EL PENSAMIENTO RENACENTISTA ESPAÑOL Y LOS ORIGENES DE LA EDUCACIÓN NOVOHISPANICA

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El catecismo utilizaba, sin duda, una forma de expresión indígena para explicar la nueva religión, este sistema se utilizó también para confesar a los naturales. Los niños de los principales vivían como internos en los conventos y aprendían, además de las oraciones y verdades esenciales, artes complementarias, lectura, escritura y canto.

Los plebeyos o macehuales no tenían entrenamiento nemotécnico, puesto que el Tepolchcalli ofrecía preparación para la vida diaria, esto hizo que los misioneros pusieran a prueba sus ingenios y desarrollaran toda una serie de métodos auxiliares.

El auxiliar predilecto fue la pintura, esta tenía muchas ventajas, era una verdadera continuación de los códices, ilustraban verdades difíciles de explicar y aplicaba el principio medieval de facilitar la memorización de ideas abstractas traduciéndolas a imágenes plásticas.

Otro auxiliar indispensable fue el teatro, que sirvió al mismo tiempo para instruir en los artículos de la fe y para solemnizar las fiestas calendáricas, no olvidaron complementar la instrucción de los niños del pueblo con capacitación para los oficios, desarrollando toda una educación técnica, hubo además una enseñanza derivada de las necesidades mismas de los misioneros.

Una vez que transcribieron el náhuatl a caracteres latinos, empezaron a enseñar a los niños a leer, utilizando dibujos que facilitaran el aprendizaje de las letras y con el simple método de juntar las letras, los niños indígenas aprendieron a leer su lengua y más tarde también el romance y el latín.

Como conclusión podemos decir, que las nuevas tierras les ofrecieron también a los españoles un campo extenso para proyectar sueños y utopías, es decir, que lo inesperado de la aparición de aquellas tierras fue que poco a poco se convertirían en un Nuevo Mundo, hicieron que se elaboraran imágenes divorciadas de la realidad, que más tarde conducirían a desilusiones y errores, pero, durante los primeros tiempos, los descubrimientos estimularon la avidez de conocimientos, motor efectivo para abandonar la comodidad de lo conocido por la incertidumbre de lo desconocido y para avivar todo medio de conocimiento: instituciones de enseñanza, impresión de libros, difusión de noticias e ideas.

Como comentario final podemos decir, que aunque no se tienen estudios especializados sobre la educación española de la época, se sabe que las instituciones educativas se multiplicaron, pero no solo se trataba de números, sino que la primera mitad del siglo XVI vio también una actitud reformista en los conceptos básicos que fundamentaban la tarea y los fines de la educación. No obstante, nadie puede pagar la obra de todo aquel grupo de español que llego al Nuevo Mundo de la vigorosa España en las primeras décadas del siglo XVI, sin embargo, trajeron con ellos las inquietudes y deseos de reforma de su época y pusieron en la tarea sus mejores luces con la esperanza de consolidar un mundo mejor.

En su búsqueda de métodos y auxiliares se inspiraron, creadoramente, lo mismo en la tradición cristiana primitiva que en el pasado prehispánico, de manera que desarrollaron métodos de enseñanza que siglos después se habían de imponer, aunque esperaban mas lo que lograron parece obra milagrosa, evangelizar a tanta gente con tan escasos recursos, al tiempo que injertaban una nueva cultura, siendo así, una verdadera reforma educativa, ya que lograron cambiar los valores, la conducta y las costumbres de los indios, podríamos decir, que fue una reforma tan profunda que no ha podido ser repetida a pesar de todos los años.

Bibliografía: Vásquez Josefina (Et.Al.). Ensayo sobre la historia de la Educación en México. México, Colmex, 2013, 11-25 pp.

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