Identidad de las sociedades contemporaneas.
Enviado por poland6525 • 22 de Febrero de 2018 • 2.302 Palabras (10 Páginas) • 694 Visitas
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Dimensión individual-social que es la que tiene que ver con que se incluya el acuerdo o consenso social en su definición o se limite a considerar que son creencias que sostienen los individuos.
La postura de Ashmore y Del Boca (1981) es bastante ecléctica. Por un lado, apoyan el incluir los diferenciadores aunque no sean frecuentes, porque a nivel individual pueden tener un alto valor predictivo y a nivel cultural pueden servir como indicadores de la posición que los grupos ocupan en la sociedad; Por otra parte, indican que el estereotipo de un grupo no debe limitarse a ellos y se deben incluir los rasgos usados frecuentemente, pues los diferenciadores constituyen sólo una pequeña parte del total, y cobran significado en relación al conjunto.
El modo de abordar la relación entre estereotipo y prejuicio depende del concepto de actitud que se adopte. Si se parte de un concepto de tres componentes (cognitivo, afectivo y conductual) puede pensarse que en el caso de una actitud negativa hacia un grupo o categoría social:
Estereotipo que es el conjunto de creencias acerca de los atributos asignados al grupo.
Prejuicio que es el efecto o evaluación negativa del grupo.
Discriminación, que es la conducta parcial o negativa en el tratamiento a las personas en virtud de su pertenencia al grupo.
Roles y estereotipos de género:
Todo esto se puede basar en el rol y el lugar que le damos a cada sexo ya sea masculinos o femenino. Podemos empezar por ejemplo con la definición de mujer y hombre en el diccionario de la real academia de la lengua española en este hay un claro ejemplo de cómo se hacen los estereotipos de cada género.
El vocablo mujer: persona de sexo femenino, las más destacadas por su intachable reflejo de estereotipo; criada que tenía a su cargo el gobierno económico de la casa, prostituta, la que se ocupa de los quehaceres domésticos y cuida de su hacienda y familia, la de cortos talentos e instrucción, mujer casada con relación al marido. (DRALE, 1992: 1.414)
Por lo contrario el vocablo hombre ocupa una página, siendo el término utilizado para designar a todo le género humano además del (DRALE, 1992: 1.117), individuo que tiene las cualidades consideradas varoniles por excelencia, como el valor y la firmeza, sobresale por ser de honor, de tesón, bueno, el que es sabio, de armas, de bien, honrado, buen norte, el versado de letras, de cabeza, talento, persona ciudadana y decente, de ciencia, de estimación y autoridad, de corazón generoso y magnánimo, de distinción, el de ilustre nacimiento, de dinero, de fortuna, de guerra, de negocios, de palabra, de puños, que cumple etc. (DRALE, 1992: 1.117).
Se trata de una visión corta, reduccionista, esquemática y enormemente sexista, pero ahí está todavía en el umbral de un nuevo siglo y milenio. (Fernández Poncela, 2002).
¿Qué son los roles de género?
Los roles determinan acciones y comprenden las expectativas y normas que una sociedad establece sobre cómo debe actuar y sentir una persona en función de que sea mujer o hombre, prefigurando, así, una posición en la estructura social y representando unas funciones que se atribuyen y que son asumidas diferencialmente por mujeres y hombres.
Los roles femeninos son los relacionados con todas las tareas asociadas a la reproducción, crianza, cuidados, sustento emocional… y están inscritos, fundamentalmente, en el ámbito doméstico.
Los roles masculinos están asociados a las tareas que tienen que ver con el productivo, el mantenimiento y sustento económico, principalmente desarrollados en el ámbito público.
Estos elementos, que vertebran cada una de las identidades, exteriorizándose en conjuntos de comportamientos, en funciones y papeles sociales, denominados roles femeninos o masculinos, y se transmiten mediante las creencias sobre lo que deben ser y hacer mujeres y hombres, denominadas estereotipos. Los roles están directamente asociados a los ámbitos de relación y estos marcan tiempos y espacios diferentes.
Lamas (2002) señala que “el papel (rol) de genero se configura en conjunto de normas y prescripciones que dictan la sociedad y cultura sobre el comportamiento femenino y masculino. Aunque hay variantes de acuerdo con la cultura, la clase social, el grupo étnico y hasta el estrato generacional de las personas, se puede sostener una división básica que corresponde a la división sexual del trabajo más primitivo: las mujeres paren a los hijos y por lo tanto los cuidan: por lo tanto lo femenino es lo maternal, lo domestico, contrapuesto con lo masculino que se identifica con lo público. La dicotomía masculino-femenino con sus variantes establece estereotipos, las más de las veces rígidos, que condicionan los papeles y limitan las potencialidades humanas de las personas al estimular o reprimir los comportamiento en función de su adecuación al género.”
El hecho de que las mujeres y los hombres sean diferentes anatómicamente los induce a crees que sus valores, cualidades intelectuales, aptitudes y actitudes también lo son. Las sociedades determinan las actividades de las mujeres y los hombres basadas en los estereotipos, estableciendo así una división sexual del trabajo. Y esto lo podemos ver desde que se está recién nacido ya que siempre se le asigna un rol como por ejemplo: “si es niña será tierna y dulce, y si es niño será rudo y fuerte” o también cuando los padres desde que los niños están pequeños los ponen a jugar si son niñas con muñecas y a la casita y desde ahí educan a la niña con el rol de ama de casa para que cuando crezca ya sepa cuál es el papel que desarrollara y si son niños con carros o futbol.
Estas son las bases sobre las que se construyen los estereotipos de género, reflejos simples de las creencias culturales y sociales, sobre las actividades, los roles, características o atributos que distinguen a un hombre y a una mujer. Los estereotipos más que nada son concepciones de cómo deben ser o como deben comportarse hombres y mujeres.
Conclusiones:
Después de las investigaciones realizadas en diversas fuentes, encontramos mucho material, pero sobre todo variado, predominando los estereotipos que hay sobre los roles de género en la sociedad.
Es fácil confundir los conceptos aquí mencionados, ya que se parecen mucho o parecen tener la misma definición y/o aplicación, pero solo es cuestión de leer detenidamente cada uno de ellos y entender que no tienen por qué, en primer lugar, ser negativos, o usados para afectar
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