Impacto de la propiedad intelectual en dos estructuras sociales diferentes

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Para poder analizar el impacto de las diversas estructuras sociales derivadas de la propiedad intelectual como el copyright, es importante explicar antes el origen de dicha lógica así como la necesidad a la que intentan responder. Para ello voy aun hacer referencia a artículo de Lawrence Liang, “El copyright en blanco y negro (y gris)”, donde el autor realiza una reflexión de la evolución de la lógica del copyright así como del impacto social que ha generado, haciendo que en la actualidad se formen movimientos contrarios al copyright. Liang sitúa el origen de las primeras leyes de protección de los derechos de autor en las sociedades occidentales del siglo XVIII para limitar la capacidad de reproducción de las obras que permitían las imprentas, y proteger así a los autores de las obras. Como dice Liang en su artículo “El copyright empezó como un sistema que equilibra la libre circulación de obras en el dominio público ( a partir del cual los otros creadores podrían construir sus obras) con un sistema de incentivos para que los creadores pudieran seguir produciendo.”.

Sin embargo, dentro del sistema capitalista avanzado, expone Liang, “Los derechos de autor se usan a menudo como una herramienta con la que impedir o frenar la creatividad (…) el control del copyright de las obras se concentró en las grandes corporaciones de medios de comunicación en lugar de los autores y artistas.” . Siguiendo la lógica neoliberalista, basada en la privatización de los bienes comunes y la posesión de estos en manos de aquellos “biológicamente preparados para custodiar la propiedad y el poder”, el sistema capitalista más avanzado ha privatizado el conocimiento mediante el uso del copyright que, al implicar a cualquier forma de producción cultural en general, resulta una herramienta que disuade la creatividad más que incentivarla.

En la actualidad, las leyes de protección de los derechos de autor, responden ante un contexto social marcado por el progreso tecnológico y la enorme evolución en ámbito de las telecomunicaciones y la informática, que permite una mayor facilidad tanto de la reproducción de cualquier tipo de obras, como la transmisión de estas. Ante un mercado que no se deja subyugar por las leyes de la oferta y la demanda y que trata a las distintas obras como bienes públicos, “las leyes de protección de los derechos de autor han sido transformadas de su propósito original de regular la industria editorial, al de regular a los compradores, artistas y público.”. Liang ejemplifica este fenómeno ante dos características de la evolución del copyright en los últimos años: “el incremento de la duración del copyright, de los noventa años iniciales a los noventa años de protección actuales; y en su alcance, el copyright se ha extendido a nuevas áreas que inicialmente no cubría, como el software.”

Las leyes de protección de los derechos de autor nacen a partir del contexto social marcado por las sociedades con un capitalismo avanzado en base a, como he expuesto anteriormente, una estructura tecnológica que hace vulnerables a las obras ante la capacidad de reproducción de estas. El conocimiento que conforma estas obras deja de ser un bien público o común para ser un bien privado que hace falta ser privatizado y controlado para maximizar su eficiencia, hecho que según Liang genera el efecto contrario, disuadiendo la creatividad en lugar de incentivarla. Esta contrariedad en el impacto resulta de la necesidad de potenciar las estructuras de creación y difusión de los inputs del conocimiento, al ser la fuente de las innovaciones los inputs de otras creaciones.

Sin embargo, dichas sociedades, las que incubaron al movimiento del copyright, también es donde emerge el movimiento contrario a los principios del copyright, el copyleft. Este movimiento surge del conocimiento del funcionamiento del copyright así como de la capacidad de crear una institución jurídica mediante conocimientos jurídicos e institucionales que permiten la legitimación social del movimiento y la creación de su instrumentación: las licencias. Liang expone el origen de este movimiento en el software libre, aunque dice que “recientemente ha ensanchado si campos de acción y abarca los principios de libre distribución, uso y desarrollo cooperativo de todo tipo de productos culturales”. Este movimiento redefine los conceptos de consumidor y producción, mediante un usuario-productor, “un usuario que tiene la habilidad de contribuir a la obra existente y simultáneamente convertirse en productor” y una producción cultural que sitúa su esencia “en la copia y en la producción creativa usando obras existentes en el dominio público”. Así pues recupera la concepción romántica respecto a la creación intelectual, donde “copiar estaba visto incluso como un acto noble”, incorporando una modificación simbólica de mejora de la obra como contribución del autor al conocimiento colectivo, “situando la producción colectiva por encima de la producción aislada”.

Liang nos expone una imagen muy clara y ejemplificada de las bases del movimiento del copyright, así como de su evolución en las sociedades con un capitalismo avanzado imperante y la respuesta ante dicha lógica. Sin embargo, el acuerdo TRIPS tiene 160 países miembros (26 de junio de 2014), todos también pertenecientes a la OMC, ya que resulta un requisito para proveer de los derechos de copyright, siendo, muchos de estos países, sociedades con un sistema económico menos desarrollado que el sistema de las sociedades originarias del acuerdo TRIPS. Así que en las siguientes páginas del trabajo me centraré en el impacto de la legislación y la estructura jurídica del acuerdo TRIPS en países con un contexto diferente para el grado de adaptabilidad de dicha legislación, originada para contrarrestar el efecto de un progreso tecnológico, no imperante, o al menos no en tal grado, en estas sociedades.

Al no tener, los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, una economía modernizada con una presencia del sector terciario y una presencia tan pronunciada de estructuras tecnológicas e informáticas, las estructuras institucionales ejercen un impacto diferente, adaptándose a las características de dicha economía. Para ilustrar esta situación voy a hacer referencia a la obra de Vandana Shiva, “la cosecha robada”, libro que hace referencia al impacto de las grandes potencias, centrada en la industria estadounidense proveedora de productos químicos para la agricultura, en la India después de terminarse el movimiento colonial que permitía una relación directa entre la metrópolis la cual ejercía una explotación y imposición de valores.

Shiva hace referencia al uso de estrategias políticas para retomar,