“EL ORIGEN DE LA CONTRACULTURA”
Enviado por Eric • 2 de Abril de 2018 • 6.345 Palabras (26 Páginas) • 341 Visitas
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De manera que claro es el ejemplo de aquellos creadores de utopías, antiutopías, libros irreverentes, sacrílegos para las autoridades vetustas de siglos antiguos. Románticos que pelearon por la libertad expresiva motivados por, muchas veces, la nostalgia de paraísos perdidos[4] (de la infancia, o de una nación), la creatividad frente a la imitación a las civilizaciones occidentales, la conciencia del YO como entidad autónoma. Generación que deriva en egoísmo, narcisismo que propende a la codicia de aquello inmaterial, de ahí la necesidad esotérica de aquellos que siguieron a estos, o la misma atracción de estos por las civilizaciones orientales que es la misma de los movimientos antiestructurales.
El desencanto de los Románticos decimonónicos y el de la contracultura nacida en los 1960s, y en desarrollo a lo largo de las últimas décadas, comparten una serie de características comunes, fruto de la misma quiebra contra la razón ilustrada y de la profunda crisis de valores y de sentido ahondada por la secularización –características que, entre ese arco temporal trazado desde el nacimiento del romanticismo al de la contracultura, aparecen en otros autores y textos como Ortega y Gasset y su crítica del hombre-masa.(Martín Gómez, 2004)
Existe una visión crítica, manera de ver, postura, que dice o ve, al mundo en decadencia, en tiempos de crisis moral. Falta de interés ideal, vaciedad de valores, banalidad, frivolidad, mercadotecnia. Esta idea -si bien la podemos encontrar en ciertos intelectuales, radicales, humanistas o teólogos con elaborados discursos o en simples afirmaciones-, depende del retrato contextual en que vive aquel o aquella que la observa. (Martín Gómez, 2004)
Esta visión crítica, radical, desencantada es, en realidad, una excepción. La manera de ver la vida del hombre-masa de orteguiano es diferente; puede estar consciente de sus problemas sociales, estructurales y propios, pero lo a él le interesa en realidad, es saber si su equipo calificó a tal o cual copa o si fichó a uno u otro jugador; se preocupa por “llegar” al fin de mes. Es narcisista y no le importa que el mundo se esté desmoronando o si en su casa hay máquina que cuenta su vida para que no haga más de lo necesario, se conforma con lo que ve en esa máquina, comerciales, anuncios y programas gastados.
Pero no importa ahora el hombre-masa, más que para saber cuan ligada está la contracultura a la cultura oficial, pues ambas dependen de la otra. Pues si bien la sociedad donde vive el hombre-masa es cultura, lo es maniaca, pegada a pantallas de diez por quince, estructura capitalista en palabras de un hippie.
Pero esas palabras al investigador sólo sirven de referencia para citar que: contracultura y cultura, antiestructura y estructura, heterodoxia y ortodoxia, están sumamente ligadas, son siameses que viven el uno por el otro en relación dialéctica.
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- Primeros domadores del “dragón”.
Históricamente la subcultura se ha utilizado de tres maneras. La primera empieza a ser empleada (Pearson, 1994; Roberts, 1971) para describir un aspecto visual y un comportamiento que va a distinguir a los diferentes grupos. La segunda manera es cuando la Sociología americana, la Escuela de Chicago, la utilizó para hacer referencia a una teoría de desviaciones que involucraba a los integrantes con personalidad criminal. La tercera se localiza en Inglaterra, a mediados de los años ‘70, cuando surge el Birmingham Centre for Contemporary Cultural Studies (CCCS)
3.1.1 Domadores de chicago
Frederick Thrasher, con su obra The Gang: a Study of 1313 Gangs in Chicago, realiza un recopilado de las diferentes pandillas de Chicago, que incluía a todas las agrupaciones integradas desde niños hasta viejos y desde un miembro hasta miles. Las aportaciones de esta obra fueron, en primer lugar, la introducción de su término intersticial, entendido como el espacio situado entre una cosa y otra, donde se pueden localizar fisuras de la sociedad y sea el lugar idóneo donde las pandillas encuentran una región intersticial; en segundo lugar, consideraba a las pandillas como “una parte integrante de la desorganización social” (Hannerz, 1982: 49), así como un grupo en conflicto, el cual estaba conformado por la reacción de oposición y desaprobación del resto de la sociedad, con frecuencia de robo u organización de algún tipo de crimen.
Por su lado, en 1928 Louis Wirth publica su obra The ghetto, que estudió la aparición del barrio-aislado-judío en los Estados Unidos. Encontró que estos lugares son un territorio de continua persecución por parte de los otros, su relación con el exterior es abstracta y racional, mientras que en el interior se es libre; asimismo, tienden a alejarse del progreso y consideran su comunidad como su casa. La idea central del estudio de Wirth es mostrar que la residencia es un “índice útil acerca del estilo de vida” (Hannerz, 1982: 56), es un lugar donde se vislumbran las relaciones raciales, que pasan por la competencia, el conflicto, la adaptación y la asimilación.
William Foote White, en su libro Street Corner Society, se enfocó a estudiar a una sola pandilla. Para el autor, la pandilla es “un esfuerzo espontáneo de los muchachos por crear una sociedad para sí mismos, allí donde no existe ninguna adecuada a sus necesidades” (Hannerz, 1982:52). Es decir, en contrario a Thrasher (1963), la pandilla no es una desorganización criminal sino una adaptación a un medio ambiente indiferente. Estas lecturas muestran a la Escuela de Chicago como la primera escuela en formalizar los estudios sociológicos, sembrando una mirada de no hacer a la ciencia social desde el exterior de los actores, sino una mirada independiente de los actores. Sin embargo, esta mirada no rescata la perspectiva de los sujetos como su palabra y su vida subjetiva, sino los ve como actores plurales y/o colectivos.
3.1.2 Domadores del Birmingham Centre for Contemporary Cultural Studies.
Años más tarde, una nueva forma de acercarse a los grupos surge a través de la línea teórica marxista, los estudios culturales (Cultural Studies) en Inglaterra. El sociólogo británico del Birmingham Centre for Contemporary Cultural Studies (CCCS) Dick Hedbige y el teórico cultural inglés Stuart Hall proponen un nuevo modelo para estudiar a los jóvenes a través del término subcultura, entendida como una operación de resistencia de los jóvenes de la clase trabajadora, heredera de la posguerra.
El primer autor Stuart Hall, con
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