La crisis de la Frontera Norte de México

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No obstante, a partir del periodo de la recesión de fines de 1920, las deportaciones de trabajadores mexicanos indocumentados se incrementaron rápidamente, debido a que la actitud de la ciudadanía estadounidense hacia ellos se tornó muy hostil, al considerar que se estaban apoderando de los empleos de los trabajadores nativos. De 1929 a 1937 fueron arrestados y deportados de Estados Unidos 458.000 mexicanos, mientras que miles más decidieron regresar a su país, ante el clima político adverso generado por el desempleo y la recesión (Massey en González, 2000).

La xenofobia y discriminación hacia el pueblo latinoamericano, es un fenómeno que a pesar que viene desde muchos años, aún es posible analizar su vestigio en nuestra actualidad.

Desde una perspectiva más actual

La perspectiva histórica nos ayuda a tener una visión de por qué algunos mexicanos decidieron dejar su país conllevando a una masiva emigración a Estados Unidos. Por otro lado los norteamericanos han decidido tomar cartas en el asunto debido a que muchos de los emigrantes están ilegalmente, es por esto que se han creado políticas fuertes para la deportación de los indocumentados y según las palabras del propio Trump son una carga para la nación.

Uno de los acontecimientos que marcó firmemente la relación EEUU-México fue el atentado de las torres gemelas el año 2001 debido a que se consolidó la estigmatización y desconfianza hacia el inmigrante, a partir de ahí se comenzaron a crear nuevas restricciones y políticas que poco a poco se fueron acrecentando. Un programa relevante fue el ´´Comunidades seguras´´ el cual fue aplicado durante el gobierno de Barack Obama cuya finalidad es la de identificar a extranjeros que han sido arrestados o detenidos para proceder, en determinados casos, a su deportación, pudiendo así tener incrementar las medidas de contención de la migración.( Perello, 2013)

El problema latente dentro de estas nuevas políticas de deportación es la poca parcialidad que existe al momento de identificar extranjeros con conductas delictuales debido a que aunque un inmigrante haya cometido un delito menor ya sea por ejemplo vencimiento de licencia de conducir o simples faltas que generalmente no generan gran revuelo, los departamentos de deportaciones los toma como graves usándolos como excusas para poder ‘devolver’ al criminal a su país y en donde se genera además un negocio para las propias compañías carcelarias.

Estas compañías carcelarias privadas cobran un promedio de 122 a 164 dólares por cada noche que pasan detenidos, por lo que sus ingresos dependen directamente del número de presos que ostentan en sus dependencias. Existe así un gran negocio lucrativo para las principales compañías carcelarias privadas (…) (Perello, 2013. Pág. 60)

Por lo tanto, se creó un negocio a partir del encarcelamiento del inmigrante el que además denuncia malas condiciones y violaciones de sus derechos básicos los cuales no pueden ser denunciados por falta de apoyo o miedo a represalias.

La realidad es que la comisión de una simple infracción de tráfico es suficiente para activar el protocolo de remoción (…) Dicho programa ha generado numerosos casos en los que se han visto vulnerados los derechos humanos de los migrantes. En primer lugar, uno de los problemas más graves que existe ahora es el de la separación familiar, por lo que este tipo de situaciones se ha producido de manera más acusada en el supuesto de madres cuyos hijos menores de edad son ciudadanos de los EE.UU (Perello, 2013. página 67)

La falta de apoyo a los inmigrantes y asimismo el recurrente problema con el idioma genera un ambiente general de tensión quienes además ven peligradas sus familias ya que al momento de deportarlos si sus hijos tienen nacionalidad estadounidense no se les permite ser deportados con su padre/madre sino que se les reasigna a algún familiar si es que existiese o relega a algún centro u hogar de menores.

La gravedad de los fenómenos que suceden en las fronteras es de gran tensión. Existe una problemática que también incluye a los niños, ya que no son solo los adultos los que viajan a Norteamérica, sino que los niños también se ven envueltos en estos flujos migratorios, por ende también se encuentran expuestos a los peligros que traen consigo el viaje ilegal hacia EEUU, como los asesinatos o los secuestros hacia transmigrantes que no encuentran protección de los DDHH por parte de sus gobiernos ni tampoco del gobierno receptor.

En 2009 la comisión nacional de derechos humanos de México (CDHN) publicó un informe que cubre un periodo de seis meses (septiembre de 2008 a febrero de 2009). En este informe por primera vez se hacen revelaciones sustentadas en estadísticas y testimonios, que dejan al descubierto la magnitud del problema. El citado informe refiere:

“se obtuvo información que indica que el número de migrantes que fueron víctimas de privación de su libertad fue de 9,758 personas, es decir, más de 1,600 secuestrados por mes”. Los datos del informe son reveladores de la magnitud del problema que contrasta notablemente con el discurso oficial en lo que se refiere a la protección de migrantes. De hecho, la CNDH señala la participación de altas autoridades en los actos delictivos contra los migrantes. (Villafuerte, García, 2015, pág. 93). Según las palabras de Villafuerte y García el tema es de suma importancia, puesto que se encuentran en riesgo la vida de los migrantes donde también incluiría niños. Lo más impresionante de todo es que según la CDNH incluso podrían estar involucrados altas autoridades, lo que significaría que este tema bordea lo ilegal como lo legar por parte de las autoridades y por parte de las personas migrantes.

En este apartado se trata de contextualizar de cierta forma el tema y de explicar los peligros a los que se encuentran expuestos los migrantes al ubicarse al lado de la ilegalidad, sin embargo se debe mencionar que los temas migratorios son de gran profundidad e involucraría numerosas variables que podrían explicar el flujo de migraciones, es por esto que se trata de explicar de una manera sintética.

Bibliografía

González, P. (2009) Migración, criminalidad y violencia en la frontera norte de México. Revista Criminalidad, vol. 51 (2), pp. 47-60. Bogotá: Colombia. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/crim/v51n2/v51n2a04.pdf

Villafuerte D. y García M. (2015) Crisis del sistema migratorio y seguridad en las fronteras Norte y Sur de México. Revista interdisciplinaria (4) pp. 83-98. Brasilia. Recuperado de http://www.scielo.br/pdf/remhu/v23n44/1980-8585-REMHU-23-44-083.pdf

Perelló,