Federalismo y centralismo en Mexico

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en el cargo de Presidente de México intrigaba desde su hacienda Manga de Clavo en Veracruz, las leyes fueron promulgadas por el Presidente interino José Justo Corro el 30 de diciembre de 1836.

Según ellas, todos los gobernantes estarían sujetos al gobierno centralista; se suprimían las legislaturas de los estados para convertirlos en Departamentos gobernados por Juntas Departamentales de cinco individuos que aconsejaban al gobernante; las rentas públicas de los departamentos quedaban a disposición del gobierno central; además, se prorrogaba el periodo presidencial a ocho años y se creaba el cuarto poder, el supremo poder conservador, encargado de vigilar el cumplimiento de la Constitución.

SUPREMO PODER CONSERVADOR - A pesar de la tendencia conservadora, las leyes contemplaban la división de poderes. Con base en las Siete Leyes, se estableció un cuarto poder: el Supremo Poder Conservador, el cual fue integrado por cinco ciudadanos. Estos deberían haber desempeñado la presidencia, vicepresidencia, o bien haber sido senadores, diputados, secretarios de despacho o ministros de la Corte. Este cuarto poder tenía la facultad de regular las acciones de los otros poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), bajo el argumento de que sus integrantes tenían la capacidad de interpretar la voluntad de la nación.

CRISIS DEL CENTRALISMO - Estas medidas de corte centralista y la incorrecta política y administración de Santa-Anna, ocasionaron conflictos internos de carácter social y político, tales como la Guerra de castas de Yucatán, aunado a los conflictos internacionales por los que atravesó México, tales como la guerra con EUA y la declaración de independencia de Texas, la de Tamaulipas y la de Yucatán, debido al rechazo de este régimen, junto a la guerra con Estados Unidos de América, lo que en conjunto provocó el debilitamiento y caída del centralismo.

TEXAS – El gobierno mexicano siempre asumió una actitud de descuido y abandono respecto a Texas. El territorio texano formaba parte del estado de Coahuila y era una vasta región en maderas, con abundante caza y extensas tierras fértiles, sin embargo, estaba separado del resto del país por áridos desiertos y abundantes zonas pantanosas. La ocupación norteamericana en este territorio tiene su origen en la época colonial, pues se dio gracias a una concesión que otorgó el gobierno español. La población extranjera progresó y creció rápidamente, se dedicaban al cultivo de algodón, caña de azúcar, y demás explotación de recursos naturales, empleando esclavos, lo cual iba en contra de la Constitución mexicana. En dacambio, la población mexicana que ahí residía era considerablemente inferior, sufrían los abusos de los militares que ahí radicaban; se quejaron por esta situación y por el abandono en que el gobierno mexicano los tenía, negándoles representación política y prohibiéndoles el comercio al mundeo, no se les construía caminos, ni había escuelas, ni se destinaban recursos económicos para defenderse de los ataques de los norteamericanos. En 1833, cansados del régimen militarista que gobernaba a su colonia, los texanos decidieron celebrar una Convención con el fin de elegir diputados que se encargaran de redactar una Constitución para Texas como Estado independiente. Santa-Anna intento impedir la pérdida del territorio y se preparó a luchar contra los separatistas, sin embargo, la marcha fue en vano debido a la falta de recursos y falta de generales que dirigieran la campaña; se perdieron víveres, municiones, animales de carga, y sobre todo cientos de vidas; Santa-Anna fue derrotado y hecho prisionero en San Jacinto y para no perder la vida firmó los Tratados de Córdoba y de este manera Texas quedó como un Estado independiente.

INTERVENCIÓN FRANCESA – En circunstancias tan críticas para el país (arruinada la hacienda pública, perdido el territorio texano por la recién guerra con Estados Unidos, infestados los caminos de bandidos, ladrones en las ciudades, oprimidos los ciudadanos por el brutal despotismo militar de los centralistas, etc.), surgió un nuevo conflicto de carácter internacional; Francia reclamaba al gobierno de México $600,000 por perjuicios ocasionados a súbditos franceses durante las luchas intestinas en nuestro país. Tal reclamación era exagerada, una de ellas era la cantidad de $60,000 pedida por un pastelero francés de la Ciudad de México, llamado Remontel, quien tenía su restaurante en Tacubaya, por el saqueo que sufrió su establecimiento a manos de un grupo de soldados mexicanos; por ello esta guerra se conoce como la Guerra de los Pasteles. Adicionalmente, un ciudadano francés fue fusilado en Tampico, acusado de piratería, lo que tensó aún más las relaciones entre ambos países. El gobierno francés envió una escuadra compuesta de diez buques de guerra, mientras el ministro de esa nación presentaba un ultimátum a nuestro gobierno con fecha 21 de marzo de 1838. El gobierno mexicano se negó a entablar negociaciones mientras estuvieran los buques franceses en aguas mexicanas, por lo que se declararon rotas las relaciones entre estos dos países. Los franceses bloquearon los puertos del Golfo de México; se efectuaron pláticas en Jalapa entre el ministro de Francia Charles Baudin y el hijo del rey francés con el gobierno mexicano; al no llegar a ningún acuerdo, la escuadra francesa abrió fuego sobre San Juan de Ulúa y Veracruz. El gobierno de Bustamante optó por la guerra contra Francia, aún cuando las condiciones en que México se encontraba hacían imposibles las tareas de defensa. Santa-Anna se aprovechó de la situación e hizo una aparición teatral, vuelto al país casi de incógnito deseando borrar su mala actuación en Texas, atacó a los franceses, perdiendo su pierna en el acto, ganando así popularidad nuevamente. El 9 de marzo de 1839 el gobierno mexicano se vio obligado a firmar un tratado de paz, concediendo a los invasores todo lo que su nación reclamaba.

REBELIÓN FEDRALISTA – Las rebeliones contra el Centralismo habían tomado tal importancia que el propio Presidente Bustamante salió a combatir el foco de mayor importancia en Tampico, Tamaulipas, dejando en la presidencia nuevamente a Santa-Anna. El 15 de julio de 1840 estalló en la capital de la República una nueva rebelión federalista, encabezada por el general José Urrea y el doctor Gómez Farías; sin embargo el movimiento no prosperó y los sublevados se rindieron.

GUERRA CON EUA – La incapacidad política de Santa-Anna, su carencia de un proyecto sólido para el progreso del país, motivaron su derrocamiento en 1844, los liberales recuperaron el poder. En 1846 se reactivó el problema con Texas, puesto que México no había reconocido oficialmente su independencia. Texas fue aceptado por Estados Unidos, siguiendo los términos de la doctrina