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Es mi tipo

Enviado por   •  25 de Noviembre de 2018  •  2.774 Palabras (12 Páginas)  •  309 Visitas

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A finales de 2009 en el mundo ocurrió algo inusual: IKEA cambio su tipo de letra, aunque parece ser al no muy extraño en el mundo empresarial ya que les gusta mantenerse frescos, resulta que a los clientes no les agrado mucho el cambio. En los sitios web se veían comentarios con groserías de los clientes molestos, IKEA abandona su elegante futura a favor de la moderna Verdana. El cambio provoco que los frikis de la tipografía y también en el de los mortales una guerra de fuentes. Las guerras de fuentes suelen limitarse a rencillas noisseurs que son muy bienvenidas y generan publicidad y debates informados. Las dos fuentes en cuestión tuvieron que ver mucho con ello, pero ahí estaba el quid de la cuestión para los detractores: Verdana se leía por doquier, y más aún a partir de ese momento. Se estaba convirtiendo en una no-fuente que los lectores no podrán detectar. Precisamente la razón por la que es tan efectiva y por la que fue elegida.[pic 3]

En Venecia, más de cincuenta impresores competían por atraer la atención de los mercaderes. Uno de los argumento de venta más sólidos era la claridad, no todas las nuevas imprentas eran rentables y la calidad de sus productos varia notablemente. Se trató, en cualquier caso, una especie de fiebre de oro de la época sobre la que no pesaba restricción alguna. Un gasto muy fuerte era el de la producción de tipos de metal la cual se convirtió en mercancía codiciada en las fronteras. Los tipos te Caxton eran en un principio importados desd Flandes, aunque alrededor de 1490 empezó a preferir otros tallados en Ruan y París, Caxton no perdió el olfato para los negocios dispuso de un establecimiento temporal en Westminster para captar clientes entre los miembros de la cámara de los Lores, a los que vendía libros y manuscritos importados, así como sus propias publicaciones.

La mayor y más noble demostración del potencial unificador de este signo se produjo a principios del 2010, cuando la Society of Typographic Aficionados (SOTA) editó coming together, una fuente intrigada por 483 signos distintos. La fuente se vendió a un precio de 20 dólares estadounidenses y las ganancias se entregaron al proyecto que Médicos sin fronteras puso en marcha Haití tras el terremoto. Casi cuatrocientos diseñadores de treinta y siete países contribuyeron con uno o más con glifos que iban desde los estilos Calson a otros casi irreconocibles.

Las fuentes de Baskerville eran inusualmente delicadas y esbeltas para su tiempo, bien equilibradas y diseñadas con buen gusto, tenían un aire moderno, aunque los historiadores de la tipografía no las clasificarían como de transición, categoría de los tipos de dieciochescos que conectan el antiguo tipo de inglés de Caslon, ligeramente más grueso, con las modernas y artísticas fuentes del delgadísimo trazo de los diseñadores franceses Didot. [pic 4]

Por fortuna los famosos tipos de letra Baskerville son inmarcesibles. Se los revivió en la década de los veinte y aun antes de la llegada de la informática existían ya diversas variedades, en los años cincuenta estuvieron entre las fuentes más utilizadas en el ámbito publicitario estadounidense, especialmente cuando se buscaba ilustrar valores como la autoridad o la tradición, o cualquiera cosa que sonara a popular o a británico.

Johnston fue el hombre que definió Londres tipográficamente hablando, extendiendo su dominio sobre la capital desde el punto más occidental de la línea Metropolitan, en Amersham, hasta Upminster por el este, en la línea Distric. La placa azul que conmemora el tiempo que residió en Hammersmith lo recuerda, curiosamente, como un maestro caligráfico más que como el hombre que puso firma a Londres.

La letra underground de Johnston ha sido muchas veces considerada la primera sans moderna, pues precedió a la Erbar de Jakob Erbar. Comenzó a trabajar en su tipografía para el metro en 1915, pero la idea había nacido dos años antes, cuando Gerard Meynell, director de las casa de las ediciones de lujo Westminster Press, en la que se imprimían carteles para el metro, hizo que se conocieran Johnston y Frank Pick, director de la campaña comercial del metro. Su fuente sufrió algunos cambios a lo largo de los años y no todas con exactitud eran buenas o dejaban felices a las personas.

Los suizos tiene su fuentes si serifa, comenzaron organizando sistemas de transporte y ciudades enteras, jamás otro tipo de letra había sido mostrado tan decidido. Ambos aparecieron en el momento en el que Europa se desprendía de los austeros grilletes de la posguerra y empezaba a hacer contribuciones al modernismo de la mitad de siglo. A nivel técnico, puede decirse que la Helvética fue diseñada con bastante ingenio y definitivamente a mano. Como otros diseños suizos, diríase que los blancos internos funcionan como firme guía del trazo negro que los rodea, rasgo que un diseñador describió como idónea encerrada.

La mayoría de los tipógrafos son natos, cuando son bebés empiezan a garabatear siendo aún bebés disfrutándolo como si no hubiera un jamás, luego se ajustan a un estilo del cual se salen con el lápiz por arriba o por debajo de la línea de los puntos los cuales son recompensados por copiar bien. El mundo de la impresión personalizada cambió de manera radical la aparición de Letraset. La gran variedad disponible introdujo nuevos términos en la jerga de los estudios profesionales. La técnica era la de la calcomanía, se frotaban o repasaban los caracteres de una lámina de plástico semiadhesivo sobre la superficie deseada, hasta que el carácter impreso quedara sobre ella sin arrugas.

Todos los día se publicaban cientos de fuentes no identificadas y cualquier puede sugerir un nombre. Cada caso se marca como resuelto o no resuelto. Se introdujo otro interesante dilema a cuenta de Starbucks. A uno de los miembros le traía de cabeza el emblema redondo con el nombre de la compañía.

El inicio de la popularidad de Spiekermann coincidió justamente con el tipo digital y también con la reunificación alemana. Sus fuentes adornan el transporte urbano de Berlín y los ferrocarriles alemanes, como el resto de su generación en Alemania, se crió leyendo y escribiendo con dos tipos de letras de imitación de la manuscrita: el antiguo tipo de letra manuscrito gótico alemán y el tipo romano convencional. Esta dualidad define confusa y oscura relación que su país ha mantenido con la tipografía desde los orígenes de esta.

Hay algunos tipos de letras que hacen que lo que se escribe con ellos parezca sincero, o al menos injusto, según ganaba la fuerza de Obama, Free-Jones recibió varios correos electrónicos de amigos felicitándole y preguntándole si se había enterado de que su obra

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