Los señores del narco.
Enviado por Mikki • 11 de Septiembre de 2018 • 3.311 Palabras (14 Páginas) • 376 Visitas
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Durante el vuelo algunos de los tripulantes llegaron a conversar con él, cuando pidieron autorización al Oficial a cargo, Guzmán Loera es descrito inmerso en el penal como una persona inteligente, corruptora, obediente porque nunca se rebela y acata ordenes que le instruyen, pero eso sí, siempre con una mirada fría donde fija y plasma su dolor y rencor a sabiendas que algún día podrá vengarse. Así pues cuando en el avión le cuestionaron acerca del cardenal Posadas, la muerte de elementos de seguridad pública y la red de movimientos que englobaban a su cártel; Guzmán Loera explicó detalladamente la ayuda de los secretarios de Estado, del ejército, y desde la propia corrupción que se empapa con los gobernadores, Presidente de la República y el Procurador General de la República. Por desgracia, al llegar al penal le dijeron que si narraba esos hechos a las Cámaras o medios de comunicación, periodistas, etc. Que estarían presentes debido a la impresión de la noticia, Guzmán sería asesinado. Por lo consiguiente, cambió toda la versión de los hechos y contó a los asistentes una exégesis completamente distinta, negando además conocer a varias personas desde sus amantes, hijos y otros servidores públicos vinculados con el narcotráfico.
Es increíble, alarmante lo que puede alcanzar el narcotráfico, siendo una causalidad de las buropatologías en México como lo son: Corrupción, venalidad, impunidad y nepotismo. La primera en estar coludidos los elementos de la Administración Pública Federal, especialmente Procuradores Generales de la República o lo más increíble de todo: Secretarios de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina Armada de México o Fuerza Aérea Mexicana, por mencionar algunos nombres quemados de dichos organismos como Enrique Álvarez, Jorge León Aragón, Guillermo González Calderoni, Jorge Carrillo Olea, Antonio Morales Lechuga Jorge Carpizo (teniendo éste la calidad de un catedrático rector de la Universidad Nacional Autónoma de México), Roberto Labastida, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y su hermano Raúl, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa, Juan Alberto Zepeda Méndez, Marta Sahagún, Dámaso López Núñez, Pérez Rodríguez, Tello Peón, Yunes Linares etc.
El hijo del ex presidente Luis Echeverría Álvarez, Luis Echeverría Zuno fue encargado por su padre para rentar un domicilio contiguo al suyo al sur de la Ciudad de México, en donde a toda hora entraban y salían camionetas y automóviles de gran linaje, seguidos de sujetos con armas largas, actitudes sospechosas, etc. Y cuando se le cuestiona al ex mandatario nacional solo arguye no saber los movimientos de sus arrendatarios, cuando la mayoría de vecinos en rededor se quejaba y sufría temor por inseguridad o probabilidad de ocurrir una balacera o acto relacionado con este universo, esbozándose un gran y sucio ejemplo de venalidad.
Otro tipo de acto irregular manifestado fue la protección al sobrino del ex presidente Miguel de la Madrid, Jorge Hurtado Horcasitas quien es responsable de lavado de dinero del cartel de Guadalajara, prestándose a sublevaciones con Amado Carrillo, Félix Gallardo y Rafael Aguilar Guajardo. Metiendo todos los ingresos que recibía al desaparecido Banco Anáhuac, institución financiera de la cual fungía como propietario. Por otro lado también se enredó en estas circunstancias el dueño de Banamex.
La impunidad queda radicando en que todos los anteriores y sus dependencias únicamente se retrasan en dar solución a las injusticias y dar cobertura o en el peor de los casos, cooperando para que el sistema cartelista marche mejor, tal es el caso e historia de Guzmán Loera en el Penal de Puente Grande, Jalisco. Donde se gritaba a los cuatro vientos un inexplicable grado de privilegios en su favor y de sus mancuernas “El güero Palma” y “El Texas”, un trio de rufianes dominantes del penal conocidos como “Los tres”, quienes no obstante, se mantenían en pleno gozo y placer de algunas prerrogativas jamás imaginado: los cuales iban desde llamadas privadas, uso de celulares, comida ajena al penal (especialmente provenía de restaurantes), mujeres para satisfacer el lívido de los reclusos, visitas fuera de horario, permisión de ingerir bebidas alcohólicas y cocaína , etc. Por último, el Chapo aún desempeñaba como directriz de su cártel desde el interior de la mazmorra, fortaleciendo su don de mando hacia los dirigentes del reclusorio con un grupo denominado “los Sinaloas”.
Posteriormente, al llegar Alejandro Alegre Rabiela hizo muchas reformaciones a la sistematización de las fechorías de “los tres”, por ejemplo, confiscó los servicios de televisión con cable, por cierto, a la celda de Héctor Palma Salazar por un lapso de 120 horas, pero tras las suplicas del directivo hizo efectiva su sanción únicamente por 36 horas, no obstante, los capos estaban muy molestos y dieron iniciativa para lanzar intimidaciones vía telefónica. En todo momento, el entonces Director Leonardo Beltrán Santana trataba de impedir los cambios por parte de nuevo subdirector, que solo le traían problemas y amenazas contra Aguilar Garzón quien fuera encargado de los penales a nivel federal.
En tanto Alegre Rabiela sostuvo una discusión con Beltrán Santana negándose a cooperar con los beneficios que necesitaban “los tres”, decidió solicitar su cambio, aunque al parecer no era necesaria su solicitud pues ya se veía venir tal coacción por parte de Aguilar Garzón, transfiriendo a Alegre Rabiela al Penal del Altiplano (hoy la Palma) en el Estado de México y enviando como corresponsal a Puente Grande a Dámaso López Núñez, un corrupto ente posicionado absolutamente del lado de los maleantes; tan es así que cuando el trío de cabecillas se enteraron de la nueva hicieron fiesta a sabiendas que sus privilegios iban a volver y que se la seguirían pasando de fiesta dentro de la cárcel.
Otra organización criminal de gran alcurnia y hasta hace un tiempo considerada como la más peligrosa y sanguinaria, eran “Los Zetas”, hoy en día es complejo saber cual tiene mayor vileza si “Los Zetas” o los “caballeros templarios”. En fin, los primeros o los “última letra”, como también se les sobrenombra son un grupo de desertores del ejército y de la Fuerza Aérea Mexicana cuyo origen revoca a 1997 cuando Arturo Guzmán Decena “el Z-1” convoca a Heriberto Lazcano “El Verdugo o el Z-3” quien ostentaba el cargo de cabo de infantería, después ambos fueron de las unidades de fuerzas especiales donde iban tras los capos del cartel del Golfo, pero Oziel Cárdenas Guillen los convenció de desertar y formar su escolta personal, les dicen los zetas
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