Defensa de los derechos humanos del Pueblo Wixárika

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7 De La Cruz, J. (2011, 10). Carta al presidente de México. www.frenteendefensadewirikuta.org. Recuperado 03, 2015, de www.frenteendefensadewirikuta.org/?p=1744

8 Gazcon, F. (2012, 04). Disputa por una mina en San Luis Potosí. Excelsior, pp. 31-32. 9 Rincón, S. (2011, 10). 10 claves para entender en conflicto Wirikuta. Sin Embargo, p. 4.

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Pueblo Wixaritari con el fin de analizar las acciones y omisiones de autoridades fed- erales, estatales y municipales.

Nos encontramos con una corporación minera a la cual únicamente le interesa el capital que obtendrá al explotar las minas encontradas en los territorios huicholes pues es conocido que en estos existe una gran cantidad de metales, plata, principalmente. Dicha explotación implica un daño evidente a los recursos encontrados en estas zonas y a los habitantes de ellas, ademas de acabar con el patrimonio de nuestra cultura Hui- chol, la cual considera sagrados todos aquellos elementos del ecosistema, sobretodo la planta del peyote que utilizan en sus ceremonias.

Actualmente, vivimos en un mundo completamente globalizado en el que las cor- poraciones se enfocan principalmente en el lucro sin tomar en cuenta las consecuen- cias ambientales o los derechos y dignidad humana. Es evidente que la empresa First Majestic Silver es una corporación transnacional a la cual le importa poco la destrucción de dicho territorio mexicano y los patrimonios culturales encontrados dentro de él, pues su principal objetivo es generar más capital.

México, siendo un país en vías de desarrollo con un gobierno mediocre, países como Canadá que cuentan con mayor poder económico pueden explotar fácilmente a las culturas indigenas de nuestro país y convencer al gobierno a firmar acuerdos que no tienen como prioridad las reservas ecológicas y los patrimonios culturales mexicanos.

Gracias al alto grado de legitimidad de la corporación Canadiense nuestra tierra se ve sumamente afectada por sus prácticas. Nosotros, como sociedad mexicana, es nuestro deber luchar por nuestra tierra. Todos somos parte de esta gran nación sin im- portar el nivel socioeconómico, raza o creencias religiosas de cada uno, se debe de tratar esto como un asunto en el que todos debemos participar para defender lo poco que queda de nuestras raíces y tradiciones. Debemos de proteger nuestros derechos humanos pues son el patrimonio que dejaremos a nuestras futuras generaciones.

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Corporaciones capitalistas como First Majestic Silver deben de ser manejadas bajo acuerdos políticos y reglas o condiciones que protejan a nuestras comunidades indigenas, sus territorios, sus derechos y sus tradiciones, o, en casos extremos, dichas corporaciones deben ser erradicadas o expulsadas del país en el que busquen realizar sus prácticas poco éticas.

El desacuerdo del pueblo mexicano se hace notar en las asociaciones y movimientos en contra de las intenciones de las mineras canadienses, los mexicanos nos debemos de unir y apoyar a estos movimientos para que nuestras peticiones puedan ser escuchadas y defendamos lo que le pertenece a nuestro país, a nuestras raíces e impedir que cualquier empresa extranjera pueda quitarle a nuestro pueblo lo que le pertenece.

Algunas personas pueden llegar a pensar que las acciones del gobierno de ced- er concesiones a empresas internacionales está bien pues significa una inversión de capital extranjero y que con ello resultaría una mejora en la economía mexicana. Tal vez tendrían razón si los hechos se ven desde un punto frío y completamente capitalista en- focado únicamente al dinero.

Sin embargo, todo esto resultaría en probables mejoras únicamente a corto plazo pues los recursos naturales con los que contamos son mucho mas valiosos que cualquier tipo de inversión extranjera que evidentemente va a ganar mucho mas dinero revendiendo nuestros recursos que lo que nosotros ganemos con su inversión.

Además, en cuanto agoten los recursos de esa zona nos dejarán completamente escasos, pues se habrán llevado no solo éstos, sino también la utilidad de la tierras, los caminos sagrados de nuestras culturas milenarias y habrán dañado los derechos hu- manos no solo de los habitantes de la zona, sino de todos los mexicanos.

Este tipo de acciones que afectan a los habitantes de nuestro país no solo suce- den en esa zona, suceden en todo el país, suceden de igual manera en otros países y suceden muy cerca de nosotros en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, el gobierno de

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la ciudad otorgando concesiones a grandes empresas para construir edificios en áreas que estaban destinadas a ser verdes y tener cientos de árboles.

Los árboles no son solo decoraciones, ni simples paisajes, todos conocemos su importancia en el ambiente y la ayuda que nos dan al otorgarnos aire limpio ¡gratis! Lamentablemente el gobierno de la ciudad ve estas áreas como espacios para poder lucrar y talan los árboles sin pensar en las consecuencias tan malas que esto traería a una ciudad tan contaminada como ésta.

Tenemos, como humanos, derecho a la salud y es algo básico el poder respirar aire limpio, deberíamos unirnos como el pueblo Wixarika y defender nuestros derechos, no sólo indignarnos por las noticias y dejarlo pasar.

Si queremos continuar en vías de desarrollo y lograr ser un país primer mundista con poder económico frente a otros países en la sociedad moderna, debemos tener nuestros recursos naturales protegidos y establecer leyes concretas para que com- pañías capitalistas, principalmente extranjeras, no puedan explotar los recursos mexi- canos dejándonos con problemas ambientales y violaciones de los derechos de nue- stros habitantes.

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Bibliografía

BRADT, G. (1967). Huichol Pilgrim (10 ed., Vol. 58, pp. 456-459). Nueva York, Natural History .

Gazcon, F. (2012, 04). Disputa por una mina en San Luis Potosí. Excel- sior, pp. 30-32.

Rincón, S. (2011, 10). 10 claves para entender en conflicto Wirikuta. Sin Embargo, pp. 3-4.

Sosa, G. (2012, 05). Protegen Wirikuta. El Universal. Recuperado 01, 2015, de http://www.eluniversal.com.mx/nacion/196865.html

De La Cruz, J. (2011, 10). Carta al presidente de México. www.frenteende-