Investigar las funciones, características y cualidades de un buen líder.

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- Promueve la justicia y la moralidad social dentro y fuera de su empresa

Las funciones del líder no son fáciles por lo que establecer la justicia, igualdad y equidad en un grupo es todo un reto. Por lo que un buen líder respeta a cada uno de sus empleados independientemente de su religión, entidad social o filosofía política. Cada uno de los miembros de la organización es muy necesarios para que ésta funcione correctamente. Y es fundamental que el líder no tenga o muestre algún tipo de preferencia para nadie, ya que esto no hará verse como un líder justo, y este deberá apartar lo laboral de lo profesional “regla de oro”.

- Recompensa el esfuerzo

Todos los miembros del grupo perciben al líder como el que tiene el poder para destinar las recompensas y premios que en el grupo se pueden proporcionar. Esto le da la capacidad de ejercer control por encima de los miembros del grupo. No obstante, un buen líder actúa de forma consecuente con sus acciones, ya que son las mismas la que lo definen. Y como es el líder quien evalúa al grupo, el mismo tiene la capacidad para dar o quitar los premios según el rendimiento de los miembros del grupo.

- Actúa como mediador

El líder debe contar con la habilidad de ser el mediador, si aparece algún conflicto o discusión dentro del grupo, el líder actúa como mediador para intentar solucionar cualquier discrepancia que en el grupo se presente. A veces actúa como mediador dejando que ambas partes expongan sus argumentos y lleguen a un acuerdo por sí solas, pero otras veces actúa como árbitro dictaminando la forma o la dirección en la que se resuelve el conflicto.

- Obtiene los recursos y el soporte necesario

El líder es el encargado del buen funcionamiento de la empresa y de que sea vista como una marca representativa. El líder fomenta la obtención de recursos y el soporte para tener apoyo en todo momento. Se informa y está al día de las diferentes situaciones del mundo para poder gestionar su empresa de la forma más eficaz y eficiente posible. Ya que este es el que puede motivar, modificar o reestructurar, según la empresa lo requiera.

Entre las cualidades de un buen líder tenemos:

- Ser aprendiz

Entre las cualidades de un buen líder, ser abierto siempre a aprender y desarrollarse. Muchos líderes creen que deben fingir que lo saben todo para no perder prestigio, pero lo que realmente ganan cuando se les descubre que no saben nada, es desconfianza. Precisamente ésta es una parte esencial del modelo que representa un buen líder, la apertura a nuevos sistemas, la innovación y la creatividad son la base para el desarrollo de cualquier organización actual y los líderes son los primeros que deberán estar con la disposición a aprender continuadamente.

- Disposición a los cambios

El líder eficaz trabaja con expectativas a nuevos cambios en vez de resistirse a los mismos. Quizás el cambio será la única constante en el futuro y el líder debe aceptar como un reto el trabajar en continuo avance y aprendizaje, ya que en la era de la innovación y tecnología en la que nos encontramos, los cambios son inevitables. Y un buen líder deberá estar sujeto a los mismos.

- Tener visión

El buen líder tiene una visión clara y especifica de sus metas propuestas, o de lo que puede y quiere conseguir la organización. No se trata de mejoras incrementales sino de saltos hacia adelante en la práctica, los procesos y las posibilidades de caminar hacia el futuro empresarial. Se necesita para ello emplear la lógica, la imaginación y la inspiración, en los buenos líderes. Los buenos líderes tienen ideales para el futuro, y las mismas son estables no cambiantes, ya que en ellas está el progreso de la visión establecida.

- Ser consciente de la realidad presente

Entre las cualidades la realidad en un líder es fundamental para dirigirse hacia el ideal se ha de tener muy claro dónde se está situado en el presente. Reconocer los puntos débiles de un proceso, las dificultades y los medios de que se dispone, han de servir para producir un desarrollo activo en la empresa. La tensión que se genera y que redefiniremos como la energía que nos impulsa fuera de lo que se conoce como “zona de confort” hacia una zona desconocida para lograr hacer realidad la visión, se llama “Tensión creativa”, definida así por Peter Senge. Ya que en buen líder original la motivación tiene varias formas de aparecer, pero en lo mismo no debe de estar fuera de la realidad.

- Tener una escala de valores

Todo buen líder debe contar con una jerarquía de valores, ósea priorizar los valores. Rasgos como la “integridad” y la “ética” son valores que el grupo percibe como muy importantes a la hora de considerar a un líder. Pero de igual forma el líder deberá contar con los valores más a priori para él. Y este en ocasiones dependerá del estilo de liderazgo.

- Utilizar el pensamiento sistémico

El pensamiento sistémico de un buen líder implica, ser consciente de cómo funcionan los procesos y separar las causas de los síntomas. Deming decía que los problemas laborales eran debidos a los sistemas, no a la gente. Según Senge: La característica que define a un sistema es que no puede ser entendida como una función de sus componentes aislados. El comportamiento del sistema no depende de lo que cada parte está haciendo, sino de la manera en que cada parte se relaciona con el resto. Con este enfoque se logra estudiar el sistema de organización en sí mismo, aparte de las personas que lo constituyen y permite obtener una perspectiva a más amplia del mismo.

- Ser buen comunicador

Un buen líder debe ser capaz de transmitir clara y congruentemente un mensaje. Expresarse de forma nítida y sencilla, de forma que los demás puedan comprender que se les dice y que se espera de ellos. Por lo que comunicar y hablar son cosas diferentes, y un buen líder deberá saber comunicar. Esta cualidad no importa si la relación que posea con los demás. Comunicar es un deber, característica, pero hacerlo bien es una cualidad.

- Pensar positivamente

Esta es una cualidad elemental ya que la misma permite ver las posibilidades para afrontar los problemas como retos,