Tecnológico de Monterrey Ciudad de México. La mercadotecnia: consumismo y manipulación

Ensayo Etica

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Tecnológico de Monterrey Ciudad de México

Ética, profesión y ciudadanía

Roberto Carlos Garnica Castro

Ensayo Final

Mariana Domínguez Faure A01332964

07 de abril del 2017

La mercadotecnia: consumismo y manipulación.

La mercadotecnia es el uso de diferentes herramientas para promocionar productos o servicios; la más común y la que tiene un mayor alcance es la publicidad, que se refiere a cualquier forma pagada de promoción en la cual se utilizan a los medios de comunicación, tales como los anuncios en la calle, la tele, el periódico e incluso en Internet. Antes no había muchos productos, o simplemente la diferencia entre ellos era mínima, pero con el paso del tiempo las empresas comenzaron a innovar, lo que generó una competitividad entre ellas. A causa de esta competitividad, se recurre a la publicidad con la finalidad de informar, persuadir o convencer a las personas de que compren su producto. Por lo general se tratan de involucrar los sentimientos y las experiencias de la gente cuando transmiten un mensaje para crear una conexión con los consumidores y aumentar las ventas.

La meta de la mercadotecnia es atraer nuevos clientes y mantener a los actuales, al satisfacer sus necesidades, como dice Philip Kotler la mercadotecnia es la administración de relaciones redituables con el cliente (Kotler, 2012, p. 4); es decir, crear relaciones duraderas para poder obtener una utilidad periódica que puede ser en forma de ventas, ingresos, o activos a largo plazo; pero cuando hablamos de mercadotecnia también hablamos de las falsas necesidades que crea, ya que algunas las hace pasar por los que antes se consideraban como deseos para las personas. Algunas de las estrategias de publicidad que se utilizan no son éticas ya que se engaña a los consumidores al hacerles falsas promesas de que cierto producto hará su vida más sencilla o placentera; los productos “milagro” ofrecen resultados extraordinarios e increíbles casi inmediatos, dentro de los más comunes están los relacionados con la salud y la belleza. Este tipo de promesas motiva al consumidor a realizar compras dejándose llevar por la emoción y los deseos, más que por la necesidad. La diferencia entre estos conceptos es que una necesidad es algo indispensable, y un deseo es algo que queremos pero podemos vivir sin el.

Cuando nuestros objetivos no están claros, nos dejamos llevar fácilmente por las opiniones de los demás y rara vez cuestionamos lo que nos dicen. Elvira García menciona que “cuando no existen objetivos en la vida, se genera el sinsentido, el pesimismo y el nihilismo, y en ese mismo marco el consumismo.” (García, 2011, p. 1), así que en muchos casos, vivir en una vida inconsciente lleva a las personas a seguir modas y consideran de gran importancia encajar en la sociedad, lo que las vuelve presas fáciles de la mercadotecnia. Por lo tanto, puedo decir que la mercadotecnia logra ventas innecesarias, un ejemplo muy claro de esto es en la televisión, ya que constantemente nos están vendiendo algún producto, ya sea en los comerciales o en los programas; muchas veces las personas quieren ser como el protagonista de la novela, actuar como él, vestir como él y tener lo que tiene, y esto es un deseo que la mercadotecnia se encarga de crear aunque la mayoría del tiempo ni siquiera se tienen los recursos económicos para obtenerlo, pero no importa, ya que a ellos les preocupa mucho lo que la sociedad piensa de ellos y no se dan cuenta de la cantidad de deudas que llegan a alcanzar. Caemos en el sistema capitalista, en donde los bancos siempre incitan a las personas a comprar, a pagar con intereses, a pedir créditos, y esto porque es lo que les conviene a ellos y nunca nos hablan de ahorrar o de cuidar nuestro dinero pues lo que más les importa es el beneficio propio.