Apuntes “EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO”
Enviado por karlo • 24 de Marzo de 2018 • 1.640 Palabras (7 Páginas) • 315 Visitas
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27.- El arte dentro del campo consistía mayormente en la representación teatral y en el humor. Muchas veces ayudaban a la supervivencia por distintas razones.
28.- El autor dice que el sufrimiento es relativo y que se asemeja al gas en una cámara, ya que por pequeño que sea ocupa todo el espacio disponible, análogamente el sufrimiento por pequeño que sea ocupa el corazón. También le da una característica de relatividad al sufrimiento, el autor coloca como ejemplo la envidia que sentían por los presos comunes, que a pesar de estar privados de libertad que en sí es un sufrimiento; ellos podían comer de mejor manera, lavarse los dientes y recibir noticias de sus familiares. Esto le daba relatividad al sufrir.
29.- Había 2 tipos de felicidad, la positiva y la negativa. La felicidad negativa consistía en alegrarse por no padecer un sufrimiento, esta era la que predominaba en el campo, por ejemplo sentir alegría por no ser delegado a realizar un trabajo pesado.
30.- El autor se define como juguete del destino, ya que muchas veces su vida dependía del estado de ánimo de los guardias.
31.- A un hombre se le puede despojar de todo, menos de la libertad que tiene de elegir sobre su actitud personal ante un conjunto de circunstancias. Los prisioneros más elevados espiritualmente eran capaces de soportar de mejor manera el diario vivir y se mantenían positivos y aun eran capaces de donar su comida y ayudar a los demás.
32.- Se puede elegir si se conserva la dignidad a pesar de todo. El hombre debe ser digno de su sufrimiento. El autor cita la frase “Temo solo una cosa: no ser digno de mi sufrimiento”.
33.- Aceptar el destino como es, daba oportunidades a los prisioneros de sobrevivir ya que mantenía la salud moral.
34.- La causa principal de muerte era debido a la perdida de esperanzas en los prisioneros. Se debilitaban físicamente y morían generalmente infectados por tifus.
APUNTES COMPLEMENTARIOS.
1.- El hombre tiene la peculiaridad de no poder vivir sin mirar al futuro. Esto a veces le salva en los momentos más dificultosos de su existencia. Cuando uno sufre se crea una fortaleza pensando que vendrán tiempos mejores y se imagina a uno mismo realizando cosas que satisfacen su psique. También suele refugiarse en cosas triviales del día a día. Decía Spinoza en su Ética: La emoción, que constituye sufrimiento, deja de serlo tan pronto como nos formamos una idea clara y precisa del mismo. Puede decirse, que todo aquel que perdía la fe en su futuro estaba condenado, se desmoronaba su sostén interno y sufría una crisis, producida por el aniquilamiento físico y mental. Cuando la gente perdía la esperanza por vivir, eran presos de enfermedades, las cuales su cuerpo no rechazaba. Dijo Nietzsche: Quien tiene algo por qué vivir puede soportar cualquier como.
2.- Después de ser liberados, el prisionero, por extraño que parezca, no se sentía feliz. Habían perdido el sentimiento que llamamos felicidad, y lo tendrían que ir recuperando poco a poco.
Desde el punto de vista psicológico, lo que les sucedía a los prisioneros liberados podría denominarse "despersonalización".
Por el contrario, el cuerpo, que tenía menos abstenciones que la mente. Comía vorazmente cualquier cosa que le dieran y a cualquier hora. Era increíble la cantidad de comida que podían tragar. Otro aspecto era que tenían que hablar de lo que habían pasado, a veces durante horas y horas.
Por último, y no por ello el menos importante hay que recalcar que en esta tercera fase un sentimiento que podía llegar a hacer al -podemos llamarlo ya- ex-recluso, hacerlo sufrir mucho más que cuando estaba interno. Este sentimiento era la desilusión. Desilusión que llevaba al prisionero a la casa con la que tanto había soñado y había descubierto que, aquello por lo que había mantenido la esperanza durante tanto tiempo, ya no estaba allí.
3.- El desahogo: Durante esta fase psicológica se observaba que las personas de naturaleza más primitiva no podían escapar a las influencias de la brutalidad que les había rodeado mientras vivieron en el campo. Ahora, al verse libres, pensaban que podían hacer uso de su libertad licenciosamente y sin sujetarse a ninguna norma. Lo único que había cambiado para ellos era que en vez de ser oprimidos eran opresores. Se convirtieron en instigadores y no objetores, de la fuerza y de la injusticia. Justificaban su conducta en sus propias y terribles experiencias y ello solía ponerse de manifiesto en situaciones aparentemente inofensivas.
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