LA NOCION DE ANOMIA COMO EL PARANGON DE LAS TOXICOMANÍA Y SUS VARIABLES DE CONDUCTA DESVIADA

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El individuo comienza a desarraigarse del proceso de coerción, de integración social, se aliena en una conducta de desobediencia y parte hacia la calle buscando una visión de hogar de libertad y de paz provocando expectativas sobre las posibles gratificaciones esperadas de la calle, y en el momento en el que el individuo llega a encontrarse con sus iguales en el rol de calle, el sistema de expectativas reconfigurado se comparte y legitima.

En este punto el individuo ya manifiesta una ruptura normativa y de roles institucionales, constituyendo esa relación con la calle en una ambigüedad de roles en su confrontación con su nueva vida, la droga es quien lo guía por ese mundo anómico tiene confluencia como una institución social, institución cargada con toda una gama de parámetros sociales (marihuana, cocaína, bazuco, ácidos etc.). Pero que representación simbólica tiene el actor de esta y es que la droga representa para el actor un alter del cual espera tanto gratificaciones como aprendizaje cuando toma el carácter con el cual se le va a presentar al actor, este carácter es de tótem y tabú, esta relación reciproca que produce sentimientos contrarios “hostilidad” (no tocar, no comer, no ver),”amor” (deseo de consumo, desinhibición de su precaria realidad), a raíz de esta manifestación de la droga como alter que se relaciona con el individuo y a sus iguales, y las relaciones dispares entre él y la sociedad continúan, generando conflicto individuo-sociedad, cuya cúspide se puede analizar en las generalidades marginales donde la sociedad va a categorizar a este individuo, a partir de aquí se transforma sus orientaciones motivacionales y de acción “marginales” en nuevas normativas de comportamiento con las que se sienta a gusto.

Durkheim en el prefacio de la división del trabajo social da una explicación de la moral moderna y nos dice que, esta moral se encuentra ligada a un sistema de hechos realizados que no perduran a través del tiempo, por lo anterior concluye que la vida económica se encuentra con la falta de regulación jurídica y moral y que a este estado anómico se le atribuye los conflictos y desórdenes generados en todas las clases que de manera implícita se encuentra bajo un sistema económico y por consiguiente las pasiones humanas se encuentran reguladas bajo este poder superior que se encuentra constituido como un símbolo de autoridad y que va en contra del fin mismo de la sociedad, buscando así suprimir o regular la guerra generada entre los hombres, la libertad de los individuos se da bajo el producto de la reglamentación de una sociedad constituida que goza de una supremacía moral, que crea una ley para los individuos, pues se encuentra por encima de las personalidades morales, es decir, que es colectiva. (División Del Trabajo Social, Pp 22, Durkheim).

De esta manera encontramos que como el sujeto se encuentra constantemente ligado a unas instituciones económico-sociales y son las leyes estas instituciones los mecanismos a través de los cuales se estructura el carácter del individuo y es así como la relación individuo-sociedad está mediada bajo los procesos económicos que su sociedad desarrolle, donde se generan las especializaciones, capacidades y conocimientos (Status-Rol) con los que pretende satisfacer sus necesidades básicas, en estos procesos socio-económicos es donde se estructura todas las organizaciones necesarias para las óptimas relaciones morales y armoniosas de los hombres entre sí, estos dos puntos están estrechamente interrelacionados porque es en la medida en que los bienes materiales regulan la satisfacción (gratificaciones) de las expectativas de los actores que ejercen una fuerte influencia en las relaciones entre ellos, esto nos lleva a entender que es gracias a que la mayor parte de la marginalidad del individuo observado es causada por las estructuras de interacción regidas por los medios antes mencionados, que lleva a que los procesos de interrelaciones entre los individuos y la sociedad marginadora sea únicamente dada por los intereses motivacionales, causando así un exilio simbólico-material para el individuo marginal, con lo que se legitima la disfunción moral y la desviación de las instituciones sociales establecidas, generando los estados de anomia en la sociedad.

Con lo anterior logramos vislumbrar que en la inadaptación y la marginación entran en juego toda una serie de factores causales de diferente índole: económicos, políticos, ideológicos y sociales y el problema radica en que los procesos económicos y sociales (control social) no permiten generar cambios que favorezcan la desaparición de los estados de anomia y del malestar moral, por esto “He aquí porque estos individuos que encuentran que tienen intereses comunes se asocian, no lo hacen solo por defender esos intereses (solidaridad) sino por no sentirse más perdidos en medio de sus adversarios, por tener el placer de comunicarse, de constituir una unidad con la variedad, en suma, por llevar juntos una misma pseudo-integración normativa estable y valida”.

Y es en este punto del desarrollo de los procesos sociales y su relación recíproca con los individuos observados, que gracias a que en un punto de marginación y estado de anomia por el cual pasa el individuo siente la necesidad de buscar la asociación con sus pares, esto lo ha llevado en nuestro caso a refugiar esa asociación en la institución (Hogar de paso San Lorenzo y Fundación Cadeli), donde es esta institución se cumple la funciones de control social, socialización normativa de inclinaciónreligiosa que tiene como fin primordial atender e incluir a los habitantes de la calle drogodependientes que tras su rebeldía social deseen una adaptación social, estos individuos al integrarse a estasinstituciones van a cumplir funciones de orden social muy básicas que son impuestas por el hogar de paso San Lorenzo y la Fundación Cadeli, funciones que van desde trabajos manuales con los que se va a remunerar ambas instituciones y con el desarrollo óptimo de estos procesos generados aellas se les añade la tarea de punto de partida normativo e intento de desarrollo de prerrequisitos funcionales nulos en otras instituciones de la estructura social como hemos vista en la familia e implícitamente en la educación, que causan que se manifiesten a la vez en una institución social de carácter regulador de la moral y la conducta, gracias a los procesos socio-económicos que están vinculados a ella. Por último el proceso de asimilación de la marginalidad se impone y se define como un “estereotipo” definido como un mecanismo por el cual se genera y se atribuyen una serie de imágenes culturales y de personalidad de un grupo y es compartida por la sociedad, las creencias atribuidas a una persona no como actor individual