MEXICO-COMO NARCO ESTADO

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El narco como inculpado

Es un hecho verídico que el núcleo gubernamental ha sido infiltrado por fuertes núcleos del crimen organizado.

“México vive un proceso de desbordamiento del crimen organizado que todos los días amenaza la paz y la tranquilidad de la población y pone a prueba tanto la fortaleza de sus estructuras de seguridad como la de sus instituciones jurídicas y políticas. Existen diversas causas de este crecimiento desproporcionado de las actividades ilícitas organizadas, entre las cuales cabe señalar”. (Méndez, 2011),

Lo anterior se traduce en una fuerte presión sobre el sistema de seguridad pública reconocido por la misma Secretaría de Seguridad Pública federal dijo Méndez, puesto que mientras las filas de la delincuencia organizada son continuamente alimentadas por la alta cantidad de jóvenes sin oportunidades de empleo o educación, en México hay un total aproximado de entre 360 mil y 409 mil 536 policías tanto judiciales como preventivos, con ingresos promedio mensuales de 6 mil 229 pesos mexicanos (Azaola, 2008: 54; Olivares Ferreto, 2010: 7-10).

Méndez afirma que por otra parte, México registra niveles de impunidad del orden de 97 por ciento, ya que solo 3 por ciento de los delitos que se denuncian llegan a sentencia. De la mano de la corrupción se forjó toda una cultura de la impunidad. Instituciones académicas como el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) han documentado la ineficiencia del sistema de procuración de justicia y las debilidades del sistema de impartición de justicia, demostrando que en México se consignan menos casos de delitos contra la salud que en Chile, que tiene solo 15 millones de habitantes; el porcentaje de sentencias por ese delito es diez veces menor en México.

Una vez conociéndose el índice delictivo en México, se ha creado una imagen incluso a nivel internacional de “Narco-Estado”, lo cual ha sido el “pretexto” idóneo para encubrir y justificar los actos violentos por parte del mismo Estado, deslindando así su responsabilidad de dichos actos.

“Hasta el momento hay 30 detenidos por la muerte de seis personas, de los cuales, 22 son policías al servicio de la organización criminal Guerreros Unidos (una célula del cartel de los Beltrán Leyva)”. (La Jornada, 2014)

El vínculo del narco con el Estado es indiscutible, sin embargo este primero ha sido culpado por acciones y decisiones por parte de los diversos mandatarios que han visto amenazados sus intereses, y han utilizado la fuerza pública para proteger estos. Incluso dichos sujetos siendo parte de una célula delictiva, la orden se le atribuye al gobernado del mismo estado ya mencionado, pues no se ha encontrado ningún objetivo claro por el cual se haya realizado tales actos por parte de dicha organización delictiva.

Conclusión

México a través de la historia ha incrementado el índice delictivo y en su mayoría también en el índice de impunidad ante funcionarios involucrados en actos ilícitos y vínculos con el crimen organizado.

Esto resulta en un preocupante contexto donde el bien público no es el fin primordial de las autoridades, sino el reguardo de los intereses de unos cuantos. Aunado a esto se han infringido los derechos esenciales del ser humano como la vida, la libertad, libertad de expresión etc, los cuales están supuestamente protegidos por la Ley.

Los hechos suscitados son una muestra de que se tiene un Estado funcional al servicio de unos pocos donde impera la impunidad, la injusticia en contra de un pueblo sediento de justicia. Todos tenemos la obligación de señalar y exigir que se aplique el peso de la ley de los responsables de que el suelo mexicano se tiña de rojo con la sangre que solo busca respuestas a las injusticias sociales.

Este acontecimiento se suma a los hechos de 1968 en Tlatelolco, en Acteal, Tierra Blanca, entre otros, hechos que tarde o temprano despertarán a la conciencia civil que tendrá como resultado social la caída del gobierno, acción que resultará a través de los años en un país que vuelva a emerger, pero que seguramente se encontrará nuevamente en estos mismos problemas y en el mismo dilema, ya que el sometimiento y la ambición forman parte de la naturaleza humana, condiciones que han hecho crecer y desaparecer a los pueblos en las diferentes latitudes del mundo a lo largo de nuestra historia.

Somos los jóvenes quienes primordialmente tenemos la obligación de propiciar las condiciones para generar un mejor contexto que asegure la integridad social.

Referencias bibliográficas

- Alma, A (2014). Caso De Normalistas De Ayotzinapa Podría Ser “La Chispa Que Incendie La Pradera”. Recuperado el 12 de octubre del 2014 de http://ljz.mx/2014/10/07/eligio-meza-caso-de-normalistas-de-ayotzinapa-podria-ser-la-chispa-que-incendie-la-pradera/

- Anaya, G (2014). Caso De Normalistas De Ayotzinapa, Problema Humanitario: Diputado. Recuperado el 12 de octubre del 2014 de http://mexico.quadratin.com.mx/Caso-de-normalistas-de-Ayotzinapa-problema-humanitario-diputado/

- Sin mención del autor (2014). El comienzo. Recuperado el 12 de octubre del 2014 de http://periodicoelcomienzo.blogspot.mx/2012/10/que-exigen-los-normalistas-de-michoacan.html