El argumento pragmático puede estar basado en una relación causal generalmente admitida, que puede o no ser verificable; o puede estar basado en una relación que conoce una sola persona
Enviado por tolero • 9 de Julio de 2018 • 1.034 Palabras (5 Páginas) • 341 Visitas
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De acuerdo con el argumento pragmático, las consecuencias gobiernan la opinión que las determina. Cuando estas consecuencias son divergentes, estamos ante argumentos que son favorables para ambas partes de la controversia. Aristóteles nos dice que toda la técnica de Calipo consistía en el recurso a tales consecuencias divergentes. Él ofrece el siguiente ejemplo:
La educación expone a las personas a la envidia, lo cual es algo malo, y las hace aprender, lo cual es bueno.
Para superar el equilibrio de los argumentos de un lado y otro, Bentham propone el cálculo utilitario. Todo lo que se necesita es hacer una determinación cuantitativa de la importancia de cada consecuencia y aplicar las reglas de la aritmética. Pero esto no es tan fácil, ya que uno tendría, en cada caso, que conocer la totalidad de las consecuencias a las que el cálculo se va a aplicar y determinar así la importancia de cada una de ellas; y a veces uno tendría que elegir las causas que le fueron atribuidas. Para poner en práctica su cálculo, Bentham estaba obligado, desde un principio, a descartar cualquier otra consideración del argumento pragmático.
En resumen, al ver que un efecto resulta más a menudo de una combinación de causas, y al ver que cada uno de ellos es en sí mismo un miembro de una cadena causal, ¿es posible proporcionar criterios incuestionables que indicarían sin lugar a dudas la causa a la que el argumento pragmático es aplicada? Creo en la posibilidad de un acuerdo limitado sobre este asunto, pero no en la existencia de una definición metafísica de la causa, la cual sería válida en todas las circunstancias, por lo que nunca habría ninguna duda sobre la identificación de la causa a la que el valor de las consecuencias es transferida.
Por último, se puede objetar el uso exclusivo del argumento pragmático para determinados valores. Es claro que esto presupone la reducción de cada hecho a las consecuencias que proporcionan los medios para juzgarlos. Si estas consecuencias son de un tipo determinado, son ellos los que le proporcionarán el denominador común al que se refiere cada valor: es en términos de ellos que se evaluará. La objeción planteada por los que se oponen al argumento pragmático, como el único árbitro de las cuestiones de valor, es que elimina las características específicas de las nociones de deber, hacer el mal o el pecado, y entonces reduce el campo de la moral o la vida religiosa. El valor de la verdad, de la sinceridad, no se mide únicamente por sus consecuencias afortunadas y el éxito no es el único criterio en todos los campos. Montaigne afirma en sus Ensayos que:
Es justamente reconocida esta sentencia, por lo que no es necesario juzgar los consejos por los sucesos. Los cartagineses castigaban las malas estrategias de sus capitanes, aún cuando estas fueran exitosas. Y muy a menudo el pueblo romano se negaba a aceptar el triunfo de grandes y fructíferas victorias, porque la conducta del comandante no correspondía con la suerte de su éxito.
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