplia variedad de productos destinados a mercados cambiantes; con el apoyo de trabajadores calificados, versátiles y adaptables. Existe una amplia base de obreros y técnicos con cierto grado de calificación, que fue una de sus ventajas nacionales y costó varias décadas de experiencia en el sistema educativo formal o en el propio trabajo. Este personal necesita incorporar las nuevas competencias de una economía globalizada; será imprescindible la utilización de maquinaria de uso múltiple basada en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que facilitan la producción eficiente a pequeña escala. Los productos de Jalisco, para competir en su propio territorio y con mayor razón para ser exportados, necesitan mayor calidad y valor agregado.

Todo esto significa que habrá que aprovechar la ventaja de la variable espacial: la proximidad geográfica, la aglomeración, que permiten el establecimiento de redes de intercambios productivos, de división del trabajo y de cooperación entre las empresas.

En esta producción flexible juegan un papel crucial las instituciones locales vinculadas al desarrollo, las cuales han proliferados en los últimos años en Jalisco, tanto las públicas y las privadas como las ciudadanas. Aquí están comprendidas las agencias gubernamentales para el desarrollo, las cámaras y asociaciones empresariales, los centros de capacitación y las universidades, las organizaciones no gubernamentales. La propagación de estas instituciones puede interpretarse también como un efecto de la interacción entre fenómenos globales, nacionales y regionales, y como una muestra del nuevo papel que están cobrando la descentralización y la democratización en México.

El futuro de La industria electrónica en la zona metropolitana de Guadalajara

(ZMG) ha vivido, desde sus orígenes, un constante proceso de transformación,

Además de constituir, a partir de los ochenta, el sector más dinámico en cuanto al crecimiento en plantas, empleos generados y captación de divisas. La estructura de esta industria, según la Secretaría de Promoción Económica (Seproe), es la siguiente:

13 grandes empresas que generan productos originales, 13 subcontratistas y 380 oferentes especializados (industrias pequeñas, con capital nacional y que proveen de servicios y productos de menor valor agregado). Podemos afirmar que el centro o nodo del cluster está formado por las 26 grandes empresas, todas de origen transnacional, las cuales definen el perfil del agrupamiento. Este sector captó durante el 2000, 158 millones de dólares en inversión extranjera, monto que parece ínfimo en comparación con los 337 millones de dólares que registraron de 1995 a 1999.

La industria electrónica generó en