Consumo Infantil

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COMUNICACIÓN: El proceso de comunicación es importante cuando se trata de marketing infantil. En este aspecto, además de dar a conocer el producto, se crean actitudes hacia la marca. Hay que realizar una comunicación adecuada y para ello debemos de tener en cuenta dos factores:

- Factores relacionados con la fuente: La marca debe transmitir sensaciones para los padres (creíble, comprometida y segura) y para los hijos (crear vínculos afectivos fuertes y duraderos).

- Factores relacionados con el mensaje: El mensaje es el contenido, lo que se dice de la marca o producto. Cuando el mensaje va dirigido a los padres se utilizan argumentos más racionales, y cuando van orientados a los niños se realiza un mensaje con un tono emocional.

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EJEMPLOS DE CONSUMO INFANTIL

Se ha visto como las empresas han adquirido o inculcado la forma de publicidad para llamar la atención de los niños mediante promociones, productos que estén en tendencia por ejemplo:

*Los Carritos: Las empresas sacan al mercado los nuevos y emocionantes juguetes en productos que además de ser reconocidos son para los niños, esto obliga al padre o el niño consumidor a comprarlo.

*Golosinas: Es la felicidad mas grande para la mayoría de niños ya que encuentran una gran satisfacción en ellas. Las empresas también infunde en las gomas figuras o formas que hacen que los niños se sientan identificados o satisfechos y esto hacen que los atraigan a comprarlo.

*Gaseosas: Son el producto que más adquieren los niños ya que en sus casas les enseñaron a consumirla por lo tanto heredan esta experiencia de consumir bebidas gaseosas.

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MARKETING SENSORIAL

El marketing sensorial apela a los sentidos con el objetivo de crear experiencias sensoriales a través de la vista, el sonido, el tacto, el gusto y el olfato. También se le conoce como marketing multisensorial, ya que a menudo se orienta a una combinación de sentidos, que principalmente son la vista, el oído y el olfato.

Se trata de conseguir que el acto de compra se convierta en un rato de confort y placer sensorial que impregne la conciencia del cliente, le ponga de buen humor y consiga que disfrute de la experiencia de compra. Con esto no sólo se logra un mayor consumo, sino también un mayor índice de regreso a la tienda (repetición de compra), lealtad y vinculación con la marca.

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